El Bar?a de Guardiola golea al Hibernian y gusta

De claras reminiscencias cruyffistas, el Bar?a de Guardiola propone un f¨²tbol controlado y alegre. Es generoso en el desgaste defensivo; pausado y letal en campo contrario. Fue la primera probatura ante el Hibernian escoc¨¦s, un adversario menor y pusil¨¢nime que se content¨® con perseguir la pelota. Pero el rondo que defini¨® a Cruyff, descubri¨® en Edimburgo a Guardiola. Puro espect¨¢culo y f¨¢cil goleada: 0-6.

Con la propuesta de un 4-3-3, el Bar?a mezcla con persistencia el juego interior con el ataque desde los costados, al tiempo que defiende con todos sus efectivos. Pero la defensa, al contrario que con Rijkaard, cobra un protagonismo significativo; es la encargada de sacar la pelota jugada. En el eje de la zaga, M¨¢rquez y Piqu¨¦ -despu¨¦s Mart¨ªn C¨¢ceres- movieron deliciosamente el cuero de lado a lado hasta conectar con el lateral o, mediante un cambio de orientaci¨®n, alcanzar al extremo opuesto. Pero siempre de l¨ªnea a l¨ªnea, sin probar un pase en profundidad o al hueco. El bal¨®n al suelo y al pie por decreto. Por el ala derecha, adem¨¢s, se estren¨® Alves, un cohete que trenz¨® a las mil maravillas con Messi y que le dobl¨® cuantas veces le apeteci¨®. Queda por ver si Abidal, en la enfermer¨ªa anoche, tiene la misma libertad por el carril izquierdo.

La participaci¨®n ofensiva de los centrocampistas, aunque disimulada, result¨® determinante. El medio centro y los volantes, en contraposici¨®n a lo que se hac¨ªa con Rijkaard, se limitan a tocar r¨¢pido, sin conducir la pelota.

Mientras, persiste el conflicto de intereses en torno a Messi. La FIFA insta al Barcelona a que libere al jugador para disputar los Juegos Ol¨ªmpicos, mientras que desde el club se insiste en que Messi debe disputar la previa de la Champions.