Manj¨®n a Zapatero: "Est¨¢is todos contentos, pero nosotros seguiremos hasta el final"

-Pilar, ?t¨² entiendes por qu¨¦ han sacado el cap¨ªtulo referido a ti, lo de El Descanso, en el libro?, pregunt¨® el jefe del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

-No tengo ni idea. Me pregunto si es suficiente la protecci¨®n que tengo, porque me han puesto en la diana de los yihadistas, contest¨® Manj¨®n.

-Pero, ?por qu¨¦ hacer algo tan improcedente?, repregunt¨® el presidente.

Pilar Manj¨®n no se iba a perder la oportunidad.

- Claro, a vosotros el juez os ha dado un trozo de caramelo al haber hecho trizas la teor¨ªa conspirativa. Y al Partido Popular le ha dado otro trozo quitando todo lo de Irak que hab¨ªa salido en el juicio oral. Y est¨¢is todos contentos. Pero nosotros vamos a seguir hasta el final con nuestros recursos contra la sentencia, advirti¨® Pilar Manj¨®n.

El presidente la miraba con sus ojos de agua. Alrededor se estaba desarrollando el homenaje a Marcelino Camacho, el l¨ªder hist¨®rico de Comisiones Obreras. Pilar Manj¨®n, antigua sindicalista, se uni¨® el lunes pasado a las personalidades pol¨ªticas, sindicales y de la cultura en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid. En otra parte de la ciudad, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, se presentaba a esas horas el libro La soledad del juzgador, escrito por Elisa Beni, esposa del juez Javier G¨®mez Berm¨²dez.

?Por qu¨¦ tanto l¨ªo con este asunto del restaurante El Descanso? Pilar Manj¨®n solicit¨® en 2006 al juez G¨®mez Berm¨²dez una reuni¨®n para presentarle a una v¨ªctima del atentado de abril de 1985. Esa persona se salv¨® milagrosamente del atentado en el restaurante, pero perdi¨® a su marido. La v¨ªctima reconoci¨® un d¨ªa de 2006, en unas fotograf¨ªas de prensa, a Mustaf¨¢ Setmari¨¢n, al terrorista de origen sirio que habr¨ªa colocado la bomba. La v¨ªctima se puso en contacto con Manj¨®n para ver c¨®mo se podr¨ªa reabrir el caso. As¨ª fue como Manj¨®n llev¨® a la v¨ªctima al despacho de G¨®mez Berm¨²dez. Y la mediaci¨®n de ¨¦ste, que tuvo conocimiento del hecho por ser presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, llev¨® a que la v¨ªctima prestase declaraci¨®n ante el juez Ismael Moreno y se reabriera el sumario.

Estos hechos est¨¢n en un cap¨ªtulo del libro. El juez G¨®mez Berm¨²dez, estiman fuentes jur¨ªdicas, no habr¨ªa violado en este caso el secreto sumarial. Pero el art¨ªculo 417.1 establece el deber de secreto para cualquier dato o informaci¨®n al que se acceda en raz¨®n de su oficio y cargo.

La fuente de Beni es evidente: el juez Berm¨²dez. Manj¨®n distingue su indignaci¨®n del ataque que a cuenta del libro hacen aquellos que se sienten defraudados porque Berm¨²dez en su sentencia destruy¨® la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Manj¨®n ir¨¢ hoy a la Fiscal¨ªa para plantear c¨®mo le afecta el libro de Elisa Beni.

El pasado martes, Manj¨®n coincidi¨® con Berm¨²dez en un bar pr¨®ximo a la Audiencia. El juez volvi¨® -ya lo hizo por tel¨¦fono el lunes- a pedirle disculpas. Ella no cree que esto sea una cuesti¨®n personal.