La mitad de las personas dependientes reconocidas reciben la ayuda
La crisis impacta en los servicios sociales y la Generalitat prepara un plan de apoyo
Una cosa es que la Administraci¨®n reconozca el grado de dependencia. Otra es recibir la ayuda. El 16 de mayo la ley de la dependencia cumplir¨¢ dos a?os. Catalu?a ha registrado 185.000 solicitudes de personas interesadas en acogerse a la Ley de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y Atenci¨®n a la Dependencia hasta final de marzo; de ellas, se ha valorado ya a unas 130.000. Aproximadamente la mitad reciben alg¨²n tipo de prestaci¨®n.
A una ley que le cuesta arrancar se suma la crisis, que ha impactado en los servicios sociales. El efecto es un retraso en la fase final de la gesti¨®n, los denominados planes individuales de atenci¨®n (PIA), que especifican qu¨¦ prestaci¨®n debe recibir la persona dependiente. "Los ayuntamientos tienen en estos momentos una demanda muy importante para atender temas sociales derivados de la crisis econ¨®mica. Los equipos de los servicios sociales b¨¢sicos son los que son y han de atender las demandas de la dependencia, de la crisis...", describe Jordi Tudela, director del programa para el impulso de las ayudas a la dependencia de la Generalitat. Tudela confirma que los trabajadores sociales realizan unas 10.000 valoraciones al mes, pero no especifica cu¨¢ntos PIA.
El Departamento de Acci¨®n Social y Ciudadan¨ªa est¨¢ estudiando un plan de apoyo a los consistorios que permita agilizar la tramitaci¨®n de estas ayudas, aunque todav¨ªa no ha concretado las medidas. "La crisis no afecta a las prestaciones, que est¨¢n garantizadas, sino al ritmo de trabajo de los servicios sociales. Otras comunidades han preferido alargar los plazos de valoraci¨®n y en lugar de seis fijan 12 meses. Nosotros no", subraya Tudela, que informa de que el plazo medio de valoraci¨®n en Catalu?a est¨¢ entre cuatro y cinco meses, y asegura que los casos en que se superan los seis meses -plazo l¨ªmite marcado por la ley- o m¨¢s son "aislados".
El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, informa de que ha aumentado el gasto social el 25% y que mantiene un buen ritmo en la gesti¨®n de las ayudas. "Hemos blindado la elaboraci¨®n de PIA", asegura el concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Gom¨¤.
Uno de los problemas con los que se encuentra el Departamento de Acci¨®n Social y Ciudadan¨ªa es la falta de personal. "No tenemos gente que se dedique a los servicios sociales. Vamos a la bolsa de paro buscando estos trabajadores y nos dicen que no hay", denuncia Tudela. La implantaci¨®n de la ley en Catalu?a ha supuesto la creaci¨®n en dos a?os de aproximadamente 27.000 puestos de trabajo con contrato o con convenio con la Seguridad Social, entre cuidadoras, trabajadoras sociales y personal de residencia y centros de d¨ªa.
Mujer sola de 80 a?os
El perfil de la persona con dependencia es el de una mujer mayor de 80 a?os que vive en Barcelona o en sus alrededores y tiene una discapacidad f¨ªsica por la edad. "B¨¢sicamente nos piden un cuidador. Est¨¢ pasando lo que los estudios dec¨ªan: la gente quiere vivir en casa el m¨¢ximo tiempo posible", explica Tudela. Y precisamente esos cuidadores no profesionales todav¨ªa no han empezado a recibir cursos de formaci¨®n de manera generalizada. El motivo: la financiaci¨®n de la ley no prev¨¦ esos cursos. La Generalitat ultima una plataforma que incluir¨¢ los cursos, un tel¨¦fono de asistencia y grupos de apoyo.
El Raval, asfixiado
"El Raval es un barrio castigado, pero con la crisis las cosas est¨¢n peor". As¨ª se expresa Carol Gonz¨¢lez, trabajadora social del ?rea B¨¢sica de Salud del Raval Sud, dependiente del Instituto Catal¨¢n de la Salud. Ella no gestiona las ayudas de la dependencia, pero asegura que la norma se ha convertido en un "embudo". "Tenemos a much¨ªsima gente en su casa, como enfermos cr¨®nicos y personas mayores, que est¨¢ esperando una valoraci¨®n para acceder a los recursos que ofrece la ley. Adem¨¢s nos est¨¢n recortando las ayudas", denuncia la trabajadora. "Con la llegada de la crisis estamos desbordados, recibimos peticiones de gente que hasta ahora no la hab¨ªa necesitado".
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