Por un pacto de sanidad con contenido
Muchos llaman a la puerta de un pacto por la sanidad. Sin ir m¨¢s lejos el se?or G¨¹emes, en su art¨ªculo en EL PA?S del d¨ªa 13, muy acertadamente reclama su creaci¨®n y nos hace ver la grave situaci¨®n del sistema sanitario a ra¨ªz del 20? aniversario del Informe Abril. La preocupaci¨®n generada frente a los avisos de la Comisi¨®n Europea o del Banco de Espa?a contrasta con la incomprensible pasividad por parte de la mayor¨ªa de los responsables de las Administraciones P¨²blicas, sobre todo tras las numerosas advertencias que, desde hace a?os, expertos en econom¨ªa de la salud, entre otros el propio Enrique Costas Lombard¨ªa, vicepresidente del mencionado Informe Abril, realizan en foros de expertos y medios de comunicaci¨®n.
Debe haber una ¨²nica cartera de servicios sanitarios para todos
El acuerdo no ser¨¢ cre¨ªble sin mecanismos de solidaridad
La escalada de la oferta de servicios p¨²blicos, a cualquier precio, ha puesto al Estado en situaci¨®n de no poder financiarlos, de aqu¨ª el d¨¦ficit. La mayor¨ªa de los servicios p¨²blicos siguen prest¨¢ndose con la vieja e injusta tendencia, aunque pol¨ªticamente correcta, de "caf¨¦ para todos", es decir, todos se benefician por igual de la solidaridad y del esfuerzo com¨²n, independientemente de su renta o patrimonio. Ambos escenarios, pl¨¦tora de oferta y caf¨¦ para todos, han creado inevitablemente una franca burbuja en el Estado del bienestar.
La reiterada demanda de un pacto por la sanidad debe superar el escenario pol¨ªtico e incorporar criterios t¨¦cnicos y profesionales. Sin embargo, su elaboraci¨®n no debe dejarse s¨®lo en manos de pol¨ªticos, tendentes a acuerdos con poco contenido, sino que deber¨ªa partir de la creaci¨®n de una comisi¨®n permanente de expertos del sector sanitario al m¨¢s alto nivel parlamentario, regida por personalidades de reconocido prestigio, que tutelara la viabilidad y efectividad de los t¨¦rminos del pacto al que deber¨ªan llegar la mayor¨ªa de los partidos representados en las C¨¢maras.
Este gran pacto deber¨ªa gozar de una franca y necesaria credibilidad, tanto interna como internacional, para lo cual es imprescindible, en primer lugar, que arranque de la firme exigencia de despolitizaci¨®n de la sanidad, de su exclusi¨®n absoluta de la oferta pol¨ªtica y del abandono de los recurrentes planes de refinanciaci¨®n del d¨¦ficit sanitario. En segundo lugar, debe contar con un pronunciamiento, inexcusable, sobre el aseguramiento p¨²blico, con participaci¨®n del sector privado, del sistema, haciendo constar sus principios: equidad en el acceso, igualdad en prestaciones, financiaci¨®n p¨²blica y solidaridad, calidad asistencial, eficiencia, eficacia y sostenibilidad econ¨®mica.
La sostenibilidad de nuestra sanidad requiere el control del crecimiento del gasto sanitario p¨²blico. Sin embargo, esta no es una medida exclusiva, es decir, en realidad lo necesario es trazar un camino para que las medidas de contenci¨®n tengan continuidad, actuando adem¨¢s de aval y garant¨ªa de la efectividad del propio pacto. Tal vez, todo ello se consigue concretando el actual modelo sanitario y haciendo que ¨¦ste rija el sistema sanitario en la financiaci¨®n, en los criterios de planificaci¨®n, en el modelo de acreditaci¨®n de servicios y en las responsabilidades y efectos reales de la desviaci¨®n presupuestaria, mediante la evidente colaboraci¨®n entre comunidades aut¨®nomas y Estado. Este modelo, por ejemplo, debe incidir, sin tibiezas, en el principio de la igualdad en prestaciones haci¨¦ndolo efectivo a trav¨¦s de la creaci¨®n de una ¨²nica cartera de servicios sanitarios p¨²blicos para todo el territorio del Estado, inamovible, por otra parte, sin la autorizaci¨®n del Parlamento.
Todo ello no se entender¨ªa bien sin que, de forma l¨®gica y veros¨ªmil, se vertebrara el Sistema Nacional de Salud mediante la promulgaci¨®n de su propia ley, refundiendo textos y revisando, entre otras muchas cosas, el r¨¦gimen de las implicaciones vigentes en la sanidad de la Seguridad Social o de las mutuas o de las olvidadas entidades colaboradoras, etc¨¦tera. Vertebraci¨®n encaminada a gobernar los principios generales del sistema y vigilar, con instrumentos legales, el funcionamiento y sostenimiento del modelo sanitario, respetando, por descontado, las competencias de las comunidades aut¨®nomas en el marco constitucional.
Un pacto pol¨ªtico por la sostenibilidad econ¨®mica de la sanidad p¨²blica no ser¨¢ efectivo o cre¨ªble, por una parte, si no garantiza la transparencia de las cifras componentes del gasto p¨²blico y de los resultados en t¨¦rminos de salud de cada uno de los centros asistenciales, y por otra parte, tampoco lo ser¨¢ si no crea mecanismos de solidaridad, entre otros, vinculando la capacidad econ¨®mica del ciudadano a la prestaci¨®n sanitaria. En definitiva, total gratuidad para el ciudadano y las familias que lo necesiten o que requieran protecci¨®n social. Adem¨¢s, no deber¨ªa obviarse la libre movilidad sanitaria vinculada a la necesaria cooperaci¨®n entre comunidades aut¨®nomas y el reconocimiento de la objeci¨®n de conciencia asistencial, con una alternativa efectiva frente a la objeci¨®n o negativa de ser atendido en un centro sanitario que realice pr¨¢cticas m¨¦dicas contrarias a leg¨ªtimas creencias y convicciones ¨¦ticas personales.
Finalmente, el pacto por la sanidad debe hacer part¨ªcipe a la sociedad civil y profesional en el control del modelo, normalizando su participaci¨®n en todos los asuntos relevantes del sector, creando, entre otras medidas, Consejos de Gobierno en todos los centros hospitalarios compuestos mayoritariamente por ciudadanos y profesionales independientes, incorporando las buenas pr¨¢cticas y modelos de los pa¨ªses n¨®rdicos de la Uni¨®n Europea.
Algunas medidas m¨¢s podr¨ªan perfeccionar el pacto, tales como la motivaci¨®n de los profesionales de la salud, la creaci¨®n de una carrera profesional estatal compartida y la profesionalizaci¨®n de la gesti¨®n y planificaci¨®n de la sanidad, garantizando la independencia del gestor p¨²blico frente a criterios pol¨ªticos y acreditando peri¨®dicamente su competencia profesional, pero ninguna podr¨ªa sustituir a la obligaci¨®n de hacer p¨²blicas las cifras de listas de espera creando, adicionalmente, la figura de un gestor de lista de espera en cada comunidad aut¨®noma, covinculado funcionalmente a la Comisi¨®n Permanente de Expertos del sector sanitario en el Congreso de los Diputados, la cual deber¨ªa emitir un informe anual sobre el funcionamiento del sistema y su sostenibilidad.
Juan Jos¨¦ Bestard Perell¨® es experto en gesti¨®n y planificaci¨®n sanitaria, ex director general de Organizaci¨®n y Planificaci¨®n del Insalud y ex viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
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