Xemei
Al terminar de ver la pel¨ªcula I soliti ignoti, he tenido el deseo compulsivo de ir a comer a un restaurante italiano. Me gustar¨ªa que mis compa?eros de mesa fueran Marcello Mastroianni, Vittorio Gassman, Tot¨°, Memo Carottenutto, Renato Salvattore y Tiberio Murgia, para que, beodos de vino blanco de Montecchia di Crosara, me confesaran qui¨¦n hab¨ªa preparado la pasta coi cecci que devoran al final de la pel¨ªcula con hambre almacenada durante lustros. Ante la imposibilidad de un deseo pospuesto hasta el d¨ªa que me incineren, he decidido largarme solo al Xemei, restaurante especializado en cocina del V¨¦neto y que me han recomendado amigos adictos a Italia, est¨¦ o no est¨¦ en el poder don Silvio, ex cantante de karaoke flotante en plena metamorfosis en Mao embalsamado.
Mamma mia! Una recomendaci¨®n como la del Xemei te deja ver el valor de la amistad. Grazie, grazie e mile grazie. Este restaurante peque?o, con olor a focaccia, a pasta casera, a hierbas frescas, a sofrito, a amistad, demuestra que es posible comer fuera de Italia y sentirse como el pr¨ªncipe Fabrizio di Salina. Baccal¨¤ mantecato, sarde en saor, spaghetti al negro con sepia o anciovi, fegatto a la veneziana con polenta, justifican la fama de una cocina que nutri¨® a Casanova y le dio el poder y las glorias que le hicieron el rey de bastos. El Xemei no tiene el poder de la Viagra, pero da felicidad, proeza que aplaza a las seis mi afiliaci¨®n al club de los "nihilistas del mundo un¨ªos". Max, el chef; Mauri, el encargado de sala, y Steffano, el ide¨®logo del invento, son los culpables del aplazamiento y de intensificar mi nostalgia por Italia.
Necesito volver a Italia. Retornar a esa tierra capaz de convertir la vida en un precioso absurdo, y el absurdo, en pura biograf¨ªa. Pensaba empezar mi vuelta por la poblaci¨®n siciliana de Messina, donde he le¨ªdo que en la Trattoria Al Padrino es posible comer una pasta coi cecci como la que masticaban esos ladrones de poca monta. Pero el Xemei me ha hecho cambiar de parecer y empezar¨¦ mi viaje por el V¨¦neto y sus trattorias. Espero que Brunetti acepte mi invitaci¨®n. Y mientras paso estos meses preparando la huida, me resguardo en Pavese: "Sangue di primavera, tutta la terra trema di un anticco amore".
?Viva Italia manque pierda!
- Lo m¨¢s: los productos tra¨ªdos de Italia.
- Lo menos: encontrar aparcamiento en la zona.
- Direcci¨®n: Xemei. Paseo de la Exposici¨®n, 85. Tel¨¦fono 93 533 51 40
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