Miles de estudiantes marchan en Argel hacia el palacio de Buteflika
La polic¨ªa bloque¨® la protesta y los disturbios causan m¨¢s de 170 heridos
Miles de estudiantes argelinos consiguieron ayer lo que la oposici¨®n tradicional -un partido laico, defensores de los derechos humanos y sindicatos aut¨®nomos- al r¨¦gimen del presidente Abdelaziz Buteflika no ha logrado hacer en las nueve ocasiones en las que convoc¨® protestas desde el 12 de febrero: manifestarse en Argel.
Los estudiantes iniciaron incluso una marcha hacia La Muradia, el palacio presidencial, pero un impresionante despliegue policial se lo impidi¨®.
En los enfrentamientos con las fuerzas del orden hubo, seg¨²n la web del diario El Watan, un centenar de heridos entre los j¨®venes y 70 entre los antidisturbios. Decenas de estudiantes fueron tambi¨¦n detenidos.
Pese al levantamiento, en febrero, del estado de excepci¨®n, que llevaba 19 a?os en vigor, las manifestaciones siguen estando prohibidas "por razones de seguridad" en la capital del pa¨ªs m¨¢s poblado y extenso del Magreb.
"El pueblo quiere que caiga el sistema", coreaban los universitarios
Los j¨®venes lograron desafiar el veto de manifestarse en la capital, Argel
Unos dos mil estudiantes se dieron cita ante la sede de Correos, en pleno centro, para protestar contra la situaci¨®n de las universidades, cuyos programas de ense?anza est¨¢n, seg¨²n ellos, inadaptados al mercado laboral.
Los antidisturbios, muy numerosos, les cercaron para impedirles moverse, pero, a diferencia de la oposici¨®n tradicional, los j¨®venes consiguieron tirar las barreras met¨¢licas con las que pretend¨ªan contenerles y obligaron a los polic¨ªas a retroceder.
Los estudiantes iniciaron entonces una marcha hacia la jefatura del Estado, en los altos de Argel, a cuatro kil¨®metros de distancia, coreando esl¨®ganes cada vez m¨¢s radicales.
"?Aumento de las becas!", "?Harrubia bara!" y "Harrubia d¨¦gage!", gritaban al principio exigiendo la dimisi¨®n del ministro de Educaci¨®n. Unos kil¨®metros m¨¢s all¨¢, el cortejo estudiantil, m¨¢s numeroso que al principio, vociferaba: "?Poder asesino!", "?El pueblo quiere que caiga el sistema!".
"Somos ya entre 10.000 y 15.000 participantes", aseguraba entonces entusiasmado al tel¨¦fono Ahmed Zenati, un veintea?ero que ayud¨® a convocar la manifestaci¨®n a trav¨¦s de las redes sociales.
Las fuerzas de seguridad, que recibieron tambi¨¦n refuerzos, les esperaban en la plaza El Muradia -que lleva el mismo nombre que el palacio presidencial- donde se produjo la batalla campal en la que se detuvo la manifestaci¨®n.
Aunque m¨¢s llamativa, por la violencia con la que acab¨®, la protesta de ayer martes es una m¨¢s de las que a diario se producen en Argelia. El lunes fueron, por ejemplo, los llamados patriotas, los civiles que en la d¨¦cada de los noventa fueron armados para luchar contra los islamistas, los que se concentraron en la plaza de los M¨¢rtires.
Las huelgas son incesantes sobre todo en el sector p¨²blico. El personal sanitario se acaba ahora de sumar al paro de los m¨¦dicos hospitalarios que dura ya desde hace m¨¢s de un mes.
El Gobierno, al que le sobran los medios, suele dar satisfacci¨®n a las reivindicaciones econ¨®micas. En el plano pol¨ªtico solo ha cedido hasta ahora levantando el estado de excepci¨®n.
En los tres partidos de la llamada Alianza Presidencial que respalda a Buteflika se empieza, sin embargo, a evocar una reforma constitucional. La oposici¨®n quiere que, como en T¨²nez, sea una Asamblea Constituyente la que redacte la nueva Carta Magna.
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