El duelo de Melbourne Park
Hay palabras gastadas por el mal uso que recobran un d¨ªa todo su fulgor: ¨¦pica; la que se desarroll¨® durante cinco horas y 14 minutos, duraci¨®n r¨¦cord de un partido de tenis en aquellas pistas, el viernes pasado en Melbourne Park. Dos espa?oles, el campe¨®n de servicio, Rafael Nadal, Manacor, 22 a?os, y el aspirante revelaci¨®n del a?o, Fernando Verdasco, Madrid, 25 a?os.
Y su partido fue la consagraci¨®n de la ¨¦pica; tanto que muchos espectadores debieron desear que el empate a juegos y sets se mantuviera para toda la eternidad. La estad¨ªstica, esa aritm¨¦tica recreativa que hace que todos comamos filete sin medir lo que le toque a cada uno, perge?¨® un partido imposible. Con casi un centenar de golpes ganadores, el doble que su rival, Verdasco no pod¨ªa perder el match; con 76 errores no forzados, el triple que Nadal, no pod¨ªa ganarlo, y con 193 puntos del mallorqu¨ªn por 192 del castellano, ambos pod¨ªan vencer.
Al final gan¨® el campe¨®n que, pese a su juventud, es ya todo un veterano, en un extenuante quinto set en el que la pelota estuvo tanto metaf¨®rica como f¨ªsicamente en el aire hasta el ¨²ltimo bote, de la ¨²ltima pelota, del ¨²ltimo juego.
Y la gran prestaci¨®n del s¨®lo formalmente derrotado culmina un recorrido sumamente esperanzador para el deporte de alta competici¨®n. Con la aceleraci¨®n de la historia en vidas, profesiones y entretenimientos, el deportista de ¨¦lite alcanza su primera madurez apenas rebasados los 20 a?os. ?se es el caso del helv¨¦tico Roger Federer y del propio Nadal, pero no el de Verdasco. Prometedor a los 20, buenecillo a los 23, y espl¨¦ndida realidad a sus actuales 25, dio a Espa?a la Copa Davis en Argentina el pasado noviembre, y lleg¨® al Open entre los 20 primeros del mundo para salir con el 9 a la espalda colgado y subiendo.
Fer, como se le conoce, no reinicia ahora su carrera; la contin¨²a, pero sabiendo que ya nada le puede estar negado, que el gran tenista explota cuando explota, y que el DNI es s¨®lo un documento de identidad.
Rafael Nadal gan¨® en buena lid y hoy defiende su corona ante el suizo; pero no por ello Verdasco qued¨® en lo m¨¢s m¨ªnimo derrotado.
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