La Generalitat no gasta todo su presupuesto social, seg¨²n Mas

No todo termina con leyes sociales, hay que saber gastar el presupuesto. Artur Mas, presidente de CiU, denunci¨® ayer que en la liquidaci¨®n del presupuesto de la Generalitat de 2006 se advierte que el Departamento de Acci¨®n Social y Ciudadan¨ªa dej¨® sin destino 97,5 millones de euros y que un cap¨ªtulo de 25 millones dedicado a la atenci¨®n de los discapacitados tampoco fue ejecutado.

Estas afirmaciones las hizo durante el coloquio que mensualmente convoca la Fundaci¨® Pere Tarr¨¦s, con la colaboraci¨®n del Aula de EL PA?S, para debatir las pol¨ªticas que afectan al tercer sector, que agrupa a las organizaciones con programas sociales.

Mas insisti¨® en que no se puede contraponer progreso nacional y progreso social. "Al catalanismo en may¨²sculas no es preciso ponerle la etiqueta de social; si no es social, no es catalanismo". Para el l¨ªder de CiU hay que luchar por la igualdad de oportunidades porque eso crea cohesi¨®n social, pero advirti¨® de que esta igualdad no comporta igualdad en los resultados y se ha de administrar en funci¨®n de las capacidades de cada ciudadano. "Afortunadamente, en Catalu?a el ascensor social funciona, hay un horizonte de promoci¨®n personal para los ciudadanos". Pero hay que garantizar que siga funcionando sin confundir la necesaria protecci¨®n comunitaria con el reparto de premios sin prestar atenci¨®n al esfuerzo que ponga el premiado.

La chequera del Gobierno

Mas, refiri¨¦ndose a la f¨®rmula del cheque social, insisti¨® en que una pol¨ªtica social no est¨¢ re?ida con el derecho del ciudadano a escoger los servicios. "Esta propuesta no es ni neoconservadora ni liberal. Es una defensa progresista". Y record¨® que sus propuestas de cheque social para determinados servicios fue criticada duramente la pasada campa?a electoral y ahora el Gobierno espa?ol ha abierto su chequera.

La gesti¨®n del Gobierno catal¨¢n fue insistentemente criticada por Mas a pesar de que, dijo, gracias al sistema de financiaci¨®n pactado por CiU en 2001, el Gobierno catal¨¢n ha multiplicado por dos su capacidad presupuestaria. Este cap¨ªtulo lo concluy¨® avisando de que no se pueden hacer pol¨ªticas sin pagar y que no se puede prometer alegremente ayudas y subsidios sin calcular su coste. Mas lament¨® que las relaciones de las administraciones con las organizaciones del tercer sector tengan a menudo un car¨¢cter paternalista y que los pol¨ªticos han de estar atentos a las pol¨ªticas que se proponen desde el tercer sector y no atribuirles simplemente actuaciones subsidiarias, de ayuda donde la Administraci¨®n no llega. El presidente de CiU propugn¨® una concertaci¨®n de programas a largo plazo entre la Administraci¨®n y las organizaciones del tercer sector, para que ¨¦stas no se vean obligadas a acudir a una especie anual de subasta y puedan programar su actividad conociendo los recursos que en cuatro a?os les llegar¨¢n de las administraciones. Mas advirti¨® de que el pr¨®ximo a?o la evoluci¨®n econ¨®mica obligar¨¢ a una restricci¨®n en los presupuestos p¨²blicos.