Espect¨¢culo
Si la esposa del juez Berm¨²dez hubiera sido repostera, habr¨ªa creado un postre dedicado al juicio del 11-M. Si hubiera sido guionista de televisi¨®n, habr¨ªa hecho una serie. Si hubiera sido int¨¦rprete, habr¨ªa compuesto una canci¨®n. Como es periodista, no ha tenido otro remedio que escribir un libro de actualidad. Beni, que as¨ª se llama, explic¨® el otro d¨ªa en la radio que habiendo vivido tan de cerca el proceso y estando especializada en temas jur¨ªdicos, era muy dif¨ªcil resistirse a la tentaci¨®n. Cabe suponer, pues, que quiz¨¢ luch¨® contra la idea de llevar a cabo una iniciativa tan turbia. Es posible incluso que acudiera a su esposo en busca de ayuda, y que ¨¦l, ¨¢vido tambi¨¦n de protagonismo, lejos de desanimarla, le ofreciera su propia pluma estilogr¨¢fica. La vida es complicada. Beni ten¨ªa el privilegio de escuchar al juez cuando hablaba en sue?os, o de observar su gesto grave cuando paseaba por la playa (?en ba?ador?, ?en toga?). Conoci¨¦ndole como se conoce al c¨®nyuge, y aunque ¨¦l observara una discreci¨®n a prueba de bombas, ella era capaz de distinguir cu¨¢ndo torc¨ªa el gesto porque le dol¨ªa un juanete y cu¨¢ndo porque le dol¨ªa el alma. ?C¨®mo desperdiciar todo ese material que el destino pon¨ªa a su disposici¨®n? Dime que no lo escriba, suplic¨® quiz¨¢ a su marido. ?C¨®mo, si es lo que m¨¢s deseo?, responder¨ªa posiblemente ¨¦l. Durante el transcurso del juicio, tuvimos con frecuencia la impresi¨®n de que Berm¨²dez adoptaba posturas algo peliculeras que acabamos tomando por un rasgo de car¨¢cter. No era eso: es que actuaba como el personaje de un libro que se estaba escribiendo sin que ni nosotros ni las v¨ªctimas tuvi¨¦ramos noticia de ello.
Nos hacemos cargo, la carne es fr¨¢gil, pero alguien, en este circo en el que ha devenido la realidad, deber¨ªa permanecer fuera del espect¨¢culo. Los jueces, por lo que vamos viendo, no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
