C¨®ctel de medicinas
La compra de Wyeth por Pfizer abre el camino a la consolidaci¨®n en el sector farmac¨¦utico de EE UU
El farmac¨¦utico es un sector maduro. Y con tantos grandes actores perdiendo la protecci¨®n que les dan sus patentes, sin que se vea en el horizonte la llegada de una ola de innovaci¨®n que les permita compensar las p¨¦rdidas de ingresos con nuevos medicamentos, la consolidaci¨®n se convierte en un paso natural. Ese es el camino que eligi¨® Pfizer esta semana, adquiriendo
Wyeth, por la que pagar¨¢ 68.000 millones de d¨®lares.
A pesar de las restricciones que desde hace un a?o tienen congelado el mercado de cr¨¦dito a escala global, Pfizer pudo permitirse el lujo de recaudar hasta 22.500 millones para financiar la operaci¨®n. Le ayud¨® el hecho de que dispone de 26.800 millones en efectivo en su balance. Adem¨¢s, las farmac¨¦uticas suelen ser compa?¨ªas a prueba de recesi¨®n, lo que hace que los pr¨¦stamos tengan menos riesgos. Y llevaba tiempo preparando el terreno.
Pfizer diversifica as¨ª su oferta y no depende tanto de un solo producto
Los expertos creen que el futuro pasa por invertir en biotecnolog¨ªa
El consejero delegado de Pfizer, Jeff Kindler, se concentr¨® hasta ahora en reducir costes, despidiendo a 17.500 empleados en los ¨²ltimos dos a?os, cerrando laboratorios y vendiendo plantas para mejorar la eficiencia de la compa?¨ªa. Pero los inversores ped¨ªan algo m¨¢s para preservar su liderazgo. El laboratorio se topa con el problema de que en 2011 expira la patente que le permite vender en exclusiva Lipitor, el popular tratamiento contra el colesterol.
Las ventas anuales de Lipitor que ascienden a 12.000 millones, el equivalente a una cuarta parte de su facturaci¨®n. No es el ¨²nico con fecha de caducidad. Algunos analistas calculan que Pfizer podr¨ªa llegar a peder entre el 50% y el 70% de sus ingresos en 2015 si no es capaz de lanzar nuevas drogas al mercado para reemplazar las que pierde la exclusividad.
Kindler explic¨® que la compra de Wyeth es una respuesta a los miedos que circulan en el parqu¨¦ por la ca¨ªda de ingresos que sufrir¨¢ con la p¨¦rdida de ese escudo. En paralelo, las reglas que se aplican en EE UU y Europa para la aprobaci¨®n de nuevos tratamientos son cada vez m¨¢s duras, lo que fuerza a las compa?¨ªas a reducir las inversiones en investigaci¨®n.
Y es que Pfizer, como otras de sus grandes rivales, debe encontrar la manera para seguir lanzando nuevos productos al mercado con los que mantener vivos sus ingresos y seguir inspirando a los accionistas, mientras ve como los gen¨¦ricos se adentran r¨¢pidamente en su terreno. Wyeth no es ajena a esta tendencia y perder¨¢ el a?o pr¨®ximo la patente de su antidepresivo Effexor XR.
La compra anunciada esta semana es la m¨¢s importante del sector farmac¨¦utico desde que Glaxo adquiri¨® SmithKline en 2000, por la que pag¨® 78.000 millones. Wall Street suele recibir con escepticismo este tipo de megafusiones. Pero en el caso de esta industria, la consolidaci¨®n se ve como un paso necesario, porque la expiraci¨®n de las patentes en 2011 y 2012 coincide con un momento en el que la inversi¨®n en investigaci¨®n y desarrollo es baja. La ejecutiva de Pfizer parece demostrar que tiene un plan para ser puntera en la nueva realidad que domina en la industria, lo que en principio deber¨ªa servir para marcar el fondo a sus acciones. El reto, sin embargo, estar¨¢ en hacerlo funcionar bien.
Algunos analistas se preguntan por qu¨¦ el propietario de Viagra opt¨® por una operaci¨®n tan costosa, en lugar de mirar a otras compa?¨ªas m¨¢s innovadoras, como Amgen,
BioMarin o Allergan, o, incluso, adentrarse en los gen¨¦ricos.
La variada cartera de medicamentos de Wyeth genera unos ingresos por valor de 23.000 millones anuales. Pero sobretodo, Pfizer consigue con esta compra diversificar los medicamentos que pone en el mercado hacia las vacunas, y no depender tanto de un solo producto. Adem¨¢s, Wyeth cuenta en la actualidad con 60 nuevos medicamentos en fase de desarrollo y el a?o pasado recibi¨® ya el aprobado para la comercializaci¨®n de tres.
Los analistas coinciden al afirmar que esta puede ser la primera de una nueva ola de fusiones en el sector. Y no s¨®lo para hacer frente a la competencia de sus rivales gen¨¦ricas. La presi¨®n pol¨ªtica en EE UU para que las farmac¨¦uticas reduzcan el coste de sus medicamentos es cada vez mayor, y llega tanto desde Washington como desde las aseguradoras privadas.
La atenci¨®n del parqu¨¦ se dirige as¨ª hacia AstraZeneca, como pr¨®ximo gran objetivo de una fusi¨®n. Otro actor que podr¨ªa tener pretendiente es Crucell, que estaba negociando integrase a Wyeth. Y en el mismo plato entran las compa?¨ªas biotecnol¨®gicas Amgen, Biogen Idec y Gilead, sobre las que se dec¨ªa estaban en el punto de mira del gigante Pfizer y que son m¨¢s f¨¢ciles de financiar.
Las combinaciones pueden ser m¨²ltiples y es en este contexto en el que la suiza Roche resucit¨® su oferta por el 44% que le falta en la biotecnol¨®gica Genentech. Porque la biotecnolog¨ªa es, seg¨²n los expertos, la fuente de futuros tratamientos. Los ingresos no son tan jugosos a corto plazo como para compensar los que pierden por la expiraci¨®n de las patentes, pero pueden ser una soluci¨®n de largo recorrido.
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