Yo s¨®lo ense?o aborto espont¨¢neo
La docencia obligatoria de la interrupci¨®n del embarazo en Medicina puede ser la pr¨®xima batalla - Pero ?puede objetarse a la formaci¨®n?
Los alumnos de Medicina y Enfermer¨ªa tendr¨¢n que estudiar, en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica, la interrupci¨®n voluntaria del embarazo seg¨²n el proyecto de ley del aborto que tramitan las Cortes. Pero dos universidades cat¨®licas, la de Navarra y la Fundaci¨®n San Pablo CEU, ya han dicho p¨²blicamente que no acatar¨¢n esta obligaci¨®n legal si llega a aprobarse. Otros centros religiosos como la Universidad Francisco de Vitoria o la Pontificia de Comillas no se pronunciar¨¢n, si lo hacen, hasta que no se apruebe la ley y vean exactamente a qu¨¦ les obliga. De su futura respuesta depender¨¢ si la ense?anza de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo se convierte en otra campa?a objetora como la que ya tuvo lugar con Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa.
El MIR incluye ya el aborto voluntario, pero no suele cumplirse
Actualmente, lo que se da en la facultad es la "contracepci¨®n"
"En clase se cuenta lo que cada profesor quiere", dice una alumna
S¨®lo el 2% de los abortos se realiza en hospitales p¨²blicos
Algunos sostienen que la t¨¦cnica es similar a la de una interrupci¨®n natural
Las asociaciones de planificaci¨®n dicen que debe ser un acto sanitario m¨¢s
"Nos negamos a solucionar la tragedia de un embarazo indeseado con la tragedia superior del aborto. Nos negamos a incorporar las t¨¦cnicas abortivas a los contenidos de la educaci¨®n. Nos comprometemos a formar profesionales para curar, investigar y ayudar", dicen los decanos de la Universidad de Navarra. El CEU afirma lo siguiente: "No acataremos ninguna disposici¨®n que atente contra la vida humana y que contradiga las exigencias de la ¨¦tica m¨¦dica. La posici¨®n de la Fundaci¨®n Universitaria San Pablo CEU, con las titulaciones sanitarias de sus Universidades CEU San Pablo y CEU Cardenal Herrera, no responde ¨²nicamente a una leg¨ªtima opci¨®n moral, sino a una objeci¨®n de ciencia".
La oposici¨®n de los m¨¦dicos a practicar abortos voluntarios est¨¢ muy extendida en Espa?a; tanto que apenas el 2% de las interrupciones voluntarias de embarazo se lleva a cabo en hospitales p¨²blicos. El supuesto derecho a la objeci¨®n no se recoge en ninguna ley, aunque s¨ª la reconoce una sentencia del Tribunal Constitucional. Uno de los prop¨®sitos de la nueva regulaci¨®n es ponerle coto y que los centros hospitalarios tengan la obligaci¨®n de asegurar la prestaci¨®n, aunque algunos profesionales no quieran practicarla por motivos de conciencia. Una cuesti¨®n nueva es si la objeci¨®n puede llegar tambi¨¦n a los centros docentes.
Las partes en conflicto no se ponen de acuerdo sobre si es necesaria la formaci¨®n espec¨ªfica de la que habla el proyecto de ley. Guillermo L¨®pez, director del Departamento de Ginecolog¨ªa de la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra, asegura que no: "Todos los m¨¦dicos que hacen la especialidad de ginecolog¨ªa en nuestra cl¨ªnica saben hacer legrados uterinos por aborto y conocen las t¨¦cnicas necesarias para la pr¨¢ctica de la especialidad. Cosa distinta es el aborto provocado, que en nuestro centro no se hace ni se har¨¢. No hay ni habr¨¢ ninguna ley que nos obligue a hacerlo. Tampoco se practican en la inmensa mayor¨ªa de los hospitales p¨²blicos y privados de Espa?a".
Las asociaciones de planificaci¨®n familiar defienden lo contrario. "Es muy importante que los contenidos de las carreras y la especialidad cambien", opina Isabel Serrano, presidenta de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal (FPFE). "Es fundamental que se incluyan en la formaci¨®n los abortos voluntarios no s¨®lo por una cuesti¨®n de t¨¦cnica, sino tambi¨¦n para ense?ar el necesario apoyo psicosocial al proceso que est¨¢ viviendo la mujer. M¨¦dicos, enfermeras y matronas tienen que saber c¨®mo abordar los temas de sexualidad, anticoncepci¨®n, abortos... Son actos sanitarios que afectan a decenas de miles de mujeres cada a?o. Hay pr¨¢cticas mucho menos frecuentes que s¨ª se ense?an. En estos momentos todo depende de la sensibilidad del jefe de servicio de turno, y esto no puede ser. Debe dejar de ser un tab¨²; que los residentes j¨®venes no crean que es algo ajeno a su formaci¨®n como ginec¨®logos".
