"Editar es una cuesti¨®n de instinto"
Peter Mayer fue presidente de Penguin y le dio la vuelta a esta editorial cl¨¢sica de los libros de bolsillo. Ah¨ª estuvo de 1978 a 1996, viajando incansablemente desde una a otra sede de la hist¨®rica marca brit¨¢nica, de Nueva York a Londres, y de ah¨ª a Montreal y a Australia...
Ahora est¨¢ a punto de cumplir 75 a?os, y sigue en el mundo editorial, al frente de su propio negocio, una editorial, Overlook, que fue de su padre y que ¨¦l ha convertido en una empresa peque?a pero competitiva que en los ¨²ltimos meses ha puesto al frente de los best sellers del New York Times un libro que compr¨® cuando nadie se fijaba en ¨¦l: True grit (Valor de ley), de Charlie Portis, catapultado ahora a la fama gracias a la pel¨ªcula hom¨®nima de los hermanos Coen.
Siempre habr¨¢ quien busque la excelencia, ?pero c¨®mo identificas d¨®nde est¨¢?
El prop¨®sito de los editores es ser creativos, descubrir obras y a veces mejorarlas
"Editar es una cuesti¨®n de instinto", dice. De hecho, se hizo en este oficio poniendo en marcha su instinto, cuando ten¨ªa poco m¨¢s de veinte a?os y alternaba su trabajo como taxista con el oficio de editar, en el que era un principiante. Redescubri¨® una novela, Ll¨¢malo sue?o, de Henry Roth, convenci¨® a los directivos de Avon, para la que trabajaba, que ese libro era una mina, y lleg¨® a vender un mill¨®n de ejemplares. El suyo es un oficio absorbente; lo que hizo en Penguin fue hist¨®rico, pero le quedaron energ¨ªas para ponerse al frente de su propio negocio. Cuando le entrevistamos, en su casa del Soho neoyorquino, era domingo por la tarde, ¨¦l se repon¨ªa de una dolorosa operaci¨®n de cadera, pero esa misma tarde hab¨ªa quedado con su secretaria, y con ella estuvo trabajando horas, dictando cartas, estimulando libros, congratulando a escritores necesitados de mimo...
En esa atm¨®sfera, que recuerda aquella en la que siempre se desarroll¨® el mundo editorial, espera la revoluci¨®n, a la que no se niega. Muchas veces se dijo de ¨¦l, en Fr¨¢ncfort y en todos los lugares donde se conoce bien el oficio, que ¨¦l era un gur¨², porque adivin¨® por d¨®nde ven¨ªan los vientos. Ahora los vientos vienen huracanados, y primero que nada le preguntamos a ¨¦l qu¨¦ pas¨® y qu¨¦ cree que pasar¨¢ con el libro tal como lo hemos conocido.
Pregunta. Hay un poema de su amigo y colega Michael Kr¨¹ger, el editor alem¨¢n, que dice que la infancia le env¨ªa tarjetas postales. Se dice que usted es un gur¨². ?Qu¨¦ postal le habr¨ªa enviado ese gur¨² al Peter Mayer de ahora sobre el futuro editorial?
Respuesta. Hubiera dicho que la cultura basada en el negocio y en el formato f¨ªsico de los libros era una traici¨®n, que la tecnolog¨ªa iba a ser m¨¢s importante, no para la cultura, sino para la transmisi¨®n de la cultura. Y ese gur¨² hubiera prestado m¨¢s atenci¨®n a personas como Marshall McLuhan. Porque ¨¦l s¨ª que fue un profeta. Todos pensamos que era muy ingenioso cuando dijo aquello de que el medio es el mensaje... Era muy inteligente. Pero ahora, mientras miro hacia el tiempo en el que estamos, observo muchos cambios en la cultura en general, y eso afecta a la cultura del libro. Lo que ha ocurrido es que el mundo est¨¢ conectado de una manera que jam¨¢s hubi¨¦ramos intuido -para lo bueno y para lo malo-, y que el ¨¦xito ya no est¨¢ tan ligado al mundo imaginativo, sino que est¨¢ ligado a la informaci¨®n. La informaci¨®n es ahora m¨¢s importante que la imaginaci¨®n. Y esto me produce tristeza. Estamos ante una gran sopa de informaci¨®n, pero estamos mucho menos concentrados. En los a?os 90 yo no era consciente de que eso iba a pasar.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tiene esa falta de concentraci¨®n en el trabajo de un editor ahora?
