Socialismo y Movimiento 15-M
El desempleo de casi cinco millones de conciudadanos interpela a toda la sociedad, a toda la comunidad, en lo m¨¢s profundo de nuestra conciencia, de nuestra ¨¦tica. Esa interpelaci¨®n, y tambi¨¦n el enfado con los dirigentes del Estado, "los pol¨ªticos", que no somos capaces de darle una soluci¨®n, la Indignaci¨®n por mejor decir, es lo que ha sacado a la gente a las plazas el 15 de mayo, y lo que alej¨® de las urnas hacia el voto en blanco, el voto nulo, la abstenci¨®n y, en menor medida, hacia otras opciones pol¨ªticas, a una parte del electorado socialista. La gente del 15-M tiene razones, muchas razones, aunque no toda la raz¨®n.
Es verdad que en las plazas hay una corriente libertaria, antipartidos, antipol¨ªtica, que a mi juicio no lleva a ning¨²n sitio y que adem¨¢s puede ser un campo en el que florezcan posturas peligrosas, como el populismo berlusconiano, o incluso cosas peores como los neofascismos.
Pero la mayor¨ªa de la gente, los que, con toda l¨®gica en una sociedad madura, est¨¢n ahora hegemonizando el movimiento, no son antisistema. Es m¨¢s, para mi, que fui un revolucionario sesenta y ochista, son sorprendentemente moderados, sensatos, "del sistema".
Si analizamos el documento aprobado por la asamblea de Sol hace algunos d¨ªas, vemos que al lado de cuestiones ciertamente ingenuas que muchas veces no van m¨¢s all¨¢ del eslogan, de otras discutibles, y de otras a mi ju¨ªcio disparatadas, contiene una serie de medidas muy plausibles para mejorar la calidad de nuestra democracia, y para avanzar a una sociedad m¨¢s redistributiva. Veamos.
Uno. Eliminaci¨®n de los privilegios de la clase pol¨ªtica (de sus privilegios, no de los pol¨ªticos, que ser¨ªa la posici¨®n tradicional libertaria o anarquista). Es verdad que los pol¨ªticos tenemos algunos privilegios (aunque algunos son solo leyenda urbana), y que su eliminaci¨®n es un imperativo moral. Los socialistas debemos intentar reinventar el "pablismo" (de Pablo Iglesias), de vivir con cierta austeridad, o cuando menos sin ostentaci¨®n.
Dos. Medidas contra el desempleo. Discutibles tecnicamente, pero que no son tonter¨ªas.
Tres. Derecho a la vivienda, con medidas que est¨¢n ahora en la agenda pol¨ªtica, como las relacionadas con la cancelaci¨®n de hipotecas.
Cuatro. Servicios p¨²blicos de calidad, con referencias a listas de espera, ratio de alumnos por aula, transporte p¨²blico, ley de dependencia, y otras.
Cinco. Control de las entidades bancarias, con medidas concretas
Seis. Fiscalidad progresiva, control del fraude, tasa a las transacciones financieras internacionales, etc.
Siete. Libertades ciudadanas y democracia participativa, con propuestas como la modificaci¨®n de la Ley electoral para aumentar la proporcionalidad, medidas para aumentar la independencia del Poder Judicial, garant¨ªa de democracia interna en los partidos pol¨ªticos.
Yo no estoy de acuerdo con todas y cada una de las medidas que proponen, pero en su conjunto constituyen un programa reformista, un programa socialdem¨®crata. En el Partido Socialista el movimiento del 15-M ha generado diversas posiciones. Desde luego de comprensi¨®n, creo que en la mayor¨ªa, y tambi¨¦n de simpat¨ªa. Pero tambi¨¦n de un cierto enfado y rechazo, porque se les hace responsables no de nuestra derrota por supuesto, pero si en parte de la magnitud final de la misma. Incluso hay quien piensa, pocos por cierto, desde una concepci¨®n paranoica de la historia m¨¢s propia de la derecha, que esto estuvo "movido por alguien" para perjudicarnos.
En la conferencia pol¨ªtica que los socialistas vamos a celebrar en septiembre, debemos ser modestos, y ser capaces de abandonar posturas de defensa del propio estatus (del partido y personal), para estudiar y asumir gran parte de estas reivindicaciones, y no por razones electorales, que tambi¨¦n, sino porque sabemos, como dice Tony Judt, que la corrupci¨®n, el dinero y los privilegios ocluyen las arterias del sistema. Y la juventud, como muchas veces, nos est¨¢ mostrando el camino.
Stephane Hessel, el viejo compa?ero del Partido Socialista franc¨¦s -dato que suele ocultarse-, autor del libro ?Indignaos!, que probablemente tanta importancia ha tenido en la precipitaci¨®n del movimiento (me gusta creer que un libro a¨²n tiene esta capacidad), dice: "ya es hora de que la preocupaci¨®n por la ¨¦tica, por la justicia, por el equilibrio verdadero prevalezcan".
El viejo PSOE sigue siendo un instrumento, el principal sino el ¨²nico ¨²til en nuestro pa¨ªs, para alcanzar los objetivos que proponen en el Obradoiro o en Sol. Pero tenemos que afinarlo, afinarlo con las notas que llegan de la calle, que no son otra cosa que el antiguo son, modernizado con la m¨²sica electr¨®nica e Internet, que hace m¨¢s de un siglo entonaron Pablo Iglesias y sus compa?eros.
Francisco Cervi?o Gonz¨¢lez es diputado socialista en el Parlamento de Galicia
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