La cl¨¢usula de la formaci¨®n obligatoria se incluy¨® en el Congreso de los Diputados a ¨²ltima hora a propuesta de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya. Gaspar Llamazares, diputado de IU, explica por qu¨¦ la considera imprescindible: "Los programas de ciencias de la salud son muy cl¨¢sicos y biol¨®gicos, y deben incorporar un enfoque m¨¢s social que incluya la educaci¨®n sexual y el aborto voluntario. Es la ¨²nica forma de que se normalice como una prestaci¨®n m¨¢s del Sistema Nacional de Salud. La formaci¨®n tambi¨¦n va a abrir la puerta a que puedan empezar a practicarse estas intervenciones en los hospitales p¨²blicos. Debe explicarse a las mujeres en la sanidad p¨²blica lo que es un aborto sin prejuicio ideol¨®gico".
?Cu¨¢l es la situaci¨®n en estos momentos? "En clase se est¨¢ contando lo que cada profesor quiere contar", relata Marta Jim¨¦nez, alumna de Medicina en la Aut¨®noma de Madrid y, hasta el a?o pasado, responsable de la coordinadora de salud reproductiva de la Federaci¨®n de Asociaciones de Estudiantes de Medicina. En su caso, relata, s¨®lo le explicaron en clase la parte del aborto fisiol¨®gico, el que se suele producir de manera natural en el primer trimestre del embarazo. Nada de la interrupci¨®n voluntaria. Aunque Jim¨¦nez admite que durante la carrera lo que se explican son conceptos generales, y que la t¨¦cnica concreta del legrado uterino "no tiene mucha complicaci¨®n", entiende que se introduzca su ense?anza en la ley: "Como futuro profesional, lo vas a tener que hacer, y si nadie te lo ha explicado...".
"Lo m¨¢s importante es regular la objeci¨®n de conciencia de los m¨¦dicos", dice Javier Mart¨ªnez Salme¨¢n, jefe de Ginecolog¨ªa del hospital Severo Ochoa de Madrid. "Pero si me pregunta si creo que se puede objetar a la formaci¨®n, creo que no. Hay que conocer las t¨¦cnicas, por la sencilla raz¨®n de que alguna vez un m¨¦dico se puede encontrar frente a una urgencia y tiene que saber c¨®mo actuar".
Los estudios de m¨¦dicos y enfermeras constan de dos fases: la carrera com¨²n y la formaci¨®n especializada que imparten los hospitales docentes acreditados para los MIR (m¨¦dico interno y residente). La formaci¨®n en abortos provocados parece que tendr¨ªa que estar presente en ambas etapas, seg¨²n lo que dispone el proyecto de ley.
Con la reforma europea de las universidades, ahora son ¨¦stas, con much¨ªsimo margen de maniobra, las que confeccionan sus t¨ªtulos. En el caso de las profesiones reguladas, y en especial las que tienen normativa europea, como Medicina, el margen es m¨¢s peque?o. Los planes de estudio se deben atener a unos m¨ªnimos oficiales, y el Ministerio de Educaci¨®n (a trav¨¦s de la agencia de evaluaci¨®n ANECA) comprueba que esto es as¨ª antes de dar el visto bueno para que la carrera sea oficial.
En esos contenidos m¨ªnimos ya hay una parte que habla de que los alumnos deben tener conocimientos y competencias en contracepci¨®n, pero, al ser un concepto tan amplio, hay mucho margen para ense?ar o no los abortos. Aun as¨ª, la ANECA ya tuvo que llamar la atenci¨®n a varias universidades cat¨®licas para que introdujeran la contracepci¨®n en sus planes, aseguran fuentes del organismo. En cualquier caso, como contaba la estudiante Marta Jim¨¦nez, durante la carrera de Medicina lo que se aprenden son conceptos m¨¢s generales; y es muy dif¨ªcil, si no imposible, controlar la carga ideol¨®gica de lo que se ense?a, si se habla -y c¨®mo- de todos los m¨¦todos anticonceptivos o s¨®lo de la abstinencia.
Una vez obtenida la licenciatura (o el grado, nombre futuro de las carreras con la reforma europea), los estudiantes pasan a la especialidad. Los programas los aprueba una comisi¨®n nacional. El ¨²ltimo, publicado en mayo de 2009, ya inclu¨ªa de hecho varias referencias al aborto voluntario. Se recoge, por ejemplo, dentro de las actividades relacionadas con las urgencias, el "asistir a interrupciones legales de embarazo (voluntarias)".
Ahora no se cumple. Pero no s¨®lo en los hospitales y cl¨ªnicas universitarios cat¨®licos. Tampoco en muchos p¨²blicos, y por la misma raz¨®n: no practican abortos. En toda la Comunidad Aut¨®noma de Arag¨®n s¨®lo se hicieron cuatro interrupciones voluntarias de embarazo en centros p¨²blicos en 2008; en Madrid, tambi¨¦n cuatro (de m¨¢s de 20.000); en Andaluc¨ªa, 18. Con estos datos, resulta imposible que los estudiantes hayan tenido contacto con esta pr¨¢ctica.