R. Nuestro trabajo est¨¢ cambiando. Nuestra funci¨®n es b¨¢sicamente la misma, pero el efecto de nuestra funci¨®n es quiz¨¢ m¨¢s peque?o. Lo que hacemos es seleccionar. Antes el p¨²blico confiaba en el valor de nuestra marca, de nuestro nombre y de nuestra experiencia y educaci¨®n. Ahora, aunque siga necesitando esos filtros, el p¨²blico le presta menos atenci¨®n. Porque todo el mundo ahora tiene el poder. Todos pueden hablar con cualquiera en el mundo, sin filtros; es una idea democr¨¢tica que elimina nuestra intermediaci¨®n...
P. Pero sigue habiendo editores...
R. Pero lo que pasa afecta radicalmente a nuestro oficio. Hay muchos libros que ya no puedo publicar porque la tecnolog¨ªa va a una velocidad vertiginosa; es imposible seguir el ritmo. Me lleva entre seis meses y un a?o publicar un libro, pero la informaci¨®n que contiene ese libro puede quedar obsoleta antes de que salga. Los j¨®venes de hoy han aprendido que si quieren saber qu¨¦ ha pasado en Egipto no deben buscarlo en los peri¨®dicos. Yo mismo lo s¨¦ por Internet. Mi funci¨®n como editor probablemente sea publicar menos informaci¨®n que antes. Y por informaci¨®n no entiendo s¨®lo la pol¨ªtica, sino todo lo referido a la vida cotidiana, los viajes, la limpieza, la salud, etc¨¦tera... Toda esta informaci¨®n la tienes en Internet. Ya no hacen faltan libros para eso... Si quiero cocinar un pollo Kiev no necesato un recetario de cocina rusa; puedo encontrar las recetas en Internet, y son gratis. ?Qu¨¦ tipo de contenido queremos? Esa es la pregunta que hay que hacerse en el mundo editorial. Y lo mismo sirve para los peri¨®dicos y para las revistas.
P. Con este planteamiento podr¨ªamos llegar a la conclusi¨®n de que la ficci¨®n deber¨ªa estar en alza, pues no parece estar tan afectada por estos cambios tecnol¨®gicos...
R. Bueno, quiz¨¢ no al 100%. Pero s¨ª es cierto que Guerra y paz tiene la misma relevancia hoy que hace un siglo. Y es verdad que la ficci¨®n y el teatro se ven menos afectadas por las nuevas tecnolog¨ªas... Trabajo en un mundo de escritores, agentes, camiones que llevan y traen libro, en un mundo de librer¨ªas y de lectores... Y la cultura de la librer¨ªa tendr¨¢ que que cambiar, porque habr¨¢ menos librer¨ªas, no m¨¢s. Y la disminuci¨®n de librer¨ªas afectar¨¢ a los centros de cultura en nuestras ciudades. Ahora los centros culturales est¨¢n en nuestras casas. Esto por supuesto afecta a la vida c¨ªvica. Las pocas librer¨ªas que quedan son grandes empresas, como Barnes & Noble, y lo que m¨¢s venden ahora son m¨¢quinas para leer libros electr¨®nicos. Pero, para volver a su pregunta, ?c¨®mo cambia todo esto mi trabajo? Si publicamos menos, los costes de impresi¨®n y publicaci¨®n aumentar¨¢n y el precio tendr¨¢ que subir. Entonces, los libros ser¨¢n m¨¢s caros y eso llevar¨¢ a la gente a leer a trav¨¦s de los e-books. Confieso que los e-books con muy convenientes. As¨ª que si ahora usted me recomienda un libro, al final de esta entrevista sacar¨¦ mi maquinita, lo comprar¨¦ en ese mismo momento y a la media hora lo estar¨¦ leyendo. ?No es fant¨¢stico!
P. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ con los escritores, con sus agentes...?
