En la reconstrucci¨®n econ¨®mica, el sector inmobiliario tiene mucho que decir
Una de las asignaturas pendientes de Espa?a pasa por generar un parque de vivienda en alquiler asequible
Nos encontramos ante una emergencia sanitaria a nivel global que est¨¢ afectando a la econom¨ªa de manera general y, por tanto, todos los sectores se ven involucrados. Sin embargo, muchos ojos miran hac¨ªa el sector inmobiliario pregunt¨¢ndose si de nuevo ser¨¢ uno de los m¨¢s perjudicados o si se repetir¨¢ la ca¨ªda en la demanda y precios de vivienda que vimos tras 2008.
Si bien es cierto que no es posible adivinar el futuro y menos a¨²n cuando no conocemos con exactitud c¨®mo se comporta este virus, conviene no olvidar que el or...
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Nos encontramos ante una emergencia sanitaria a nivel global que est¨¢ afectando a la econom¨ªa de manera general y, por tanto, todos los sectores se ven involucrados. Sin embargo, muchos ojos miran hac¨ªa el sector inmobiliario pregunt¨¢ndose si de nuevo ser¨¢ uno de los m¨¢s perjudicados o si se repetir¨¢ la ca¨ªda en la demanda y precios de vivienda que vimos tras 2008.
Si bien es cierto que no es posible adivinar el futuro y menos a¨²n cuando no conocemos con exactitud c¨®mo se comporta este virus, conviene no olvidar que el origen de la crisis econ¨®mica de 2008 y la actual son muy diferentes, ya que la primera se produjo como consecuencia directa del colapso del sistema financiero global. Y entrando en el an¨¢lisis del sector de la promoci¨®n residencial, tambi¨¦n vemos que difiere sustancialmente del que exist¨ªa en Espa?a en aquellos a?os: la solidez financiera, operativa y profesionalidad son los pilares sobre los que se asienta el sector actual. Hoy el sector residencial no es un potro desbocado que construye cientos de miles de viviendas cada a?o sin una cartera de pedidos.
De este modo, los primeros elementos sobre los que fijar la atenci¨®n deber¨ªan ser un an¨¢lisis de la oferta actual y de los precios existentes. De hecho, se calcula que la necesidad de vivienda de obra nueva se sit¨²a entre las 130.000 y las 150.000 viviendas, cuando el sector promotor el a?o pasado hizo entrega en su conjunto de alrededor de 75.000 unidades, es decir, la mitad. Un dato que se relaciona directamente con la falta de vivienda de obra nueva acabada, ya que, frente al a?o 2007, cuando exist¨ªa un excedente de stock, actualmente no existe vivienda de obra nueva disponible, siendo un problema su escasez en las principales ciudades y focos econ¨®micos del Estado.
A esto hay que sumar otros dos elementos fundamentales, como son el nivel de endeudamiento y el auge del alquiler en nuestro pa¨ªs. En el primer caso, hay que resaltar que nos encontramos antes un sector promotor que ha aprendido de los errores pasados, cuyos niveles de endeudamiento est¨¢n m¨¢s bajos que nunca y que, por ejemplo, no da comienzo nunca a un nuevo proyecto sin tener vendidas previamente entre un 30% y un 50% de las viviendas. Asimismo, se trata de un producto que el consumidor adquiere mayoritariamente mediante financiaci¨®n bancaria, cuyos est¨¢ndares de rigor para la concesi¨®n de pr¨¦stamos son mucho m¨¢s r¨ªgidos que en la anterior crisis y que est¨¢n avalados por una situaci¨®n financiera internacional solvente.
Respecto al alquiler, se trata de una necesidad social a la que las promotoras est¨¢n dispuestas a dar respuesta de manera profesional. Ya sea bajo la f¨®rmula del build to rent o mediante proyectos propios, el negocio del alquiler tiene un gran recorrido en nuestro pa¨ªs y, sin duda, una de las asignaturas pendientes de Espa?a pasa por generar un parque de vivienda en alquiler asequible en aquellas ciudades con una clara demanda insatisfecha.
Por todo ello, m¨¢s que mirar al sector inmobiliario de nuevo como el perjudicado de la crisis, deber¨ªamos poner los ojos en ¨¦l como una de las locomotoras de la recuperaci¨®n, que podr¨ªa actuar de salvavidas econ¨®mico si se le dan las herramientas y oportunidades necesarias, especialmente cuando el sector l¨ªder de nuestro pa¨ªs como es el turismo es seguro que va a sufrir un a?o muy duro. Si en la anterior crisis numerosos empleados del sector de la construcci¨®n acabaron trabajando para el turismo y la hosteler¨ªa, hoy puede ocurrir lo contrario.
Sin duda alguna, el sector inmobiliario puede asumir este reto y actuar como dinamizador econ¨®mico a medio plazo, dadas sus capacidades de generar empleo, la demanda insatisfecha ya comentada y el inter¨¦s inversor nacional e internacional que genera. Al fin y al cabo, estamos hablando de un sector, el de la construcci¨®n, que actualmente genera casi un mill¨®n y medio de empleos en nuestro pa¨ªs.
Para conseguirlo es fundamental un trabajo conjunto entre la Administraci¨®n P¨²blica y el sector privado, donde la generaci¨®n de suelo apto para edificar en las localizaciones demandadas por la sociedad es una de las claves de ¨¦xito. La Administraci¨®n debe impulsar medidas para facilitar el acceso a la vivienda sobre todo entre la poblaci¨®n m¨¢s joven o con menos recursos y poner a disposici¨®n del mercado promotor la oferta de suelo preciso para atender las necesidades de la sociedad, adem¨¢s de agilizar los tr¨¢mites burocr¨¢ticos y el proceso de obtenci¨®n de licencias. Y las promotoras, por nuestra parte, debemos ser capaces de desarrollar ese suelo, vali¨¦ndonos de la experiencia en el terreno y aportando el capital disponible para ofrecer la vivienda que la demanda requiere.
Ahora m¨¢s que nunca es momento de cambiar la concepci¨®n del urbanismo, redise?ar lo que no funciona, agilizar tr¨¢mites y promover un sector capaz de liderar esta reconstrucci¨®n econ¨®mica. Si entendemos el sector inmobiliario como una de las locomotoras de la econom¨ªa, parece evidente que existe la necesidad de convivir, de entendernos, de llegar a acuerdos que satisfagan las demandas de la ciudadan¨ªa y, ante todo, de restablecer la confianza perdida.
Solo trabajando juntos alcanzaremos un ¨¦xito com¨²n.
Borja Garc¨ªa-Egotxeaga es consejero delegado de Neinor Homes