El 'agit prop' de Aguirre

Juan Soler-Espiauba (Santander, 1960) es un pata negra. Uno de esos pol¨ªticos que considera que llevan el PP en su ADN. Se afili¨® a Nuevas Generaciones en 1978 cuando el partido a¨²n se llamaba Alianza Popular (AP). Ten¨ªa 18 a?os. En las ¨²ltimas semanas este diputado regional (PP) ha destacado por sus duras palabras contra el rector de la Complutense, Carlos Berzosa, al que pidi¨® que "se deje de arrebatos franquistas".

Sus intervenciones en los plenos regionales se han convertido en una colecci¨®n de salidas de tono. "Es el agit prop de Aguirre", desliza un compa?ero de partido que reconoce que se sobrepasa en su papel. Recientemente public¨® un comentario en su blog en el que insultaba a dos compa?eros de partido (I?aki Oyarzabal, secretario general del PP vasco, y a Nacho Uriarte, presidente de Nuevas Generaciones) por defender a Garz¨®n y a Bono respectivamente. Al ver que su reflexi¨®n gener¨® un gran revuelo quiso rectificar. Pero lo hizo a medias y con un cierto tono de petulancia. "Es pedante. Hace alardes de su capacidad cultural, pero cuanto m¨¢s culto es uno m¨¢s modesto deber¨ªa ser", comenta un compa?ero del PP. Desde su paso por la universidad le ha gustado relacionarse con el mundo cultural. Es un gran lector, pero su pasi¨®n es el cine: "Soy un cin¨¦fago", confiesa. Eso no le ha impedido atizar en su blog a directores de cine como Almod¨®var por las ayudas que recibe por hacer sus pel¨ªculas.

Es m¨¢s aguirrista que la propia Aguirre, dicen fuentes del Gobierno

Ha criticado a compa?eros de partido por defender a Bono y Garz¨®n

Le gusta exhibir su aguirrismo. "Conozco a la presidenta [Esperanza Aguirre] desde que estaba en el Ayuntamiento", recuerda. Y se jacta de sus coincidencias: "A veces cuando ella dice algo, yo ya estaba pensando lo mismo". Fuentes del Gobierno regional lo dejan claro: "Es m¨¢s aguirrista que la propia Aguirre y eso crea problemas". En la Asamblea es frecuente verlo aplaudir con vehemencia cada una de las intervenciones de la presidenta. En los plenos, le gusta comentar los chascarrillos del Parlamento.

De hecho, Soler conoce este ¨¢mbito al dedillo. Casi toda su carrera pol¨ªtica ha discurrido en los pasillos de la C¨¢mara regional. Fue designado diputado por primera vez en 1987 cuando la sede del Parlamento aut¨®nomo estaba en el viejo caser¨®n de San Bernardo. Ten¨ªa 27 a?os. Desde entonces ha sido testigo casi ininterrumpidamente de la azarosa vida parlamentaria de Madrid. Con una excepci¨®n, en 1999 el entonces presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, lo excluy¨® de las listas. "Nos distanciamos", reconoce Soler, quien asegura no guardar rencor. Pero otros compa?eros fechan en ese momento la ruptura con los gallardonistas. "Tiene un odio afgano a todo lo que representa Gallard¨®n", desliza un ex diputado regional. Quiz¨¢ por eso aprovecha cualquier oportunidad para meterle el dedo en el ojo. Como cuando dijo que el alcalde "probablemente haya sido el peor secretario general que haya tenido nunca AP". O cuando hace un par de a?os lo acus¨® de "querer lavar la cara al desp¨®tico r¨¦gimen chino", porque hab¨ªa visitado Pek¨ªn para promocionar la candidatura ol¨ªmpica de Madrid.

Su precocidad en el partido lo ha convertido en un hist¨®rico en la sede del PP en el distrito de Salamanca, una de las m¨¢s conservadoras. Esta agrupaci¨®n fue una de las m¨¢s activas para apoyar a Aguirre en su intento est¨¦ril de derrocar a Rajoy al frente del partido. Y all¨ª estaba Soler.

Licenciado en Historia, Pol¨ªticas y casi en Derecho. "Me quedan tres asignaturas", dice. Es portavoz adjunto del PP en la Asamblea. Le gusta vestir bien. Ir impecable. Es elegante, le gusta combinar sus corbatas coloridas con camisas a juego. Rostro amable y sonrisa permanente, pero verbo crudo. Muy buen orador, pero con excesos verbales, con frecuencia. No tiene reparos en usar un lenguaje ¨¢spero y estridente para crispar a sus rivales. "Soy muy transparente. Si tengo que decir algo, lo digo y ya est¨¢. Si me equivoco lo reconozco y pido disculpas", explica. "Es un radical y cada vez m¨¢s", revela un cargo pr¨®ximo a Gallard¨®n. Otro diputado del PP lo define as¨ª: "Es ese tipo de personas que cree que tiene derecho a decir cualquier cosa porque est¨¢ de vuelta de todo. Pero lo que le pasa es que est¨¢ pasado de vueltas".

?l se define asimismo como profundamente liberal, "en lo pol¨ªtico y en lo vital". Suele citar a [Winston] Churchill en sus discursos. "Soy muy anglofilo", descubre. "Me encanta el sistema parlamentario brit¨¢nico", agrega. Insiste en situarse en el centro pol¨ªtico. Para argumentarlo recuerda su apoyo a la ley de uniones del mismo sexo cuando la mayor¨ªa de su partido la criticaba.

Poco antes de que Gallard¨®n lo dejara fuera de la Asamblea asume la direcci¨®n de Faes, la fundaci¨®n ideol¨®gica del PP. Y all¨ª, coincide con Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty, actual consejero de Sanidad y uno de los hombres de confianza de Aguirre. Ambos traban gran amistad, lo que permite a Soler aproximarse al entorno de Aznar. No tarda en regresar a la pol¨ªtica madrile?a. Cuando el ex presidente encarga a Aguirre el reto electoral de la Comunidad de Madrid, Soler es uno de los primeros en acompa?arla. Poco despu¨¦s, Soler consigue que lo nombren portavoz de Cultura, pero no logra entrar en el Gobierno regional. Una vieja aspiraci¨®n. En 2008, tras la salida de Beteta como portavoz del grupo parlamentario ¨¦l aspir¨® a sustituirlo. Pero no fue as¨ª. "Ha llegado a rajar contra Aguirre por no contar con ¨¦l", cuenta uno de sus compa?eros en el hemiciclo. Quiz¨¢ porque lleva seis meses sin fumar, o porque tiene que hacer m¨¦ritos por la cercan¨ªa de las elecciones pero a Soler se le ha desatado el verbo.