R. Hay escritores de muchos tipos. Mientras existan libros tal como los conocemos, los famosos seguir¨¢n vendiendo libros f¨ªsicos y e-books. Y quiz¨¢ en mayores cantidades. Los autores menos conocidos, o desconocidos, quiz¨¢ no puedan publicar libros de manera tradicional. Quiz¨¢ los publique solo como e-book, o quiz¨¢ se los publico ¨¦l mismo... Eso suena genial, ?verdad? Pero no habr¨¢ certificaci¨®n alguna, en en el libro ya no dir¨¢ que lo avalan Gallimard o Faber o Hanser... Pero esto no afecta s¨®lo a los escritores, sino a una comunidad entera, editores, agentes, librer¨ªas, revistas, peri¨®dicos... Piense en los peri¨®dicos. Nosotros necesitamos rese?as para que se divulguen nuestros libros, pero si cada vez se leen menos peri¨®dicos o revistas, menos gente leer¨¢ libros. Si a la gente le dan igual los filtros y las certificaciones, tendremos una cultura de libros distinta. Siempre habr¨¢ quien busque la excelencia, ?pero c¨®mo identificas d¨®nde est¨¢?
P. Eso, ?c¨®mo?
R. No creo que los blogs tengan mucha credibilidad, pero s¨ª creo en el boca a boca, y esto cada vez adquirir¨¢ m¨¢s importancia. Las redes sociales se multiplicar¨¢n y este es el tipo de marketing que se har¨¢. De abajo a arriba y no al rev¨¦s. Nuestro esfuerzo publicitario est¨¢ centrado ahora en despertar inter¨¦s en ciertos blogs. Porque algunos s¨ª tienen credibilidad. As¨ª como hay gente que sabe diferenciar entre los blogs, los editores tendremos que aprender a diferenciarlos. Un amigo m¨ªo, agente literario, ha montado una agencia de conferencias. Usa no s¨®lo a sus propios escritores sino a otros. Al igual que la industria musical ha tenido que centrarse m¨¢s en conciertos en vivo que en la venta de ced¨¦s, los que trabajamos en este mundo del libro tendremos que hacer lo mismo. Los escritores, si son elocuentes e interesantes, pueden ser ellos mismos herramientas de marketing.
P. Kr¨¹ger dice que en el futuro el escritor podr¨ªa convertirse en un trovador.
R. S¨ª, pero lo que ocurre es que algunos no cantan tan bien. Y un trovador viaja. A un escritor que no es famoso y no tiene dinero para viajar le va a resultar dif¨ªcil ser trovador.
P. Mientras que los dem¨¢s factores de la industria se plantean c¨®mo ser¨¢ el futuro, parece que a los escritores eso no les importa tanto. ?Por qu¨¦?
R.. La mayor¨ªa de los escritores, sobre todo los literarios, seguir¨¢n escribiendo le pase lo que le pase a la industria. Porque ellos son escritores. Necesitan escribir. Quiz¨¢ les resulte m¨¢s dif¨ªcil vivir de ello pero lo seguir¨¢n haciendo. Herman Meville sigui¨® escribiendo a pesar de que sus libros no se vend¨ªan. Y escribi¨® Moby Dick y Billy Budd porque ten¨ªa que escribir. Desde el punto de vista de un escritor serio, la literatura seguir¨¢ estando ah¨ª. Y si le va bien, quiz¨¢s incluso gane m¨¢s dinero que trabajando con una editorial, como ahora. Todo el dinero que genere ser¨¢ suyo; pero si el libro no va bien no tendr¨¢ nada. Actualmente el editor corre un riesgo, y apoya y protege al escritor...
P. ?Qu¨¦ hubiese dicho en los a?os 90 si hubiera tenido entonces una bola de cristal para mirar en esta revoluci¨®n que le aguarda al mundo de Gutenberg?
R. Hubiese dicho: ahora, en los 90, el marketing es muy importante. Pero en 2020 ¨® 2030 ser¨¢ insignificante. En 1995 la distribuci¨®n es imprescindible, hubiera dicho; pero no ser¨¢ tan importante en 2020 porque se har¨¢ de otra manera. Usted me ha preguntado c¨®mo afectan los cambios a mi profesi¨®n. Antes s¨®lo le di la mitad de la respuesta. No sabemos lo que va a ocurrir, y le he dicho que se publicar¨¢ menos informaci¨®n. Pero creo, adem¨¢s, que el valor del libro aumentar¨¢ de una manera extra?a. En los ¨²ltimos treinta a?os hemos observado como la producci¨®n de libros se ha abaratado much¨ªsimo en todo el mundo; papel m¨¢s barato, encuadernaciones m¨¢s baratas... El esfuerzo de los editores se ha concentrado en los m¨¢rgenes de beneficio y al p¨²blico le ha dejado de importar la calidad de la impresi¨®n. Puede que se descubra que el libro, en su formato original y bien cuidado, vuelva a suscitar inter¨¦s. La gente volver¨¢ a comprar libros por la idea de poseerlos. Creo que los libros se har¨¢n mejor, estar¨¢n m¨¢s cuidados, mejor producidos. Porque si est¨¢n hechos una birria [lo dice en espa?ol] nadie los comprar¨¢.
