La trama
Aunque la realidad est¨¢ hecha de part¨ªculas, las part¨ªculas no se comportan como la realidad. Traspasada la frontera del ¨¢tomo, se entra en un universo completamente ajeno a las leyes de la f¨ªsica. All¨ª el tiempo no es el tiempo, la luz no es la luz, el espacio no es el espacio y las cosas no son lo que son. Hay part¨ªculas que se encuentran en dos lugares a la vez y part¨ªculas que est¨¢n y no est¨¢n de forma simult¨¢nea (en este nivel, el ser y no ser sustituye al c¨¦lebre ser o no ser). Hay tambi¨¦n part¨ªculas que llegan a su destino antes de haber salido de su origen y part¨ªculas que a ratos funcionan como materia y a ratos como energ¨ªa. Por supuesto, olv¨ªdense ustedes de conceptos tan importantes como la causa y el efecto, el arriba y el abajo o la derecha y la izquierda. Estamos hechos de cosas que no somos, lo que, aparte de un misterio, es una limitaci¨®n que nos impide dormir en el burdel y en casa al mismo tiempo. Y no podemos llegar a Soria antes de haber salido de Madrid. Y si tropezamos con una piedra nos caemos. Y si somos Fulano de Tal no podemos ser Mengano de Cual. Mientras tanto, los electrones y dem¨¢s duendes de su pelaje hacen diabluras en el interior de nuestros ¨¢tomos. Parece mentira que seamos tan aburridos por fuera y tan divertidos por dentro. La noticia es que hemos logrado fabricar un "dentro" enorme, con forma de tubo, en el que el mi¨¦rcoles pr¨®ximo pondremos en danza a un conjunto de part¨ªculas elementales, para ver qu¨¦ pasa. Aunque la noticia est¨¢ funcionando en la prensa a modo de subtrama, constituye uno de los argumentos principales de la realidad. Y es que el d¨ªa que nos expliquen como Dios manda (o sea, desde la literatura) lo que ocurre en el nivel subat¨®mico (en el s¨®tano) nos importar¨¢n un bledo (qu¨¦ rayos querr¨¢ decir bledo) la mitad de las cosas por las que ahora perdemos el culo.
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