El monasterio de Guadalupe trae a Madrid tesoros de su arte sacro
Capilla Real, Descalzas y Encarnaci¨®n, sedes de la muestra
Por primera vez en sus siete siglos de historia, el monasterio de Guadalupe, que vertebr¨® la vida religiosa, social y econ¨®mica de Extremadura desde la Edad Media hasta el siglo XIX y a¨²n hoy seduce a miles de visitantes de todo el mundo por la riqueza de sus fondos, muestra en Madrid los tesoros de su arte sacro.
Se trata de un deslumbrante conjunto de 42 obras de arte, remarcablemente pintura y escultura, m¨¢s libros de c¨¢nticos exquisitamente capitulados al minio, objetos de culto, im¨¢genes y coronas devocionales, cruces, arquetas esmaltadas y vestiduras lit¨²rgicas bordadas con hilaturas de plata, oro y perlas. Menci¨®n especial merecen cuatro excepcionales obras de Francisco de Zurbar¨¢n, el pintor de los monjes, que supo llevar a sus lienzos la quietud y espiritualidad de los monasterios.
Para hacer honor a su excelencia, Patrimonio Nacional, que gestiona los bienes estatales adscritos a la Corona, ha distribuido esos tesoros en tres escenarios: la Capilla del Palacio Real, que muestra las pinturas de Zurbar¨¢n y las tallas de Egas Cueman; el claustro del monasterio de la Encarnaci¨®n, con imaginer¨ªa en madera pol¨ªcroma de la serie de Mujeres fuertes; y el convento de las Descalzas Reales, que luce cantorales y ricos ropajes bordados por la princesa Isabel Clara Eugenia. La importancia de esta exposici¨®n reside en la exhibici¨®n, fuera de su marco geogr¨¢fico, de la magnificencia que atesora el cenobio de la sierra cacere?a de Valluercas, de donde partir¨ªa un culto religioso que cruz¨® el Atl¨¢ntico y dej¨® en el continente americano hasta 2.000 hitos topon¨ªmicos que, hasta hoy, llevan el nombre de Guadalupe. As¨ª lo subraya Francisco Tejada, comisario de la muestra, inaugurada ayer por la infanta Elena y el Presidente de la Junta de Extremadura.
Entrado el siglo XIII, en un paraje agreste surcado por un r¨ªo, sobrevino una teofan¨ªa, manifestaci¨®n de lo sagrado, en la forma de una aparici¨®n de la Virgen Mar¨ªa que las gentes medievales consideraban milagrosa. Aquel fen¨®meno gener¨® un devoto fluir de peregrinos. Surgi¨® un eremitorio, luego priorato, transformado posteriormente en monasterio jer¨®nimo vinculado a la realeza. La codicia de los nobles oblig¨® a fortificarlo. El despliegue de la organizaci¨®n mon¨¢stica articul¨® gran parte del territorio extreme?o y atrajo hacia s¨ª la fuerza de trabajo, campesina y artesanal que, con peregrinaje y culto, convirtieron Guadalupe, hoy regido por franciscanos, en emporio admirable del que da cuenta esta muestra ¨²nica.
Caminos a Guadalupe. Guadalupe en Madrid. Capilla del Palacio Real. Lunes a s¨¢bado, de 9.30 a 19.00. Domingos y festivos de 9.00 a 14.00. Real Monasterio de la Encarnaci¨®n. Plaza de la Encarnaci¨®n. Descalzas Reales. Plaza de las Descalzas. Martes a s¨¢bado, 9.30 a 13.30 y de 16.00 a 19.30. Domingos de 9.30 a 14.00. Cierre los lunes.

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