Argelia deroga el estado de excepci¨®n tras 19 a?os en vigor

El Gobierno argelino aprob¨® el martes un decreto que deroga el estado de excepci¨®n vigente desde hace 19 a?os en el pa¨ªs magreb¨ª. La medida entrar¨¢ en vigor de forma inmediata, en cuanto sea publicado por el bolet¨ªn oficial. La iniciativa tiene un alcance m¨¢s simb¨®lico que pr¨¢ctico. Instaurado por el Ej¨¦rcito para facilitar la lucha contra el terrorismo islamista, la medida ha coartado la vida pol¨ªtica, seg¨²n la oposici¨®n al presidente Abdelaziz Buteflika. ?ste anunci¨® su supresi¨®n en el Consejo de Ministros del 3 de febrero, aunque solo ahora va a ser efectiva.

El estado de excepci¨®n vetaba la celebraci¨®n de manifestaciones o concentraciones al aire libre, pero no en locales cerrados. Ahora las marchas podr¨¢n recorrer las calles de las ciudades argelinas, pero no las de la capital, donde permanecer¨¢n prohibidas por "razones de orden p¨²blico".

La decisi¨®n "obedece ante todo a imperativos medi¨¢ticos", explic¨® en la cadena de televisi¨®n France 24 el investigador tunecino Riad Sidaui, autor de un libro sobre el Ej¨¦rcito argelino. "Ante las revoluciones en el mundo ¨¢rabe, Buteflika quiso demostrar que hac¨ªa algo", a?adi¨®. "No pod¨ªa permanecer silencioso".

Adem¨¢s de levantar el estado de excepci¨®n, Buteflika hizo algo m¨¢s. El Consejo de Ministros anunci¨® la creaci¨®n de un fondo que facilitar¨¢ la concesi¨®n de hipotecas a los que adquieran un piso -de aqu¨ª a 2014 est¨¢ previsto que se construyan un mill¨®n de viviendas sociales- y una rebaja de las cotizaciones sociales para que las empresas contraten a j¨®venes. El paro juvenil es del 21%, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional.

La Coordinadora Nacional para el Cambio Democr¨¢tico, que agrupaba a formaciones heterog¨¦neas, convoc¨® dos manifestaciones para exigir el cambio del r¨¦gimen, el 12 y 19 de febrero, pero el masivo despliegue policial, con cerca de 30.000 agentes en la capital, impidi¨® las marchas.

Ahora la Coordinadora se ha partido en dos sectores y perder¨¢ por tanto fuerza. Por un lado figura un partido laico, el Reagrupamiento para la Cultura y la Democracia, que desea seguir convocando protestas todos los s¨¢bados. Por otro est¨¢n las asociaciones de la sociedad civil y los sindicatos independientes, que quieren seguir adelante sin partidos pol¨ªticos, a los que consideran desprestigiados, y buscar nuevas formas de protesta.

Si la movilizaci¨®n pol¨ªtica comienza a perder fuelle en Argelia, la social, en cambio, va viento en popa. Hay numerosas huelgas en todo el pa¨ªs. A la de sectores tradicionalmente conflictivos, como la sanidad, se han a?adido otras como las del personal de los juzgados, que mantienen paralizada la administraci¨®n de justicia, los funcionarios de muchos Ayuntamientos y los estudiantes de las escuelas de ingenier¨ªa. El lunes fueron reprimidos por los antidisturbios. Pero no todos reivindican mejoras salariales. Los 30 m¨¦dicos de la maternidad de Sidi Bel Abbes hicieron ayer una sentada ante un edificio para reclamar medicamentos que les faltaban.