Un juez condena al Popular a devolver 4,5 millones a un cliente por un producto financiero complejo
El tribunal sentencia que un empresario navarro no recibi¨® la informaci¨®n adecuada

El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 5 de Pamplona ha condenado al Banco Popular a reintegrar 4,5 millones de euros a un empresario que perdi¨® su fortuna tras contratar dos contratos financieros at¨ªpicos (CFA), productos muy complejos y de alto riego. El cliente ten¨ªa en el banco la consideraci¨®n minorista y, por lo tanto, era ¡°merecedor del mayor grado de protecci¨®n¡±, seg¨²n establece la sentencia, que ha sido recurrida. Sin embargo, no recibi¨® informaci¨®n adecuada.

El viacrucis bancario le cost¨® a Pedro G¨®mez la salud y el patrimonio. Prefiere no revelar su nombre real, para preservar su intimidad. Confi¨® al Popular los 4,5 millones obtenidos por la venta de la empresa familiar, y no solo perdi¨® casi la totalidad, sino que contrajo deudas pr¨®ximas a los dos millones de euros haciendo uso de la financiaci¨®n que se le ofreci¨® para que invirtiera casi todo su patrimonio. Durante a?os, el empresario vivi¨® convencido de que su dinero estaba a buen recaudo, generando rendimientos, hasta descubrir su ruina.
El banco argument¨® que su cliente dispuso de la informaci¨®n necesaria, asumiendo los riesgos inherentes a los productos contratados. La sentencia reconoce que, tal como se?ala el Popular, el demandante quiso invertir y lo hizo en el producto deseado, aunque ¡°con desconocimiento o conocimiento equivocado de sus caracter¨ªsticas¡±. Antes de invertir en el producto complejo, hab¨ªa tenido acciones de bancos. Pero el juez considera que ¡°no es de recibo que un cliente bancario que vende su participaci¨®n en su empresa por 4,5 millones de euros, cinco a?os m¨¢s tarde se encuentre en esta situaci¨®n. Para que le sean imputables tales consecuencias debe estar perfectamente probado que el banco le inform¨® exquisitamente de los riesgos del producto (¡) no cabe sino concluir que la informaci¨®n fue deficiente y que el consentimiento del actor a la hora de invertir estaba por ello viciado¡±.
G¨®mez, un riojano afincado en Navarra, estudi¨® el bachillerato y comenz¨® a trabajar desde muy joven en la empresa familiar. Desde el Popular se le anim¨® a invertir su ¨²nico patrimonio en un producto del que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar: un CFA.
Los primeros 3,5 millones de euros fueron depositados, en 2008, en un Contrato Financiero a Plazo autocancelable a cinco a?os, que garantizaba un cup¨®n inicial del 19% del dep¨®sito y ofrec¨ªa una rentabilidad variable adicional de entre un 20% y un 80%. Esa rentabilidad depender¨ªa de que las acciones del Popular o del BBVA mantuvieran su valor. En la cresta de la ola previa a la crisis, le convencieron para invertir el cup¨®n cobrado del primer contrato y su restante patrimonio, hasta cubrir el mill¨®n de euros que se necesitaba para dise?arle un nuevo contrato, dependiente de la cotizaci¨®n de BBVA y Telef¨®nica.
Como G¨®mez no pod¨ªa tocar el dinero en los cinco a?os de vigencia de los contratos ni cancelarlos, tuvo que recurrir a pr¨¦stamos. Debi¨® poner los contratos y su resultado como garant¨ªa. Contrat¨® convencido de que su patrimonio segu¨ªa intacto, como figuraba en sus extractos fiscales, cuando en realidad desde 2009 se estaba arruinando. En 2013 vencieron los contratos y los 4,5 millones se convirtieron en menos de 700.000 euros repartidos en depauperadas acciones, bloqueadas junto con sus dividendos, para garantizar la deuda. Interpuesta la demanda, el Popular decidi¨® no renovar las carencias de los pr¨¦stamos e impidi¨® la liberaci¨®n de acciones para pagar deuda y genera una situaci¨®n l¨ªmite, con una letra de 9.000 euros mensuales que G¨®mez no pod¨ªa pagar.
Un producto complejo que exige explicaciones claras
No es la primera vez que un juzgado anula la inversi¨®n en un CFA. En junio, la Audiencia Provincial de Madrid ya conden¨® al Popular a devolver a otro empresario cuatro millones de euros. Sobre el caso concreto de Pamplona, el abogado del afectado, Daniel Zubiri, del despacho Zubiri&Zudaire, asegura que ¡°es muy particular tanto por el elevad¨ªsimo importe invertido por un consumidor como por el riesgo y complejidad del producto, y el incumplimiento de todas las obligaciones de informaci¨®n exigidas por la ley¡±.
Seg¨²n la sentencia, el Popular s¨ª le advirti¨® de que las p¨¦rdidas pod¨ªan llegar a alcanzar el 100% del capital invertido, pero no de forma suficientemente rotunda, ya que para llegar a esa afirmaci¨®n, seg¨²n el fallo ¡°se da un rodeo explicando que la p¨¦rdida es consecuencia de la revaluaci¨®n de las acciones adquiridas, tecnicismo que oscurece la comprensi¨®n de la cl¨¢usula¡±.
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