Los que est¨¢n en primera l¨ªnea de la alerta social
Trabajadores que han quedado fuera de las ayudas p¨²blicas esperan alguna alternativa para salir adelante
La pandemia ha revelado la precariedad en la que viven muchos ciudadanos. Pero un segmento de la poblaci¨®n aparece como especialmente vulnerable: quienes no han podido acogerse a un ERTE y tampoco cuentan con la ayuda del paro. Mientras esperan el ingreso m¨ªnimo que el Gobierno prepara, estas familias ven un futuro lleno de nubarrones.
Mar¨ªa Blanc, de C¨¢ritas Madrid, dice que el mayor problema de estas familias es no tener cubiertas las necesidades b¨¢sicas. Las ayudas de la organizaci¨®n muchas veces es lo ¨²nico con que cuentan hogares como el de Fernando Grisales, de 47 a?os, y Maricruz...
La pandemia ha revelado la precariedad en la que viven muchos ciudadanos. Pero un segmento de la poblaci¨®n aparece como especialmente vulnerable: quienes no han podido acogerse a un ERTE y tampoco cuentan con la ayuda del paro. Mientras esperan el ingreso m¨ªnimo que el Gobierno prepara, estas familias ven un futuro lleno de nubarrones.
Mar¨ªa Blanc, de C¨¢ritas Madrid, dice que el mayor problema de estas familias es no tener cubiertas las necesidades b¨¢sicas. Las ayudas de la organizaci¨®n muchas veces es lo ¨²nico con que cuentan hogares como el de Fernando Grisales, de 47 a?os, y Maricruz Franco, de 32. Ambos licenciados llegaron a Espa?a en mayo de 2019 desde Colombia, con su hijo de dos a?os y otro de camino. Vivieron en una habitaci¨®n diminuta por la que pagaban 300 euros. Aunque la situaci¨®n es, en general, poco esperanzadora, Grisales es optimista y cree que las cosas ¡°ir¨¢n a mejor¡±. La semana pasada recibi¨® los papeles de residencia y ahora esperan ansiosos esa vuelta a la normalidad que les permita trabajar. No saben muy bien qu¨¦ es la renta b¨¢sica, como el reto de los preguntados, pero antes de recurrir a ella preferir¨ªan volver al tajo. ¡°Lo que m¨¢s quisi¨¦ramos es conseguir un trabajo, pero si no tenemos de otra y si es que podemos optar, pues claro que la aceptar¨ªamos¡±.
En el tiempo que llevan en Espa?a Grisales ha tenido contratos temporales en la construcci¨®n, como camarero o cargador, entre otros, y Franco ejerc¨ªa de cuidadora y limpiadora en una casa hasta antes del estado de alarma. La familia ha recibido el apoyo de C¨¢ritas para pagar la fianza del lugar donde se han establecido; tambi¨¦n les da ayuda alimentaria que complementa en especie la Cruz Roja. Los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid les han apoyado con medicamentos y dado becas para que los ni?os puedan ir a la guarder¨ªa. La familia se siente agradecida con la ayuda recibida, aunque no pierde de vista que son apoyos ¡°son puntuales¡± y que en cuanto se agoten, y la situaci¨®n lo permita, tendr¨¢n que empezar de nuevo.
Mely Rodr¨ªguez tiene 52 a?os y vive en Sevilla. En 2008 abri¨® un restaurante con su exesposo que se vieron forzados a cerrar por la crisis en 2013. Despu¨¦s lleg¨® la separaci¨®n, y a los 48 a?os tuvo que ¡°reinventarse¡±. Hace tres que trabaja como camarera de piso con contratos de d¨ªas o de horas. En febrero consigui¨® un contrato ¡°en condiciones¡±. La pandemia interrumpi¨® su trabajo y ahora solo se ha quedado con la paga de los d¨ªas que restaban. No pudo acogerse a un ERTE ni a las ayudas del Gobierno. ¡°Si no eres fija o fija discontinua tienes mucha precariedad¡±. Cuenta con el subsidio familiar de 430 euros al mes y con una ayuda del Ayuntamiento de 120 euros mensuales. ¡°Con 550 se supone que tengo que pagar 350 euros de alquiler, luz, agua, Internet para que mi hijo haga sus tareas, y tambi¨¦n comer¡±. Conf¨ªa en que la renta m¨ªnima ¡°sea una ayuda directa, que vaya a tu cuenta, porque si le tienes que pedir a un banco... No ser¨¢ f¨¢cil¡±.
C¨¢ritas Espa?ola ha solicitado al Gobierno conocer las disposiciones en las que trabaja sobre renta m¨ªnima para poder orientar a la gente. Pero sigue sin haber nada claro.
Las camareras de piso, tambi¨¦n conocidas como kellys, es otro de los colectivos que han quedado a¨²n m¨¢s desprotegidos tras la pandemia. Antonina Ricaurte, de 50 a?os, tiene un hijo de 13 y vive con su marido, a quien le han reducido el sueldo. Desde hace seis a?os trabaja en hoteles de Palma de Mallorca como eventual. No pudo acogerse a ninguna ayuda. ¡°He hecho tr¨¢mites con las entidades bancarias para que me perdonen o retrasen las cuotas, pero no lo he podido. No cumplo los requisitos¡±. As¨ª que ha tirado de sus tarjetas de cr¨¦dito. Dice que ser¨¢ la primera vez que no pague a tiempo. ¡°Me toca elegir entre pagar los recibos o dar de comer a mi familia¡±.
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