Hip¨®tesis

Podr¨ªa ser un pol¨ªtico socialista. Podr¨ªa estar at¨®nito, abrumado, sobrepasado por la hostilidad de las circunstancias, y reaccionar como una persona normal. En la vida cotidiana, las personas normales aprecian la sinceridad y la valent¨ªa. La capacidad de reconocer los errores, de pedir perd¨®n por las equivocaciones, de plantarse ante la arbitrariedad, constituyen tambi¨¦n valores admirables. El socialista de mi hip¨®tesis podr¨ªa haber rechazado por una vez los consejos de sus t¨¦cnicos de marketing electoral con m¨¢steres californianos, y dirigirse a los ciudadanos como una persona normal. Para contarles, simplemente, la verdad.

No me refiero a la verdad del enemigo, que es una mentira como una casa, sino a la verdad de la buena. Soy socialista, podr¨ªa haber declarado. Estoy seguro de mis ideas, de la justicia de mi pol¨ªtica, de los principios que la inspiran. Por eso, ante el acoso de los bancos y especuladores financieros que agreden a la econom¨ªa de nuestro pa¨ªs para incrementar sus ganancias, con t¨¦cnicas semejantes a las que empleaban los piratas ingleses del siglo XVIII y el ¨²nico fin de promover a un gobierno m¨¢s d¨®cil a sus intereses, he decidido que ustedes merecen saber qu¨¦ est¨¢ pasando. Recibo cada d¨ªa presiones insoportables para que renuncie a mi pol¨ªtica, pero mis convicciones me impiden aceptarlas. En estas circunstancias, prefiero dimitir y convocar elecciones, para que los ciudadanos voten con la informaci¨®n suficiente sobre los factores que afectan a su presente y comprometen su futuro.

Podr¨ªa haber sido un pol¨ªtico socialista. Podr¨ªa haberse llamado Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Podr¨ªa haber optado por comportarse como una persona normal, por ser valiente, sincero. Y habr¨ªa ganado las elecciones por goleada. Porque incluso yo, que nunca he votado a su partido, podr¨ªa haberle votado, en esta hip¨®tesis.