El d¨¦ficit, un problema sin solucionar

Sin tener en cuenta las Corporaciones locales, el d¨¦ficit de las Administraciones p¨²blicas ha sido del 4,8% del PIB en el tercer trimestre de 2013. Si las entidades locales cierran como lo hicieron en 2012, para cumplir con el objetivo del 6.5% el resto de las Administraciones p¨²blicas solo pueden incurrir en un d¨¦ficit de 2% del PIB durante los tres ¨²ltimos meses del a?o.

?Esto es posible? Durante el ¨²ltimo trimestre de 2012, a pesar de las medidas de consolidaci¨®n fiscal, el d¨¦ficit fue del 2,4% del PIB. Entre estas medidas se encontraban la supresi¨®n de la paga extra y la no revalorizaci¨®n de las pensiones. 2012 finaliz¨® con un d¨¦ficit del 6,8%, incumpliendo el objetivo del 6,3%.

?Alcanzaremos el objetivo este a?o? Para contestar construimos un d¨¦ficit que aglutina el del cuarto trimestre de 2012 con los del primer, segundo y tercer trimestres de 2013. Este d¨¦ficit debe interpretarse como aquel resultar¨ªa si el ¨²ltimo trimestre de este a?o es igual al de 2012. Si las Corporaciones locales cierran como en 2012, resultar¨ªa del 7,0% del PIB.

Si bien este dato es suficientemente malo, podr¨ªa ser peor. A pesar de que no ser¨¢ necesario revalorizar las pensiones, hoy d¨ªa tenemos indicios de que el ¨²ltimo trimestre de 2013 ser¨¢ peor de lo que lo fue en 2012. Por el lado de los gastos, se abonar¨¢ la paga extra (con un coste de unos 4.000 millones de euros), el pago de intereses tambi¨¦n ser¨¢ mayor por el aumento de la deuda (con 1.500 millones a?adidos al gasto del ¨²ltimo trimestre) y la Seguridad Social acabar¨¢ con un d¨¦ficit superior al reportado en 2012, ya que el n¨²mero de pensionistas est¨¢ creciendo mientras que caen las cotizaciones (con un coste aproximado de 1.000 millones con respecto a 2012). Adem¨¢s, por el lado de ingresos no dispondremos de los 1.200 millones de euros de la regularizaci¨®n tributaria.

Pese a las decisiones tomadas, el objetivo puede volver a incumplirse

Pero no debemos olvidar que La Moncloa tambi¨¦n ha tomado medidas que ayudar¨¢n a que el d¨¦ficit no se dispare alarmantemente. Respecto al ¨²ltimo trimestre de 2012, la recaudaci¨®n aumentar¨¢ en unos 1.500 millones de euros por diversos cambios impositivos: impuesto de sociedades, impuestos especiales, nueva fiscalidad medioambiental y supresi¨®n de la deducci¨®n por vivienda (entre otros). De igual manera, se est¨¢ reduciendo el gasto en personal con un efecto de 1.500 millones en lo que resta de a?o y el agotamiento de las prestaciones por desempleo y la reducci¨®n de su generosidad har¨¢ que el gasto en prestaciones y en pol¨ªticas activas se reduzca en otros 2.000 millones de euros.

Teniendo en cuenta todos estos factores, resulta f¨¢cil escenificar un contexto en la que el d¨¦ficit ronde el 7,2% del PIB. Alguien podr¨ªa argumentar que una desviaci¨®n de 0,7 puntos porcentuales del PIB, apelando a la situaci¨®n c¨ªclica en la que nos encontramos, no es una tragedia. Podr¨ªamos cantar victoria y retirarnos a meditar a la Pe?a de Al¨¢jar como Arias Montano, pero no creemos que sea buena idea. La deuda p¨²blica ronda el 100% del PIB y de no cambiar la tendencia, los da?os pueden ser irreparables. Espa?a lleva a?os con un problema de bajos ingresos p¨²blicos, y no parece que Gobierno alguno tome las medidas oportunas para solucionarlo.

Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz (Universidad Complutense) y Juan Rubio-Ram¨ªrez (Universidad de Duke). Ambos son investigadores de FEDEA.