Tres casas por familia
Sentencias impecables desde el punto de vista te¨®rico tienen a veces dif¨ªcil encaje en la vida real en lo que al derecho de familia se refiere. Un juez de Sevilla ha dictaminado que, tras el divorcio de los padres, los hijos contin¨²en residiendo en la misma casa y sean los padres los que se turnen cada tres meses. Es una decisi¨®n salom¨®nica que como la de la Biblia tiene desagradables efectos secundarios. Es probable que los hijos se sientan m¨¢s c¨®modos sin tener que andar con la maleta a cuestas o vivir con solo uno de sus progenitores, pero esta f¨®rmula de obligado cumplimiento que algunas parejas han elegido de manera voluntaria exige, para empezar, disponer de tres casas. Es verdad que los padres pueden trampear abusando de la hospitalidad de amigos y familiares, pero las cosas se complicar¨¢n cuando el divorciado decida formar nueva pareja que, de estar tambi¨¦n divorciada, puede dar lugar a casu¨ªsticas propias de una de esas series de televisi¨®n que convierten el caos en comedias hilarantes.
A medida que la familia tradicional deja paso a nuevas f¨®rmulas la justicia dirime divorcios de maneras variopintas. El Supremo acaba de dictaminar que las hipotecas hay que pagarlas a partes iguales porque hoy no solo los maridos aportan dinero en casa. Muchos jueces optan por la custodia compartida en vez de la cl¨¢sica adjudicaci¨®n del cuidado a las madres, que, a su vez, sol¨ªan quedarse en la casa familiar con los hijos. Obligar a compartir por turnos incluso la cama puede ser un trago demasiado amargo para los exc¨®nyuges. De hecho, parejas obligadas por sentencias similares han terminando ideando sistemas alternativos.
Divorciarse es caro. Las finanzas familiares siempre se resienten. Si se obliga a disponer de tres casas ser¨¢ un lujo reservado para los ricos. Francisco Serrano, el juez de la actual decisi¨®n, dice que tuvo en cuenta los ingresos de la pareja. Serrano es conocido por sus pol¨¦micas opiniones. Critica, por ejemplo, la ley contra la violencia de g¨¦nero. Cree que por su culpa se suicidan muchos hombres. Olvida aclarar que lo suelen hacer tras matar a sus parejas. Es de esperar que en sus sentencias no deje fuera peque?os detalles como ese.
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