Lo que no son subvenciones
La intervenci¨®n del Estado est¨¢ para apoyar y no para sustituir la iniciativa privada
En la excepcionalidad econ¨®mica actual es dif¨ªcil encontrar un resquicio intelectual donde no se le conceda un papel considerable al Estado, pero existen riesgos conceptuales y program¨¢ticos. Entre las incertidumbres relacionadas con la concepci¨®n del papel p¨²blico est¨¢n las que pretenden aprovechar la coyuntura para hacerla estructura. La asistencia de urgencia con la permanencia de la intervenci¨®n. En el ¨¢mbito program¨¢tico, no se puede confundir taponar huecos de financiaci¨®n o de ingresos con un subsidio ad infinitum. Si se piensa en la acci¨®n p¨²blica contra el virus en tres fases (...
En la excepcionalidad econ¨®mica actual es dif¨ªcil encontrar un resquicio intelectual donde no se le conceda un papel considerable al Estado, pero existen riesgos conceptuales y program¨¢ticos. Entre las incertidumbres relacionadas con la concepci¨®n del papel p¨²blico est¨¢n las que pretenden aprovechar la coyuntura para hacerla estructura. La asistencia de urgencia con la permanencia de la intervenci¨®n. En el ¨¢mbito program¨¢tico, no se puede confundir taponar huecos de financiaci¨®n o de ingresos con un subsidio ad infinitum. Si se piensa en la acci¨®n p¨²blica contra el virus en tres fases (contenci¨®n, recuperaci¨®n y sistema econ¨®mico futuro), lo que se est¨¦ haciendo ahora resulta crucial para el sistema de incentivos de los pr¨®ximos a?os. Desde los keynesianos hasta las posiciones m¨¢s promercado se ha convenido que las grandes crisis dejan una impronta de superaci¨®n o hundimiento durante d¨¦cadas.
En Espa?a, en el abanico de medidas para combatir los efectos econ¨®micos de la covid-19 hay algunas que van orientadas a paliar los efectos del desempleo o de la paralizaci¨®n de la actividad. Subsidios de urgencia. Es necesario ayudar a los compatriotas que ahora sufren un rev¨¦s importante por un shock totalmente ajeno a ellos. Por eso, un ingreso m¨ªnimo vital temporal puede ser una buena idea. Reitero, temporal mientras dure esta crisis. Sin embargo, un ingreso permanente de estas caracter¨ªsticas sin incentivos a buscar trabajo es un error en un pa¨ªs con un mercado de trabajo tan disfuncional. Claro que es dif¨ªcil jugar con la evidencia hist¨®rica del consabido enfrentamiento dial¨¦ctico entre sociedad y Gobierno en tiempos de recesi¨®n. Los ciudadanos esperan que la soluci¨®n venga del Gobierno y, posteriormente, critican ferozmente la realidad de la insostenibilidad y desigualdad generada.
Es preocupante que, en un contexto de recursos escasos y tensiones en las finanzas del Estado, se puedan estar dando mensajes equivocados sobre los apoyos p¨²blicos. Por ejemplo, el eje principal de las medidas orientadas a la financiaci¨®n de empresas, como son los avales del ICO, no son subvenciones a fondo perdido ni deben ser tomadas como tales. Esos pr¨¦stamos son para devolverlos. Por ello, los avales deben ir a empresas con graves problemas puntuales por el coronavirus y sin otra alternativa financiera que el apoyo p¨²blico. Y cualquier esfuerzo ser¨¢ poco si se cumplen esos criterios mientras haya bula fiscal desde Bruselas, que no ser¨¢ por mucho tiempo. Lo que no debe hacerse es canalizar fondos en forma de subvenci¨®n para su reparto discrecional, sin atender a la m¨¢xima eficacia de los recursos escasos y las caracter¨ªsticas de cada empresa. La idea es crear un sistema de garant¨ªas y pagos que funcione en todo el pa¨ªs ¡ªsin agravios regionales¡ª, que no cortocircuite el sistema de incentivos empresariales. Los mensajes lo son todo. Si no apuntan a incentivos, pueden atenazar la inversi¨®n y el crecimiento futuro y generar desconfianza. Movilizar fondos no es esterilizar la capacidad de crecer e innovar del sistema. Espa?a sigue en eso que se denomina ¡°econom¨ªa social de mercado¡±, en la que la intervenci¨®n del Estado est¨¢ para apoyar y no para sustituir la iniciativa privada.