Una d¨¦cada de vida en El Carme
El colegio mayor Rector Peset exige buenas notas a sus hu¨¦spedes
Hay vida universitaria m¨¢s all¨¢ de los campus. De la ma?ana a la noche, intensa e incesante. El colegio mayor Rector Peset de la Universitat de Val¨¨ncia es uno de esos lugares. Con una d¨¦cada de vida reci¨¦n cumplida, esta residencia ha alojado a cerca de 1.800 universitarios y 22.000 profesores, escritores, artistas y dem¨¢s personal universitario. Su emplazamiento, en el hist¨®rico barrio de El Carme de Valencia; su coste (550 euros al mes, un precio subvencionado por la Universitat) y los servicios que ofrece llevan a la instituci¨®n a valorar el expediente de Bachillerato de los alumnos y a exigirles un rendimiento acad¨¦mico durante la carrera para que no se eternicen.
Su constante actividad lo ha convertido, por otra parte, en un espacio cultural, acad¨¦mico y c¨ªvico de referencia. El edificio ocupa un palacete del siglo XVIII, con vestigios ¨¢rabes, totalmente adaptado a nuestros d¨ªas. Su nombre es un homenaje a Juan Peset Aleixandre, el rector de la Universitat de Val¨¨ncia fusilado en 1941 por defender sus convicciones republicanas.
"Hago de confesor, orientador y psicoanalista", dice el director
El colegio, reformado en primera instancia para albergar la Facultad de Ciencias de la Universitat, fue abierto con dos objetivos: residencia de colegiales y profesores, y centro de actividades. El director y profesor de Historia Salvador Albi?ana debe residir en ¨¦l, lo que a veces resulta muy fatigoso. "Entro y salgo por el mismo sitio que los colegiales, con lo que en ocasiones cruzar del ascensor a la puerta implica detenerme cuatro veces", se?ala Albi?ana, quien, no obstante, manifiesta sentirse muy satisfecho en el cargo, que desempe?a desde hace cinco a?os. El registro de temas que aborda un director es heterog¨¦neo y, en ocasiones, extravagante. "El otro d¨ªa vino una chica para decirme que le hab¨ªan quitado el peine y el gel, y que, para m¨¢s inri, otro colegial lo estaba utilizando en su cara. Tambi¨¦n acuden a consultarme bibliograf¨ªa, a tratar temas personales, como la ruptura de una amistad, y acad¨¦micos. El estudiante sabe que con tocar a la puerta, me tiene a su disposici¨®n, as¨ª que hago un poco de orientador, confesor y hasta psicoanalista". Los potenciales consultores son 180 hu¨¦spedes universitarios.
Adem¨¢s, residen eventualmente 30 profesores. Para Albi?ana lo m¨¢s gratificante sigue siendo cuando un estudiante le transmite "que el colegio le ha permitido descubrir un poco el mundo".
Tambi¨¦n alude a episodios similares To?i S¨¢nchez, encargada de cocina desde el primer d¨ªa. "Me han mandado recuerdos hasta desde Cuba. De colegiales que pasan por aqu¨ª y posteriormente vienen sus compa?eros". Reconoce que le gusta confeccionar men¨²s para este colectivo, porque el ambiente suele ser muy familiar.
Irene Ferrer y Alba Santandreu, estudiantes de primero de Magisterio y Periodismo, respectivamente, son hu¨¦spedes noveles. Del colegio ambas valoran la libertad, pues siempre hab¨ªan vivido con sus progenitores, la familiaridad y la amplitud de miras. "Aqu¨ª he escuchado m¨²sica totalmente desconocida para m¨ª, impensable en mi grupo de amigos. Y esto se extrapola a todo", expresa la periodista en ciernes sobre lo que aprende en ese ambiente universitario. Ellas todav¨ªa no est¨¢n en ninguna comisi¨®n, pero los colegiales se organizan en la de actividades y servicios, para programar actos y supervisar la intendencia diaria, respectivamente.
Carlos Marcos, alumno de F¨ªsica, lleva tres a?os en el colegio. El estudiante albacete?o no descarta mudarse a un piso para probar nuevas experiencias, pero afirma rotundo que no cambiar¨ªa su estancia por nada: "El primer a?o es el boom, todo es fant¨¢stico, adem¨¢s en este colegio que tiene una identidad propia. La manera en la que entr¨¦, procedente del bachillerato y en la que saldr¨¦, es totalmente distinta. El colegio te hace ser como eres". Perteneciente a la comisi¨®n de actividades, organiza fiestas, concursos, viajes..., para que los colegiales se relacionen.
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