Casi 11 horas "intensas, duras e infructuosas"

Fueron casi 11 horas de reuni¨®n. Casi 11 horas entre las 19.30 del mi¨¦rcoles y las seis de la ma?ana pasadas del jueves. Como en los viejos tiempos. Con nocturnidad, pero sin humos. Y, esta vez, sin acuerdo. "Once horas intensas, duras e infructuosas", coincidieron en resumir los asistentes. De all¨ª a la ducha y de la ducha a los quehaceres cotidianos, sin dormir.

La reuni¨®n fue menos secreta que las anteriores. No obstante, los secretarios generales de los sindicatos, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo (CC OO) y C¨¢ndido M¨¦ndez (UGT), y los representantes de la patronal (Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n y Santiago Herrero), entraron por el garaje del Ministerio de Trabajo. Les esperaban el anfitri¨®n, Celestino Corbacho, y el jefe del Gabinete de Presidencia, Jos¨¦ Enrique Serrano, destinado expresamente por Zapatero.

En principio se mare¨® un tanto la perdiz sobre los asuntos que se iban a tratar haciendo un repaso a los que ya estaban te¨®ricamente superados. As¨ª hasta que sobre las 21.00 el Gobierno sac¨® su primer papel. La patronal no tard¨® en rechazarlo, lo que constat¨® la versi¨®n sindical -y posiblemente tambi¨¦n del Gobierno- de que hab¨ªan ido al encuentro solo para comprobar si se reflejaba lo que hab¨ªan reclamado en reuniones anteriores.

Las propuestas del Ejecutivo -extensi¨®n de contratos con indemnizaci¨®n de 33 d¨ªas, endurecimiento de la temporalidad y flexibilidad interna en las empresas, principalmente- no eran precisamente lo que quer¨ªan ver y que los sindicatos, m¨¢s o menos, aceptaban. A pesar de ello siguieron negociando, mientras a unos y otros les entraban mensajes por los m¨®viles, que permanecieron abiertos durante toda la reuni¨®n. As¨ª, D¨ªaz Ferr¨¢n pudo comprobar que la posibilidad de venta de su empresa Viajes Marsans a una intermediaria llamada Posibilitum se materializaba.

Los responsables del Gobierno, mientras tanto, encargaron un segundo papel, que lleg¨® a la mesa de negociaci¨®n sobre las dos de la ma?ana. Al tiempo, se hizo un receso en el que se llam¨® a los secretarios de Acci¨®n Social de los sindicatos (Toni Ferrer y Ram¨®n G¨®rriz), al responsable de Relaciones Laborales de la CEOE (Jos¨¦ de la Cavada), t¨¦cnicos y asesores jur¨ªdicos de las tres partes para que se incorporaran.

La llegada de estos, bien metida la madrugada, dio lugar al equ¨ªvoco de que hab¨ªa fumata blanca. Nada m¨¢s lejos de la realidad. De lo que se trataba era de que los t¨¦cnicos analizaran con todos los pormenores del nuevo documento, centrado b¨¢sicamente en la flexibilidad, la contrataci¨®n y el despido. Se establecieron dos mesas de trabajo, la ya existente con los primeros espadas, y otra con los reci¨¦n incorporados. No hubo progresos. Se volvi¨® al origen de las discrepancias. Alguien coment¨®, a pie de obra: "Si no son capaces los jefes de ponerse de acuerdo, c¨®mo lo van a ser los t¨¦cnicos". El humo sali¨® negro.

Despu¨¦s, cada mochuelo a su olivo. Llegaron las conclusiones, algunas lamentaciones, muchas declaraciones y ataques cruzados. Y la constataci¨®n de que las diferencias de enfoque s¨ª parecen abismales. Comienza ahora el tiempo de espera hasta que el Gobierno entregue hoy los documentos, que pueden no ser definitivos, ya que deber¨¢ negociarlo en el Parlamento.