Explicar el plan a la izquierda y garantizar el sistema

La izquierda del PSOE y la izquierda parlamentaria, ambas ahora en minor¨ªa, se oponen a elevar la edad de jubilaci¨®n a los 67 a?os y recelan del resto de los aspectos de la reforma que planea el Gobierno. Los sindicatos la rechazan sin paliativos y una primera prueba de su protesta la pusieron en marcha el pasado s¨¢bado al manifestarse en las principales ciudades del pa¨ªs. A la de Madrid acudi¨® el diputado socialista Manuel de la Rocha, vinculado a UGT, porque le parece "un grave error la decisi¨®n del presidente de elevar la edad legal de jubilaci¨®n a los 67 a?os". En declaraciones a este peri¨®dico, De la Rocha consider¨® que "se trata de una medida innecesaria para el sostenimiento del sistema p¨²blico de pensiones, que se adopta sin acuerdo del Pacto de Toledo ni de los sindicatos, e incluso antes de sentarse a negociar con ¨¦stos".

Hoy contin¨²an en el Congreso los trabajos del Pacto de Toledo. Esta opini¨®n es bastante compartida por los diputados de la corriente Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos y Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias. Otros parlamentarios socialistas, que guardan silencio en p¨²blico, tambi¨¦n muestran gran inquietud por llevar adelante esta reforma que les puede alejar de su base social, de su electorado. No tiene por qu¨¦ ser as¨ª, ya que con "pedagog¨ªa" y "explicaciones", seg¨²n la tesis que defendi¨® ayer el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Marcelino Iglesias, la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica comprender¨¢ que la reforma es necesaria para garantizar el futuro del sistema de pensiones. Esta postura, que tom¨® cuerpo dentro de la ejecutiva, ser¨¢ un hecho porque desde el Gobierno y desde el partido se planea una explicaci¨®n masiva e intensa de la reforma.

Temor por los sindicatos

Pero los sindicatos preocupan. El Gobierno tratar¨¢ de acercarse a las centrales sindicales con lo ¨²nico que puede, las excepciones para no prolongar la vida laboral hasta los 67 a?os y los colectivos que estar¨ªan exentos. La izquierda parlamentaria se opondr¨¢ en todas las circunstancias, muy en l¨ªnea con los sindicatos.

No parece posible que se produzcan indisciplinas en el PSOE, traducidas en el voto cuando llegue el momento de votar la reforma, pero la preocupaci¨®n es un hecho. "Medidas como esta van a profundizar a¨²n m¨¢s en el distanciamiento social de quienes han apoyado el proyecto socialista", se?ala De la Rocha. Zapatero est¨¢ dispuesto a seguir adelante. "Su tiempo no es el electoral", aseguran en la ejecutiva.