Los demandantes advierten de que Berl¨ªn no puede pagar la soluci¨®n a la crisis
Uno de los economistas que ha apelado al Constitucional explica sus argumentos
El economista alem¨¢n Markus Kerber visit¨® Espa?a por primera vez a finales de los a?os Setenta, tras la muerte de Franco. Guarda un buen recuerdo de sus atractivos tur¨ªsticos, pero la situaci¨®n actual no le parece muy alentadora. ¡°Es muy triste. Sus gobernantes no han entendido la crisis y prometen soluciones con dinero alem¨¢n. El euro es demasiado caro para Espa?a¡±, observa. Y el coste de la moneda ¨²nica se est¨¢ incrementando demasiado tambi¨¦n para Alemania, seg¨²n ¨¦l. Exactamente hasta los 3,7 billones de euros. Una cifra ¡°insostenible¡±, subraya. Es por eso que Kerber ha encabezado una de las apelaciones ante el Tribunal Constitucional alem¨¢n para frenar la participaci¨®n del pa¨ªs en los fondos del rescate. Finalmente, no se han salido con la suya, ya que la instituci¨®n ha dado su visto bueno al mecanismo de ayuda, aunque con condiciones.
¡°No soy euroesc¨¦ptico, soy observador¡±, explica el profesor universitario en conversaci¨®n telef¨®nica desde Berl¨ªn. Despu¨¦s de m¨¢s de diez a?os desde la entrada en vigor de la moneda ¨²nica, sostiene, ¡°hay que sustituir esperanza por experiencia¡±. El euro, seg¨²n ¨¦l, no funciona. Su agon¨ªa podr¨ªa prolongarse unos a?os m¨¢s ¡°en detrimento de la estabilidad fiscal de los pa¨ªses que actualmente se encuentran m¨¢s o menos en equilibrio¡±, pero eso acarrear¨ªa unos riesgos enormes para Alemania, el m¨¢ximo contribuyente del fondo con un 27% del total.
Kerber, sin embargo, llega a elevar la aportaci¨®n alemana para solucionar la crisis a una cifra equivalente al 150% del producto interior bruto del pa¨ªs. Sus c¨¢lculos toman en consideraci¨®n el dinero necesario para un eventual rescate de Espa?a, Italia y hasta Francia, un pa¨ªs que en su opini¨®n ¡°est¨¢ muerto¡± y que hasta ahora ¡°ha vivido por encima de sus posibilidades¡±.
La apelaci¨®n de Kerber se sum¨® a las otras cinco iniciativas para bloquear el fondo ante el miedo de p¨¦rdida de la ¡°soberan¨ªa nacional¡± alemana en materia fiscal.
La agon¨ªa de la moneda ¨²nica, seg¨²n el profesor de Econom¨ªa, empez¨® hace mucho tiempo. ¡°El euro no lleva a una convergencia, sino a la heterogeneidad¡±. No obstante, no desea su colapso. ¡°Soy pragm¨¢tico: no ha funcionado y ha dejado nuestras econom¨ªas en el caos. Yo abogo por un final organizado, por una reorganizaci¨®n de la estabilidad monetaria basada en una convergencia de las distintas econom¨ªas¡±, explica.
Kerber asegura que existe una alternativa y esa pasa por la adopci¨®n de una nueva moneda, el Guldenmark. ¡°No ser¨¢ un club selecto¡±, aclara. ¡°Podemos admitir un pa¨ªs mediterr¨¢neo ¡ªsolo uno¡ª y podemos dejar la puerta abierta a otros miembros del norte¡±. En este escenario, el euro no desaparecer¨ªa del todo. El profesor apunta a una doble circulaci¨®n, pero a largo plazo los pa¨ªses tendr¨¢n que optar por una de las dos monedas. ¡°Tenemos que aprender del pasado. La zona euro no tiene ning¨²n com¨²n denominador, solo un paralelismo de intereses¡±, a?ade.
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