P. En un articulo de un experto, Jason Epstein, se dice que los adelantos de los escritores se financiar¨¢n gracias a inversos externos a las editoriales, como ocurre con las pel¨ªculas. Y que los editores y agentes har¨¢n de managers. ?Lo veremos?
R. No lo creo. Si eres Stephen King, s¨ª. Si eres un tal Jaime S¨¢nchez, no. Los empresarios no est¨¢n interesados en libros ni en cultura. S¨®lo les interesa el dinero. El se?or Epstein tiene raz¨®n, pero solamente en algunos casos. Creo que es m¨¢s rentable invertir en una hamburguesa del McDonald?s.
P. D¨¦jeme ir adelante y atr¨¢s en su propia experiencia como editor. ?Est¨¢ mejor equipado para el futuro siendo peque?o editor, al frente de Overlook Press, que al frente de un gigante como Penguin? Es decir, ?ahora es mejor ser peque?o que grande?
R. ?Es una buena pregunta! Creo que si eres Penguin estar¨¢s cerca de ganar, porque tendr¨¢s un backlist [un cat¨¢logo] importante, y lo que la gente paga es el contenido. Pero en el caso de los e-books de Penguin o Gallimard un libro nuevo publicado por ellos quiz¨¢ no tenga las mismas ventajas en el futuro como hoy. Creo que las marcas ser¨¢n menos importantes en el futuro. El mismo autor se convertir¨¢ en la marca... Cuando dej¨¦ Pengu¨ªn y me puse al frente de Overlook Press no me di cuenta de que una peque?a empresa estar¨ªa tan bien posicionada para el futuro. Tampoco creo que las grandes editoriales vayan a desaparecer, pero s¨ª creo que publicar¨¢n menos libros y que obtendr¨¢n sus beneficios con la venta de e-books. Y en las editoriales ya no se necesitar¨¢ a tanta gente. En el caso de Overlook ocurre algo poco corriente. Nuestra backlist conforma casi el 10 o el 20% de nuestros libros. Este porcentaje es superior a la de las grandes editoriales y empleamos m¨¢s dinero men adquirir libros en adquirir libros antiguos. Creo que un libro es nuevo si alguien no lo ha le¨ªdo.
P. Es lo que ha ocurrido con Valor de ley, un libro viejo que se convierte en un best seller...
R. Cuando dej¨¦ Penguin pensaba que nunca m¨¢s iba a publicar un best seller, y ese libro apareci¨® en enero en lo alto de la lista del New York Times... Cuando compramos los derecos de Valor de ley no fue porque los Coen fueran a hacer la pel¨ªcula, sino porque era un libro muy bueno. El libro tiene 46 a?os. Nos da igual si es un libro viejo o nuevo. Lo que nos interesa es que el libro tenga inter¨¦s ahora. Y ese ahora es un best seller. Puedes hacer eso tanto eres una peque?a editorial como si eres una grande. Pero la ventaja de ser peque?a es que dependemos a¨²n m¨¢s de los libros viejos que las grandes editoriales. Ellos buscan best sellers porque los necesitan.
P. ?Ve usted una comparaci¨®n del mundo editorial con las del cine y la m¨²sica en cuanto a pirateo?
R. La industria musical intent¨® frenar el pirateo, pero no pudo. La gente joven piensa que si la m¨²sica no es un objeto f¨ªsico es gratis. Los libros, el cine, los peri¨®dicos y las revsitas han tomado nota y ahora m¨¢s que nunca se monetiza el contenido... El pirateo en el libro no es tan preocupante como el del cine. En algunos pa¨ªses ocurre m¨¢s que en otros porque creo que no est¨¢n acostumbrados a pagar. El pirateo es como robar, pero no creo que vaya a afectar a esta industria. Lo que tendremos que hacer es seguir identificando contenido de valor, editarlo de manera digna, publicarlo en cualquier formato... Esto no cambiar¨¢. A la gente le gustan los libros, les gusta comprarlos. Eso que invent¨® Gutenberg hace quinientos a?os (el negro sobre blanco) es la mejor manera de leer. Ser¨¢ diferente cuando crezcan los ni?os que tienen ahora seis o siete a?os. He visto ya libros digitales para ni?os cuyos dibujos se mueven. Debemos admitir que estos cambios son sorprendentes y emocionantes.
