"Doy las gracias a los j¨®venes de Marruecos que se movilizan"

"Doy las gracias a las asociaciones de derechos humanos que me apoyaron, a la prensa que divulg¨® mi caso y a las instituciones que intercedieron por m¨ª. (...) Doy sobre todo las gracias a los j¨®venes marroqu¨ªes que se movilizan por el cambio desde hace tres meses".

Chakib al Khayari, de 31 a?os, no ceja de repartir agradecimientos cuando descuelga el tel¨¦fono en casa de sus padres en Nador. El viernes a las 15.30 sali¨® de la c¨¢rcel tras haber sido indultado por el rey Mohamed VI, junto con otros 95 presos pol¨ªticos, mientras que la condena de otros 94 fue recortada. El monarca concedi¨® su gracia a los reos a petici¨®n del reci¨¦n creado Consejo Nacional de Derechos Humanos.

Al Khayari pas¨® 26 meses detr¨¢s de los barrotes -su condena era de tres a?os- por ofender a las autoridades marroqu¨ªes, a las que acus¨® de complicidad con el tr¨¢fico de drogas, y por infringir la legislaci¨®n marroqu¨ª sobre cambio de divisas. Ingres¨® un tal¨®n en una cuenta en el Banco Popular en Melilla. La prensa oficialista marroqu¨ª dej¨® adem¨¢s caer que colaboraba con el CNI, el servicio secreto espa?ol, cuyo representante en Nador fue expulsado en marzo de 2009.

Al Khayari militar¨¢ para que salgan de prisi¨®n islamistas y activistas bereberes

"No me arrepiento de nada, formular¨ªa las mismas denuncias p¨²blicas que a principios de 2009", insiste este rife?o que encabezaba una peque?a ONG, Asociaci¨®n Rif Derechos Humanos.

"?C¨®mo me voy a arrepentir si bajo cuerda algunas autoridades me reconocieron que era injusto lo que estaban haciendo conmigo?", prosigue Al Khayari. "?C¨®mo me voy a arrepentir si hay diputados, incluso del llamado partido del rey, que denunciaron la infiltraci¨®n de traficantes en el Parlamento?", se pregunta.

"Yo no he solicitado el indulto -estaba dispuesto a aguantar los casi 10 meses que me quedaban por cumplir-, pero ya que me lo han concedido quiero decir alto y fuerte que esa medida es un reconocimiento del atropello del que he sido v¨ªctima", recalca levantando la voz.

Al Khayari tiene planes. Quiere reactivar su asociaci¨®n y "volver a ser militante". "Aunque estaba detr¨¢s de las rejas me consideraba uno m¨¢s de los j¨®venes del Movimiento 20 de Febrero", que desde esa fecha ha convocado las grandes protestas en Marruecos.

"S¨ª, quiero militar para que salgan de la c¨¢rcel otros muchos condenados injustamente, como los activistas bereberes", con los que se cruz¨® durante su estancia en el penal de Sidi Said de Meknes. "O los jeques Hassan Kettani y Abu Hafs", islamistas radicales, pero que, seg¨²n el, "no amparan la violencia". Dos predicadores extremistas, Mohamed Fizazi y Abdelkrim Chadli, fueron excarcelados el viernes.

"Conf¨ªo en que con motivo de la Fiesta del Trono [el 30 de julio] otros muchos inocentes salgan de las c¨¢rceles", declara. Ese es el rumor que circula entre los reos islamistas de varios penales.

A lo largo de sus 26 meses de cautiverio Al Khayari estuvo en cuatro c¨¢rceles, pero su preocupaci¨®n por el tr¨¢fico de drogas le anima a hablar de la de Oukacha, en Casablanca. "Es un penal sin drogas, algo rar¨ªsimo en Marruecos, y su director es humano en el trato", se?ala asombrado. Despu¨¦s fue trasladado a las de Meknes y Taza y, finalmente, a la de Nador, su ciudad. "Se me hizo ese favor para que pudiera visitar a mi padre que estaba enfermo y fue operado", reconoce.