Rusia se retrata

Atado a un palo por una cuerda, Andr¨¦i Kuzkin dio vueltas durante horas sobre una superficie de cemento fresco que se secaba amenazadoramente en torno a su trayectoria circular. Cuando por fin se dio por vencido, ten¨ªa el cuerpo ensangrentado y su madre, alterada, ped¨ªa que le viera un m¨¦dico. Suced¨ªa esto en 2008 en un antiguo campamento infantil de la ¨¦poca sovi¨¦tica, en el marco de la Bienal Internacional de Arte Joven de Mosc¨². Kuzkin, que recibi¨® un premio por su performance, estar¨¢ en la feria Arco de Madrid, donde Rusia es este a?o el pa¨ªs invitado. Integrado en la representaci¨®n de la galer¨ªa Anna Nova de San Petersburgo, el artista presentar¨¢ una escultura y un dibujo y, si planea algo m¨¢s, de momento se lo calla, seg¨²n Daria P¨ªrkina, la comisaria de la muestra rusa.

"Ahora las obras de los artistas rusos son m¨¢s materiales y hay m¨¢s intentos de crear colecciones", dice P¨ªrkina

El arte en Rusia est¨¢ hoy al servicio del capitalismo como antes lo estaba al servicio de la ideolog¨ªa socialista

El mercado ruso del arte es joven. A diferencia de los saturados mercados occidentales, el ruso es embrionario y su infraestructura e instituciones est¨¢n todav¨ªa poco desarrolladas. Exceptuando Mosc¨² y San Petersburgo, en el pa¨ªs m¨¢s vasto del mundo casi todo est¨¢ por hacer. Sin embargo, las ciudades de provincias, como Perm, Kaz¨¢n, Nizhni N¨®vgorod o Samara, comienzan ya a despertar de su letargo y aspiran a incorporarse a los circuitos globalizados del arte.

En su selecci¨®n para Arco, P¨ªrkina ha intentado en el marco de un planteamiento austero ofrecer una visi¨®n amplia, tanto en territorio como en tendencias creativas. La comisaria ha evitado las instituciones centradas en las relaciones p¨²blicas y la ostentaci¨®n, ya sea en nombre del Estado o de los oligarcas, ha evitado el kitsch y el "glamour c¨ªnico", seg¨²n un colega que valora el criterio profesional de la comisaria. La representaci¨®n rusa se apoya en tres pilares: las galer¨ªas, las fundaciones y las instituciones. Este abanico, complementado con foros y debates, debe permitir, seg¨²n P¨ªrkina, una visi¨®n global del arte ruso surgido despu¨¦s de la desintegraci¨®n de la URSS.

De las ocho galer¨ªas seleccionadas, cinco son de Mosc¨² (Aid¨¢n, XL, Marat y Julia Guelman, GMG y Paperworks); dos, de San Petersburgo (Marina Gisish y Anna Nova), y una, de Vladivostok (Arka). El conjunto abarca dos d¨¦cadas y dos generaciones art¨ªsticas diferentes. Aid¨¢n y Marat y Julia Guelman son las pioneras. Aid¨¢n surgi¨® en 1992, como refundaci¨®n de la Primera Galer¨ªa, que fue fundada en 1989 por Aid¨¢n Sal¨¢jova. Por su parte, Marat y Julia Guelman se remonta a 1990 y por ella han pasado los grandes nombres del arte ruso contempor¨¢neo, como Avd¨¦i y David Ter-Oganian, Dmitri Vr¨²bel y el pol¨¦mico grupo Narices Azules. Tres de las galer¨ªas moscovitas se albergan en Vinzavod, que es una antigua f¨¢brica de vinos y licores del siglo XIX, recuperada como espacio cultural urbano. Vinzavod es un proyecto privado e inspirado en la metamorfosis de otras instalaciones industriales europeas.

Explica P¨ªrkina que el arte ruso de los noventa se caracterizaba por la acci¨®n. Los creadores de entonces trataban de fijar las fronteras del arte y de determinar hasta d¨®nde este pod¨ªa desarrollarse y mezclarse con la sociedad. Ejemplos de aquella ¨¦poca son Anatoli Osmolovsky, Oleg Kulik y Avd¨¦i Ter-Oganian. Este ¨²ltimo se exili¨® tras ser amenazado con un proceso en 1998 despu¨¦s de su performance Desacralizaci¨®n de Objetos Sagrados, en la que destroz¨® iconos ortodoxos a hachazos.

En la primera d¨¦cada de este siglo, exist¨ªan ya "las fronteras, los tab¨²es y los mercados". "A diferencia de la ¨¦poca anterior, en la que hab¨ªa muchas performances y obra ef¨ªmera, ahora las obras son m¨¢s materiales y hay m¨¢s intentos de crear colecciones", dice P¨ªrkina. "Los artistas de los noventa viv¨ªan al d¨ªa y hac¨ªan experimentos. Ahora, est¨¢n interesados en perpetuarse y en que su obra f¨ªsica se quede en alguna colecci¨®n". De los dos mil es el grupo R¨¢dek, formado por disc¨ªpulos de Avd¨¦i Ter-Oganian.

El segundo pilar de la representaci¨®n rusa son las fundaciones, como Stella, Victoria y Yekaterina y Vlad¨ªmir Seminijin, que forman sus propias colecciones. Stella es una criatura de Stella Kes¨¢ev, la esposa de un magnate del tabaco, amante del arte. Su falta de formaci¨®n acad¨¦mica en este campo no ha sido obst¨¢culo para que el Ministerio de Cultura de Rusia la haya nombrado a dedo comisaria de la representaci¨®n rusa en la Bienal de Venecia para 2011, 2012 y 2013, lo que en opini¨®n de algunos equivale a vender la participaci¨®n rusa en Venecia. Victoria apoya a artistas j¨®venes y Yekaterina y Vlad¨ªmir Seminijin se orientan hacia el conceptualismo y las vanguardias de la ¨¦poca sovi¨¦tica.