Con la nueva ley se pretende, en principio, que m¨¢s hospitales p¨²blicos asuman la prestaci¨®n, de forma que en estos centros el problema de la formaci¨®n se ir¨ªa paliando poco a poco. Pero, ?c¨®mo se va a controlar que los centros cumplan lo que establece la ley? No est¨¢ claro. "El Ministerio de Sanidad acredita a las unidades docentes capacitadas para impartir cada especialidad, y en cada centro docente existe, a su vez, una comisi¨®n encargada de supervisar que se est¨¢ dando un correcto cumplimiento al programa y que los alumnos lo siguen como corresponde", explica un portavoz del ministerio. "Existe, adem¨¢s, un plan de auditor¨ªas externas con profesionales de otros centros que eval¨²an el correcto cumplimiento de los programas".
Hasta el momento, ninguna auditor¨ªa ha informado de que lo relativo al aborto provocado no se lleva a cabo en muchos hospitales a pesar de que ellos mismos as¨ª lo reconocen. Habr¨¢ que ver lo que ocurre si la ley se aprueba; si empieza a controlarse con mayor rigor este punto y se obliga o no a todos los centros a cumplirlo so pena de retirarles la acreditaci¨®n como centro docente oficial. Algo parecido podr¨ªa pasar con la parte de la carrera universitaria, que tiene que renovar su autorizaci¨®n como t¨ªtulo oficial cada seis a?os.
La Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo (ACAI) defiende la necesaria formaci¨®n de los m¨¦dicos en esta materia; y asegura que no es lo mismo un aborto espont¨¢neo que uno provocado. "No es lo mismo ni se usan los mismos m¨¦todos, y hay t¨¦cnicas espec¨ªficas que no pueden aprender los estudiantes si no tienen casos", se?ala Francisca Garc¨ªa Gallego, vicepresidenta de la asociaci¨®n. Hablan del problema del relevo generacional. "A los m¨¦dicos no se les ense?a, lo ven como algo ajeno a su actividad profesional y hay problemas para sustituir a los facultativos que se van jubilando", se?ala una portavoz. "Se est¨¢ cubriendo la demanda con extranjeros porque hay pocos espa?oles j¨®venes dispuestos. Tiene que empezar a verse como una prestaci¨®n sanitaria m¨¢s".
En la cat¨®lica Universidad de Navarra no lo ven as¨ª. "No va a poder ser jam¨¢s una actividad sanitaria normalizada", se?ala Guillermo L¨®pez, jefe de Ginecolog¨ªa de la cl¨ªnica. "No lo ha sido ni lo es en ning¨²n pa¨ªs. No se conseguir¨¢ nunca. Los m¨¦dicos que la hacen quedan relegados. No hacemos ni haremos abortos, pero los m¨¦dicos que hacen la especialidad de ginecolog¨ªa con nosotros salen capacitados para atender a las pacientes con abortos espont¨¢neos y con problemas postaborto, porque por supuesto que tratamos las complicaciones org¨¢nicas que nos vienen despu¨¦s de interrupciones voluntarias de embarazo practicadas fuera de nuestra cl¨ªnica".
En cualquier caso, al margen del debate sobre si las t¨¦cnicas que se usan para un aborto espont¨¢neo son o no las mismas que en uno inducido, lo que est¨¢ detr¨¢s de esta cuesti¨®n es una batalla ideol¨®gica y moral, como siempre que se discute sobre la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Ideol¨®gica es tambi¨¦n la explicaci¨®n que plantea el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Cat¨®lica de Valencia, Germ¨¢n Cerd¨¢, sobre por qu¨¦ en sus aulas s¨ª se explica el aborto: "Aunque s¨®lo sea por el hecho de poder rechazarlo deben conocerlo". Asegura que en su facultad se habla de esta cuesti¨®n, pero desde su visi¨®n cat¨®lica de "defensa de la vida" y de rechazo a lo que consideran "un aut¨¦ntico atentado" contra la misma.
El proyecto de ley del aborto est¨¢ ahora mismo en el Senado. Se espera su aprobaci¨®n definitiva en dos o tres meses. Con el texto final en la mano habr¨¢ que ver hasta d¨®nde llega la futura formaci¨®n de los m¨¦dicos. Pueden aparecer nuevos problemas, como que sean no ya los centros docentes sino algunos estudiantes los que decidan objetar.
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El texto del proyecto de ley
El art¨ªculo 8 del actual proyecto de ley sobre el aborto dice sobre la preparaci¨®n de los profesionales que "la formaci¨®n de la salud se abordar¨¢ con perspectiva de g¨¦nero e incluir¨¢":
- A) La incorporaci¨®n de la salud sexual y reproductiva en los programas curriculares de las carreras relacionadas con la medicina y las ciencias de la salud, incluyendo la investigaci¨®n y formaci¨®n en la pr¨¢ctica cl¨ªnica de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo.
- B) La formaci¨®n del profesorado en salud sexual y reproductiva, incluida la pr¨¢ctica de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo.
- C) La salud sexual y reproductiva en los programas de formaci¨®n continuada a lo largo de desempe?o de la carrera profesional.
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