El Atl¨¦tico espanta sus demonios

Acostumbrado a grandes gestas y mayores fracasos, el Atl¨¦tico se dio anoche una alegr¨ªa despu¨¦s de sudar la gota gorda ante un especulador Numancia que le esper¨® en lo m¨¢s profundo de la cueva. Hasta la salida de Banega, el cuadro de Pacheta chaf¨® durante una hora larga las aspiraciones europeas de la escuadra del Manzanares. Al contrario que Assun??o y Ra¨²l Garc¨ªa, enmara?ados en la telara?a soriana, el cerebro argentino resolvi¨® con suficiencia el entuerto.

?l solito fabric¨® el gol que finiquit¨® la resistencia numantina. Tras romperle la cintura a Sergio Ortega en una baldosa del ¨¢rea, coloc¨® el bal¨®n en la escuadra, lo suficientemente lejos de Juan Pablo, un pulpo con en el que se toparon Maxi, Ag¨¹ero y quien hiciera falta. Forl¨¢n s¨®lo vio puerta tras un error en cadena de la defensa, incluido un resbal¨®n, que le permiti¨® sentenciar el duelo y seguir engordando sus n¨²meros. A la sombra de Ag¨¹ero, el pistolero charr¨²a ya cuenta 21 aciertos.

A la sombra de Ag¨¹ero, Forl¨¢n engord¨® sus n¨²meros y ya lleva 21 goles

Banega aport¨® el ox¨ªgeno que tanto echaba en falta el Atl¨¦tico, un grupo sin t¨¦rmino medio, que tan pronto da una de cal como otra de arena y que, tras muchas idas y venidas ha enlazado de nuevo con el cuarto puesto, el ¨²ltimo que da acceso a una Champions de rebajas. Con permiso del Valencia, claro, otro que tal baila.

El D¨ªa de las Pe?as inspir¨® al Atl¨¦tico, que termin¨® d¨¢ndose un fest¨ªn ante uno de los rivales m¨¢s endebles del campeonato. No lo pareci¨® en la primera parte cuando Goiria, solo delante de Leo Franco, tuvo en las botas una oportunidad de oro. Igual que Del Pino, que oblig¨® al portero colchonero a emplearse a fondo en un tiro cruzado desde el v¨¦rtice del ¨¢rea. Al igual que contra el Mallorca y Osasuna, el cuadro de Abel dio en los 45 minutos iniciales una imagen desharrapada en su propio estadio, donde los silbidos de la grada provocan urticaria en el vestuario. Al Numancia, el peor visitante de la Liga con cuatro puntos a domicilio, le bast¨® en ese periodo con replegarse, cerrar filas y esperar el cortocircuito rojiblanco.

Una obviedad cuando Ra¨²l Garc¨ªa y Assun??o son los encargados de crear el juego. Con dos futbolistas m¨¢s briosos cavando trincheras que tirando pases al hueco, el centro del campo del Atl¨¦tico es un agujero negro. Abel oli¨® el peligro y dio carrete a Banega, de vocaci¨®n m¨¢s ofensiva pero cuestionado por sus faltas de disciplina, al poco de arrancar la segunda parte. Ah¨ª se acab¨® el duelo para el Numancia, que no saca la cabeza del pozo y jornada a jornada se hunde un poquito m¨¢s en Segunda. Mientras, el Atl¨¦tico espant¨® sus fantasmas con una goleada que le sirve para lamer sus ¨²ltimas heridas y cumplir con su objetivo de repetir en la Liga de Campeones. Sim?o, tras sus males personales, cerr¨® el c¨ªrculo y se dio un respiro remachando el marcador con la inestimable ayuda de Sergio Ortega, que toc¨® el esf¨¦rico lo justo para mandarlo a puerta.

El Atl¨¦tico, pese a sus carencias en el centro del campo, est¨¢ de vuelta. Una muestra m¨¢s de las facilidades de esta Liga.