Las instituciones rusas tendr¨¢n una representaci¨®n informativa en Arco. Estar¨¢n el Museo de Arte Moderno de Mosc¨² (MMOMA), el Centro Estatal de Artes Contempor¨¢neas (NCCA), el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Perm (PERMM), as¨ª como Ermitage 20-21, que desarrolla la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo del museo del mismo nombre de San Petersburgo. Vinzavod presentar¨¢ el proyecto Start, una iniciativa propia para apoyar a artistas j¨®venes.

Para V¨ªktor Misiano, una de las diferencias entre el arte ruso poscomunista y el arte contempor¨¢neo occidental est¨¢ en la comercializaci¨®n. Seg¨²n este veterano especialista, el arte en Rusia est¨¢ hoy al servicio del capitalismo como antes lo estaba al servicio de la ideolog¨ªa socialista, es decir, se ha producido una inversi¨®n de papeles, que prima el papel de la galer¨ªa de arte por encima de otras instituciones. "El arte sirve al dinero y al poder, que ahora son pr¨¢cticamente la misma cosa. En ¨¦poca de la URSS eran dos cosas diferentes. En el modelo europeo, el arte se integra en un sistema de instituciones que surge de la socialdemocracia. En Rusia, faltan las instituciones, los museos y las ferias, peque?as y provincianas, no est¨¢n concebidas como lugares de encuentro y debate como en Occidente", se?ala. "En Europa hay un equilibrio entre lo comercial y lo no comercial. Lo no comercial crea valores y lo comercial crea valor y precio. En Rusia falta esa divisi¨®n. Del bolchevismo hemos pasado a un liberalismo autoritario y no existe una reflexi¨®n sobre la necesidad de otro modelo", afirma. "El modelo imperante es que el arte sea parte de la propaganda del Estado o de las relaciones p¨²blicas y ocio de la ¨¦lite econ¨®mica", dice Misiano. En el cap¨ªtulo de las personalidades del arte ruso actual, Misiano destaca a Olga Chernichova, en su opini¨®n, una figura muy grande y muy sutil. En el cap¨ªtulo de las redes integradas en una subcultura transnacional, destaca Chto delat (?qu¨¦ hay que hacer?), una plataforma de artistas, fil¨®sofos, cr¨ªticos literarios y escritores de San Petersburgo, Mosc¨² y Nizhni N¨®vgorod, entre los que se cuentan Nikol¨¢i Oleinikov y Dmitri Vilenskii y el grupo La F¨¢brica de Prendas Encontradas.

Misiano opina que el arte oficial ruso aspira a convencer a Occidente de que Rusia es un pa¨ªs occidental y est¨¢ obsesionado por los proyectos grandiosos que facilitan los gastos incontrolados. En esta categor¨ªa est¨¢n los mecenas que "en vez de dar becas a j¨®venes comisarios o estimular una situaci¨®n local, piensan en c¨®mo salir a la escena internacional. Son gentes que no invierten en la din¨¢mica de la cultura sino en representaci¨®n".

Para P¨ªrkina, las pautas de comportamiento en la gesti¨®n del arte en Rusia son las mismas que en Occidente, pero en Rusia faltan estructuras de apoyo, orientaci¨®n, educaci¨®n, becas y espacios. El mercado local, adem¨¢s, tiene sus peculiaridades, se?ala, como por ejemplo las relaciones poco formalizadas y la falta de contratos entre galerista y artista, aunque los artistas sienten cada vez m¨¢s necesidad de formalizarlas, puesto que se trata de su dinero.

La creaci¨®n de un museo nacional de arte contempor¨¢neo sigue siendo una asignatura pendiente, pese a los museos que se han fundado. Misiano considera muy interesantes tanto el MMOMA, cuyo director ejecutivo es Vasili Tsereteli, nieto del escultor Zurab Tsereteli, como el PERMM, dirigido por Guelman. Ambas instituciones han surgido y act¨²an en un entorno ruso, y en ese sentido se diferencian de Garage, el museo de arte contempor¨¢neo creado por Daria Zh¨²kova, la compa?era sentimental del magnate Rom¨¢n Abram¨®vich. Garage trata de dar a conocer a artistas occidentales y piensa en categor¨ªas de relaciones p¨²blicas. Sin embargo, en opini¨®n de Misiano, tanto el MMOMA como el de PERMM son un producto de esquemas patriarcales y surgen de relaciones personales entre pol¨ªticos y personajes de la cultura, sin responder a¨²n a un modelo de museo democr¨¢tico, moderno e institucionalizado. "La misi¨®n civilizadora, cultural e innovadora del arte no existe para nuestra burocracia cultural", dice Misiano. "La tarea de crear un museo estatal de arte contempor¨¢neo", dice, "se plantea desde 1996. Han pasado 14 a?os y no lo han hecho, y no s¨¦ cu¨¢nto tardar¨¢n. La gente que dirige la cultura hoy en Rusia no quiere nada, no puede nada y no comprende nada", afirma Guelman. ?Y el Centro Nacional de Artes Contempor¨¢neas del Ministerio de Cultura, que adem¨¢s del centro de Mosc¨² tiene otras cuatro filiales? Estar¨ªa bien, si en vez de cuatro, tuviera cuarenta", afirma Guelman.