La polic¨ªa calcula que en Espa?a hay casi 10.000 'ultras' y neonazis
S¨®lo en Madrid han sido detenidas este a?o 64 personas por 59 actos delictivos
"La actividad delictiva de los grupos ultraderechistas, concretada en peleas y agresiones, es estable y no ha experimentado este a?o ning¨²n aumento significativo respecto al pasado", asegura un informe de la polic¨ªa de Madrid, extensible al resto de Espa?a. "Desde la vuelta del verano hay una ofensiva muy fuerte de los grupos xen¨®fobos", replica Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Las alarmas han saltado tras la muerte del joven antifascista Carlos Javier Palomino, de 16 a?os, apu?alado el pasado fin de semana por un militar supuestamente ligado a grupos neonazis en el metro de Legazpi (Madrid).
El principal temor del Ministerio del Interior no es a un supuesto repunte de la ultraderecha, sino a que se desencadene una din¨¢mica de acci¨®n-reacci¨®n entre los grupos de extrema derecha y los de extrema izquierda y antisistema. Este temor est¨¢ relacionado con un supuesto intento de revancha mutua tras el reciente asesinato del joven madrile?o.
"El nivel de desorganizaci¨®n de los grupos neonazis es total. Carecen de liderazgo. Lo ¨²nico que les identifica es su est¨¦tica y el uso de determinadas prendas. Suelen reunirse en conciertos de rock de bandas neonazis, en espect¨¢culos de f¨²tbol y en otros eventos", sostiene el informe de los servicios de Informaci¨®n de la polic¨ªa. ?stos tienen fichados a unos 1.200 integrantes de estos grup¨²sculos en la Comunidad de Madrid y calculan que en el resto de Espa?a hay en torno a 8.000 m¨¢s.
En 2006, estos radicales protagonizaron en Madrid 58 acciones delictivas mientras que en lo que va de a?o han intervenido en 59, seg¨²n fuentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. ?stas, adem¨¢s, resaltan que el a?o pasado fueron detenidas 64 personas implicadas en este tipo de incidentes, mientras que en lo que va de a?o han sido arrestadas 69. "Eso prueba que estamos encima de estos grupos", asegura un mando de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid.
Esteban Ibarra discrepa: "Nuestra ONG calcula que cada a?o hay en Espa?a unos 4.000 incidentes racistas, xen¨®fobos, hom¨®fobos y contra indigentes. Son delitos de odio sin m¨¢s motivaci¨®n que el odio al inmigrante, al homosexual, al indigente, al que es diferente... Son obra de bandas neonazis o de lobos solitarios, que tambi¨¦n act¨²an as¨ª siguiendo instrucciones de su organizaci¨®n". Ibarra sostiene que en los ¨²ltimos tres a?os se han registrado delitos de este tipo en 200 municipios. Y concluye: "A m¨ª me salen 70 muertos desde el asesinato de la dominicana Lucrecia P¨¦rez en 1992, en Aravaca, hasta hoy".
Los violentos neonazis suelen actuar en Madrid en Chamber¨ª y los bajos de Aurrer¨¢ y cerca del complejo Galaxia (en Moncloa), el distrito de Latina, los alrededores del estadio Vicente Calder¨®n, el corredor del Henares, Parla, Pozuelo de Alarc¨®n y Aravaca. En el resto de Espa?a, los puntos donde se ha detectado mayor actividad ultra son Catalu?a, Valencia y Andaluc¨ªa.
"Estos grup¨²sculos violentos responden al esquema de los skin head (cabeza rapadas), tienen un liderazgo espont¨¢neo, no consolidado, y una estructura de tipo defensivo", explica el informe policial. Muchos de estos individuos suelen ir a actos y manifestaciones de partidos como Democracia Nacional, Movimiento Social Republicano, Alternativa Espa?ola, La Falange, Alianza Nacional, y Naci¨®n y Revoluci¨®n, que niegan cualquier implicaci¨®n en hechos violentos. La polic¨ªa afirma que no hace seguimiento de estas organizaciones porque "son legales".
Los servicios de Informaci¨®n de la polic¨ªa consideran que grup¨²sculos como Volsfront, Hammerskin y Blood and Honour, que tienen un alto nivel estructural y organizativo, est¨¢n "a la baja" tras los golpes que la polic¨ªa y la Guardia Civil les han asestado en el ¨²ltimo a?o.
Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Fornet, l¨ªder del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP), declara: "Hay que potenciar el personal dedicado a controlar a los ultras. La lucha contra los ultras violentos no figura entre los objetivos fundamentales de la polic¨ªa".
Visita del Ku Klux Klan
El ex l¨ªder del Ku Klux Klan y ex congresista republicano por Luisiana David Duke se encuentra en Espa?a para dar un ciclo de conferencias y presentar su ¨²ltimo libro Supremacismo jud¨ªo. Mi descubrimiento de la cuesti¨®n jud¨ªa. El poder jud¨ªo en la sombra (Ediciones Ojeda). Hoy se encontrar¨¢ en Madrid, ma?ana ir¨¢ a Valladolid, informa Francisco Cantalapiedra, y tiene previsto ir, entre otros sitios, a Valencia y a Asturias a lo largo de la semana. Los actos est¨¢n organizados por las asociaciones de extrema derecha Alianza Nacional y Democracia Nacional.Duke es uno de los pol¨ªticos m¨¢s conflictivos de EE UU. En 1980 cre¨® la NAAWP (Asociaci¨®n Nacional para el Avance del Pueblo Blanco). La revista Time le dedic¨® una portada con el titular Mr White.Algunas de las actitudes de Duke pueden ser delito en Espa?a. El art¨ªculo 510 del C¨®digo Penal especifica que quienes "provocaren a la discriminaci¨®n, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones por motivos racistas, antisemitas (...) ser¨¢n castigados con la pena de prisi¨®n de uno a tres a?os y multa de seis a doce meses".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