P. ?Estamos contemplando el declive del libro como negocio, al igual que pasa con la industria de los peri¨®dicos impresos?
R. No me gusta hablar tan solo del negocio. Pienso en el joven Garc¨ªa M¨¢rquez o en el joven Vargas Llosa, c¨®mo surgieron. ?C¨®mo lanzamos a los j¨®venes escritores de hoy? Y eso nos lleva al coraz¨®n de lo que hacemos. El prop¨®sito de una editorial no es simplemente acumular un cat¨¢logo; nuestro prop¨®sito es ser creativos, descubrir obras y a veces mejorarlas.
P. Lo que no cambiar¨¢ es el misterio detr¨¢s del ¨¦xito de un libro. Gaston Gallimard, el fundador de la editorial francesa, dijo que, tras cuarenta a?os de experiencia, no pod¨ªa decir qu¨¦ es lo que lleva a un libro a tener ¨¦xito...
R. Es cierto. Existe un elemento de suerte pero es mejor tener suerte cuando se es joven. ?Por qu¨¦? Porque si tienes suerte cuando eres mayor te queda menos tiempo para disfrutarlo... Lo que hay que tener es instinto no s¨®lo con miras a vender sino por aquello que en el futuro siga teniendo valor.
P. El propio Gallimard dec¨ªa que en el ¨¦xito en la selecci¨®n de libros es atreverse a escoger y saber esperar.
R. Me gusta esa frase. Sin embargo, si una editorial peternece a un grupo grande, ellos no pueden esperar. No se pueden dar ese lujo. Alguien me pregunt¨® una vez por qu¨¦ segu¨ªa siendo editor a mi edad, qu¨¦ derecho ten¨ªa. Y le respond¨ª: lo que me da derecho es precisamente el ser mayor. He le¨ªdo una gran cantidad de libros y los recuerdo. Y a modo de chiste [lo dice en espa?ol] le cuento lo que pas¨® con mi libro favorito de cuando ten¨ªa nueve a?os. Era una serie de veintis¨¦is libros sobre el cerdito Freddy. Pens¨¦, en Overlook, que ser¨ªa divertido publicar uno de estos libros s¨®lo por el hecho de darle nueva vida a algo que me encantaba de ni?o. Y ya hemos vendido 300.000 ejemplares. Y hemos vendido los derechos de cine, los derechos en ruso, en chino, en alem¨¢n... Y yo lo hice como una broma personal. ?Cu¨¢nto pagu¨¦? Creo que unos mil d¨®lares... En fin. A¨²n tengo esperanzas de que la gente lea. Mire lo que ocurri¨® con Harry Potter. Leer es algo natural si el contenido es bueno. La esperanza que tengo es que la gente seguir¨¢ leyendo si le das buen contenido.

Todo ficci¨®n
Mayer dice que es dif¨ªcil hacer lo que le pedimos: concentrar en una decena los libros de su vida. Hizo un intento, y le salieron quince, todos de ficci¨®n. El Castillo de Kafka; La monta?a m¨¢gica de Mann; Ll¨¢malo sue?o de Roth; el Quijote de Cervantes; Middlemarch, de George Eliot; El gran Gatsby de Fitzgerald; Cien a?os de soledad de Garc¨ªa M¨¢rquez; las cuatro novelas de Thomas Wolfe; Si esto es un hombre de Primo Levi; El ruido y la furia y Luz de agosto de Faulkner; En busca del tiempo perdido de Proust; Huckleberry Finn de Mark Twain; Guerra y Paz de Tolstoi; Los hermanos Karamazov de Dostoievski, y Herzog de Saul Bellow.
Nos dijo Mayer: "S¨¦ que es una lista larga, y que todo es ficci¨®n. Cuando pens¨¦ en los libros que significaron algo para mi, record¨¦ una o dos novelas, y a partir de ah¨ª todo lo que me vino a la cabeza era ficci¨®n. Fui sobre todo un lector de ficci¨®n quiz¨¢ hasta que cumpl¨ª 35 a?os. Y las memorias de juventud son m¨¢s poderosas que las que se produjeron en la edad mediana y en mi actual madurez".
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