Vivienda: derecho en tiempos de paz, obligaci¨®n en per¨ªodo de guerra

Estamos en guerra. Aunque esta afirmaci¨®n pueda ser discutida, as¨ª se expresan los organismos que gestionan la lucha contra la pandemia mundial que nos est¨¢ asolando. El enemigo es la covid-19; sus mejores aliados, la sorpresa y el desabastecimiento; las armas de destrucci¨®n masiva, cada uno de nosotros como posibles portadores. Por ello, la mejor defensa ante este adversario es quedarnos en casa, en nuestro hogar. Quienes lo tengan.

Aunque pueda parecer una aseveraci¨®n excesiva, recordemos que en un momento en el que solo la higiene y el confinamiento est¨¢n logrando reducir el porcenta...

Estamos en guerra. Aunque esta afirmaci¨®n pueda ser discutida, as¨ª se expresan los organismos que gestionan la lucha contra la pandemia mundial que nos est¨¢ asolando. El enemigo es la covid-19; sus mejores aliados, la sorpresa y el desabastecimiento; las armas de destrucci¨®n masiva, cada uno de nosotros como posibles portadores. Por ello, la mejor defensa ante este adversario es quedarnos en casa, en nuestro hogar. Quienes lo tengan.

Aunque pueda parecer una aseveraci¨®n excesiva, recordemos que en un momento en el que solo la higiene y el confinamiento est¨¢n logrando reducir el porcentaje de contagios, hay miles de familias en nuestro pa¨ªs abocadas a vivir con otros familiares o conocidos por no poder acceder a un domicilio propio. Sin hablar de aquellas personas que viven en infraviviendas.

La vivienda, ese derecho constitucional vac¨ªo de contenido para la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n y herramienta especulativa para una escasa minor¨ªa, que por otra parte da tan mala imagen a un sector de la construcci¨®n lleno de matices, se convierte en soluci¨®n a la pandemia.

Es en estas angustiosas circunstancias cuando nos damos mayor cuenta de la importancia que supone tener un hogar. Pero, ?pondr¨¢n, por fin, las diferentes administraciones y grupos pol¨ªticos en sus respectivas agendas el derecho a la vivienda digna? Es decir, llegar a materializar una cuesti¨®n realmente trascendental para el conjunto de la sociedad, especialmente para la ciudadan¨ªa con menos recursos.

Si bien es cierto que desde el Gobierno central se est¨¢n aprobando medidas y ayudas para contribuir a minimizar el impacto social y econ¨®mico que sufrimos, no deja de ser un hecho que la cuesti¨®n de la vivienda jam¨¢s se ha abordado con el rigor requerido. Se pueden realizar acciones coyunturales, siempre que tengamos en la agenda pol¨ªtica la normalizaci¨®n de un derecho b¨¢sico que hasta la fecha no ha tenido nunca ese tratamiento.

Es necesario modificar el actual modelo de negocio de la vivienda, el cual adem¨¢s est¨¢ caduco, hacia otro capaz de cubrir las demandas del conjunto de la sociedad, dando cumplimiento al art¨ªculo 47 de nuestra Constituci¨®n.

Un nuevo modelo pasa por entender que se trata de un derecho social b¨¢sico para la propia existencia y desarrollo del individuo en la sociedad. Por consiguiente, son los poderes p¨²blicos los que est¨¢n obligados a llevar a cabo todas las pol¨ªticas necesarias para poder ejecutar dicho derecho, garantizando a su vez no solo la posibilidad de acceder a una vivienda, sino que ello vaya acompa?ado de una serie de componentes que hagan factible hablar de vivienda digna, como son la accesibilidad, la eficiencia energ¨¦tica o la movilidad.

Se debe contemplar la cesi¨®n de suelo para vivienda social en r¨¦gimen de alquiler como una prioridad, manteniendo el control de los requisitos de acceso a estas viviendas en los organismos p¨²blicos. Ello permitir¨ªa que el precio de la vivienda, as¨ª como el alquiler, estuviera en par¨¢metros equilibrados a la renta de las familias, a su nivel de ingresos, no produci¨¦ndose escaladas de precios que ahogan a la poblaci¨®n, por cuanto se ampliar¨ªa y mejorar¨ªa el parque residencial.

De igual forma, la pol¨ªtica de vivienda debe ir acompa?ada de una nueva forma de concebir el sector de la construcci¨®n. Se debe priorizar un modelo sostenible ecol¨®gica y energ¨¦ticamente teniendo presente las cuestiones sociales, frente a la actual f¨®rmula casi exclusivamente de construcci¨®n expansiva, que en muchos casos deja el centro de las ciudades vac¨ªo de vecinos. Se tratar¨ªa, por tanto, de realizar una verdadera apuesta por la rehabilitaci¨®n integral a trav¨¦s de ayudas a los propietarios, pero tambi¨¦n de obligaciones, como para los que quieran poner en alquiler sus inmuebles, con unos requisitos m¨ªnimos de calidad y comportamiento de la edificaci¨®n. Todo ello permitir¨ªa hacer cumplir la Constituci¨®n, reforzar nuestra econom¨ªa para salir de esta crisis creando actividad y empleo de calidad, as¨ª como ponernos en el buen camino para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030.

Vicente S¨¢nchez Jim¨¦nez es secretario general de CC OO de Construcci¨®n y Servicios.