Grandezas de una infamia

La grandeza de esta fiesta radica, entre otras cosas, en que rara es la tarde en la que un detalle, una r¨¢faga, un instante fugaz, a veces casi imperceptible, no se convierte en un trallazo para el sentimiento.
Volv¨ªa ayer a Las Ventas Frascuelo -60 a?os cumplidos y 34 de alternativa, cuajados de sue?os, y casi todos por cumplir- despu¨¦s de la grave cogida que sufri¨® en el San Isidro pasado. Y la plaza, encari?ada desde siempre con este torero, le oblig¨® a salir al tercio y responder, montera en mano, a una sentida ovaci¨®n. Es un rom¨¢ntico, sin duda, este hombre; sus veteranos muslos est¨¢n dibujados por cicatrices todav¨ªa ardientes; ya no le acompa?an las facultades juveniles ni un coraz¨®n virginal, pero, v¨¢lgame Dios, tiene andares toreros y desparrama solera all¨¢ por donde va. La media ver¨®nica con la que dej¨® en suerte a su primero ante el caballo fue de categor¨ªa; como lo fueron esos doblones por bajo, majestuosos y pre?ados de elegancia, con los que inici¨® el trasteo de muleta en sus dos toros. Brind¨®, agradecido, su primero al p¨²blico, pero no pudo redondear la tarde; en parte, porque el paso del tiempo es cruel para todos y, en otra parte, porque su lote no era de triunfo: rajado y soso uno, y de embestida descompuesta el otro. Se march¨® Frascuelo en silencio, masticando, quiz¨¢, otra tarde so?ada en la futura lejan¨ªa, pero perdi¨®, qui¨¦n sabe, una oportunidad de oro para decir adi¨®s y poner broche de oro a una trayectoria dign¨ªsima que ha contado con el favor de buenos aficionados. Pero los sue?os de los toreros son inescrutables, como los designios de Dios.
Pe?ajara / Frascuelo, Morenito, Joselillo
Toros de Pe?ajara, desigualmente presentados (anovillado el tercero), mansos, inv¨¢lidos, broncos y muy deslucidos. El sexto, devuelto, fue sustituido por otro de Jandilla, inv¨¢lido.
Frascuelo: pinchazo, casi entera contraria -aviso- y un descabello (silencio); pinchazo, media atravesada y dos descabellos (silencio).
Morenito de Aranda: pinchazo y media (silencio); estocada baja (palmas).
Joselillo: estocada desprendida (silencio); estocada baja (silencio).
Plaza de Las Ventas. ?ltima corrida de la Feria de Oto?o. 5 de octubre. Casi lleno.
Otros momentos de inspiraci¨®n los protagonizaron Luis Carlos Aranda y Jos¨¦ L. Romero Lipi, que colocaron sendos extraordinarios pares de banderillas en el primero y cuarto toros, respectivamente, saliendo andando de la suerte, como los grandes toreros.
Esboz¨® la ver¨®nica Morenito de Aranda en el segundo, totalmente inservible, y demostr¨® voluntad a raudales ante el sos¨ªsimo quinto, aunque su disposici¨®n no sirvi¨® de nada ante la falta de clase de su oponente. Y un par de ver¨®nicas traz¨® Joselillo en el sexto, un sobrero noblote y descastado.
Fueron ¨¦stas las r¨¢fagas de grandeza, pero lo m¨¢s grande, por desgracia, fue la infame corrida de Pe?ajara, mal presentada y cuajada de defectos. El p¨²blico protest¨® ruidosamente la presencia del tercero, pero el presidente que lo hab¨ªa aceptado se hizo el sordo. La devoluci¨®n del sexto no le exime de una actuaci¨®n nefasta. Se acab¨® la Feria de Oto?o, a la que s¨®lo la han salvado las grandezas hist¨®ricas de un torerazo llamado Miguel ?ngel Perera y la casta de algunos ejemplares de Victorino Mart¨ªn.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
