Francia da la espalda a DSK

En sus primeras declaraciones tras archivarse los cargos por agresi¨®n sexual en su contra, el socialista franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), se?al¨® que estaba deseando volver a su pa¨ªs, donde se expresar¨ªa "m¨¢s detenidamente". En Francia, los barones de su partido, del que era el candidato virtual para las presidenciales de 2012 hasta su detenci¨®n en mayo, han celebrado p¨²blicamente la noticia y asegurado, con m¨¢s o menos entusiasmo, que sus conocimientos econ¨®micos le ser¨¢n muy ¨²tiles al pa¨ªs en tiempos de crisis. Sin embargo, su posible retorno parece complicado e incluso inc¨®modo para sus compa?eros de partido, reunidos este fin de semana en La Rochelle.

Los expertos creen que el exjefe del FMI se mantendr¨¢ en un segundo plano

En esta ciudad de la costa atl¨¢ntica francesa, donde cada a?o el Partido Socialista (PS) celebra su universidad de verano, nadie ha pronunciado en p¨²blico el nombre de DSK, como se le conoce en Francia. El sondeo publicado esta semana por el instituto BVA es inequ¨ªvoco: cuatro de cada cinco franceses no desea que Strauss-Kahn se reincorpore a la carrera por las primarias, que el PS celebra el 9 y el 16 de octubre. Entre los simpatizantes de izquierda, el porcentaje es del 77%, y entre los de derecha, del 89%. Aunque no fuese candidato, y en caso de ganar la izquierda las elecciones de la primavera que viene, el 56% de los encuestados no quiere que entre en el Gobierno.

"Los franceses separan la vida privada de la p¨²blica de sus pol¨ªticos, pero el muestrario de excesos en este caso ha marcado tanto la imagen de Francia como la de Strauss-Kahn en su condici¨®n de candidato a la presidencia", explica el polit¨®logo St¨¦phane Rozes, profesor del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs. "Esto no quiere decir que no pueda volver a la pol¨ªtica", pero ser¨¢ a nivel m¨¢s espec¨ªfico, como diputado de Sarcelles, su basti¨®n, o como colaborador en la elaboraci¨®n del programa econ¨®mico de su partido.

De momento, Strauss-Kahn se est¨¢ tomando su tiempo. Tras unas primeras declaraciones en las que hac¨ªa patente su alivio tras la "pesadilla" vivida durante tres meses -despu¨¦s de que una empleada de un hotel de Nueva York le denunciara por agresi¨®n sexual-, no ha vuelto a hablar en p¨²blico, ni se ha filtrado nada sobre sus planes de futuro. Permanece en EE UU, donde ha regresado a su residencia de Washington y deber¨ªa aprovechar para despedirse del personal del FMI.

Mientras, los socialistas entran de pleno en la campa?a para las primarias. A mediados de septiembre se celebrar¨¢ el primero de tres debates televisivos entre los aspirantes a representar al partido para evitar la reelecci¨®n de Nicolas Sarkozy. Aunque los principales candidatos, con la primera secretaria Martine Aubry a la cabeza, han manifestado su alegr¨ªa por la libertad recobrada de su antiguo l¨ªder, son pocos los que han expresado abiertamente su voluntad de verle regresar. Los conocimientos econ¨®micos de DSK "podr¨¢n ser ¨²tiles para el pa¨ªs", se limit¨® a decir el principal rival de Aubry y favorito en los sondeos, Fran?ois Hollande.

"El 14 de mayo nos estrope¨® el lanzamiento de las primarias, el 23 de agosto [archivo de los cargos] nos fastidi¨® la campa?a", confesaba un consejero de Aubry al semanario Le Canard Encha?n¨¦. "La prensa, los simpatizantes, todos van a darnos la lata con su regreso", a?ad¨ªa un amigo de Hollande.

M¨¢s all¨¢ de lo ocurrido en la suite del Sofitel el 14 de mayo entre la limpiadora por la que lleg¨® el esc¨¢ndalo, Nafissatou Diallo, y el entonces jefe del FMI, lo que ha chocado en Francia ha sido la opulencia del pol¨ªtico socialista.

En concreto, el pago de la fianza de un mill¨®n de d¨®lares y del dep¨®sito de otros cinco y, sobre todo, su lujosa mansi¨®n de 600 metros cuadrados del barrio de Tribeca alquilada por 50.000 d¨®lares mensuales, pagados por la fortuna de su esposa, Anne Sinclair, antigua estrella de la televisi¨®n. A esto se suma el sistema de seguridad que debi¨® costearse cuando estaba en libertad vigilada, y que se elevaba a unos 200.000 d¨®lares al mes.

Adem¨¢s, los problemas judiciales tampoco han acabado del todo para DSK. En EE UU, Diallo ha presentado una demanda por lo civil. En Francia, la justicia tiene abierta una investigaci¨®n, tras la demanda por tentativa de violaci¨®n presentada por la periodista Tristane Banon por unos hechos que se remontan a 2003.