El virus de Trump crece, y su econom¨ªa se estanca
Los cuatro pr¨®ximos meses van a ser muy feos. Millones de estadounidenses perder¨¢n su salvavidas econ¨®mico
Hace poco m¨¢s de dos semanas, The Wall Street Journal publicaba una tribuna de opini¨®n del vicepresidente Mike Pence titulada ¡°No hay ¡®segunda ola¡¯ de coronavirus¡±. Se supon¨ªa que el art¨ªculo levantar¨ªa el ¨¢nimo al pa¨ªs. Pero fue, m¨¢s bien, un claro ejemplo de los delirios y el pensamiento m¨¢gico que han caracterizado cada paso de la respuesta del Gobierno de Trump a la covid-19, que ha provocado un desastre pol¨ªtico de proporciones ¨¦picas.
Pong¨¢moslo as¨ª: a estas alturas, se...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Hace poco m¨¢s de dos semanas, The Wall Street Journal publicaba una tribuna de opini¨®n del vicepresidente Mike Pence titulada ¡°No hay ¡®segunda ola¡¯ de coronavirus¡±. Se supon¨ªa que el art¨ªculo levantar¨ªa el ¨¢nimo al pa¨ªs. Pero fue, m¨¢s bien, un claro ejemplo de los delirios y el pensamiento m¨¢gico que han caracterizado cada paso de la respuesta del Gobierno de Trump a la covid-19, que ha provocado un desastre pol¨ªtico de proporciones ¨¦picas.
Pong¨¢moslo as¨ª: a estas alturas, seg¨²n los funcionarios y los sicofantes de Trump, supuestamente estar¨ªamos viendo una pandemia en retroceso y una recuperaci¨®n espectacular. Lo que tenemos, en cambio, es una recuperaci¨®n en retroceso y una pandemia espectacular. Acerca de la pandemia: el art¨ªculo de Pence declaraba alegremente que ¡°los casos se han estabilizado¡±, con una cifra media diaria de solo 20.000 contagiados. Incluso esa cifra, por cierto, era cinco veces mayor que la de la UE, que tiene un tercio m¨¢s de poblaci¨®n que Estados Unidos. Desde entonces, los nuevos contagios se han disparado, y el mi¨¦rcoles superaban los 50.000 seg¨²n algunos c¨¢lculos.
De hecho, en estos momentos, Arizona, con siete millones de habitantes, declara tantos casos nuevos al d¨ªa como toda la UE, con 446 millones. Algunos partidarios de Trump siguen intentando borrar de la mente ese aumento de los contagios porque consideran que es una f¨¢bula creada por la realizaci¨®n de m¨¢s pruebas. Pero no lo es. Los casos han aumentado mucho m¨¢s que las pruebas. Las hospitalizaciones se han disparado en Arizona y Texas, que son el epicentro del nuevo pico; en ambos estados, los hospitales est¨¢n en modo crisis. (Florida, que probablemente est¨¦ en la misma situaci¨®n, no ha publicado datos de hospitalizaciones).
La ¨²nica noticia ligeramente buena es que las muertes por coronavirus siguen disminuyendo, en parte porque la nueva ola de infecciones est¨¢ golpeando a personas m¨¢s j¨®venes que la primera, y en parte quiz¨¢ porque los m¨¦dicos tienen m¨¢s pr¨¢ctica a la hora de tratar la enfermedad. Pero la covid-19 puede ser debilitante y causar secuelas duraderas, aunque no mate. Adem¨¢s, las muertes son un indicador desfasado. En Arizona, donde la subida de casos comenz¨® unas dos semanas antes que en el resto del Cintur¨®n del Sol, los fallecimientos est¨¢n aumentando.
El caso es que el repunte de la covid-19 era completamente predecible, y se predijo. Cuando Donald Trump declar¨® que iniciar¨ªamos una ¡°transici¨®n hacia la grandeza¡± ¡ªes decir, que nos apresurar¨ªamos a reabrir la econom¨ªa a pesar de que la pandemia segu¨ªa descontrolada¡ª los epidemi¨®logos advirtieron de que esto podr¨ªa desencadenar una nueva oleada de infecciones. Y acertaron. Y los economistas advirtieron de que, si bien relajar el distanciamiento social conducir¨ªa a un breve periodo de crecimiento del empleo, estas mejoras ser¨ªan de corta duraci¨®n, que la reapertura prematura ser¨ªa contraproducente incluso en lo relativo a la econom¨ªa. Y acertaron tambi¨¦n.
No nos dejemos enga?ar por el elevado n¨²mero de puestos de trabajo en el informe de empleo del martes; se trata de una cifra que sigue dej¨¢ndonos con casi 15 millones de puestos de trabajo menos que en febrero. El informe era una instant¨¢nea de la econom¨ªa durante el ¡°periodo de referencia¡±, b¨¢sicamente la segunda semana de junio. De modo que nos cuenta lo que estaba ocurriendo antes de que el repunte de la covid-19 se hiciera evidente. No tenemos datos oficiales sobre lo que ha ocurrido desde entonces, pero diversos indicadores en tiempo real muestran que la recuperaci¨®n se ha estancado o incluso retrocedido. Efectivamente, las cosas empezaron a estropearse antes de que los estados decidieran revocar algunas de las medidas de desescalada. Es lo que tiene el miedo a la infecci¨®n: mucha gente evita salir, independientemente de lo que digan sus gobernadores.
En consecuencia, el desempleo sigue por encima del 10%, y probablemente no mejore demasiado en mucho tiempo.
Ahora bien, no existe correspondencia directa entre el empleo y la expansi¨®n de la pandemia. Si todos hubi¨¦ramos llevado mascarillas y evitado pol¨ªticas est¨²pidas como reabrir bares y reanudar las reuniones en espacios cerrados, probablemente habr¨ªamos registrado un aumento considerable del empleo sin que las infecciones se disparasen. Pero no lo hicimos, principalmente porque Trump y los gobernadores republicanos se negaron a tomar medidas sensatas. Y tampoco podemos pulsar sin m¨¢s la tecla de reinicio. Las actividades que podr¨ªamos haber retomado con seguridad hace dos meses, cuando las tasas de infecci¨®n de covid-19 eran bajas, han dejado de ser seguras dada la prevalencia mucho m¨¢s elevada de ahora. Es decir, estamos en peor situaci¨®n, incluso desde el punto de vista econ¨®mico, de lo que habr¨ªamos estado si Trump y sus aliados se hubieran tomado la pandemia en serio antes.
El aspecto realmente aterrador de nuestra situaci¨®n actual es que Trump y su gente no parecen haber aprendido nada de su debacle del coronavirus. El mi¨¦rcoles pasado Trump insist¨ªa, como lleva haci¨¦ndolo en todas las fases de la pandemia, en que el coronavirus ¡°desaparecer¨¢ sin m¨¢s¡±. Y los trumpistas siguen presumiendo de las cifras de empleo de junio, sin darse cuenta, por lo visto, de que est¨¢n desfasadas y de que la situaci¨®n probablemente haya empeorado en las ¨²ltimas semanas.
Lo triste, aterrador incluso, es que los delirios de ¨¦xito trumpianos nos van a salir muy caros al resto de nosotros. Deber¨ªamos estar dej¨¢ndonos la piel para controlar los contagios de covid-19 y asegurarnos de que los estadounidenses siguen recibiendo toda la ayuda econ¨®mica que necesiten. En realidad, no es probable que ocurra ninguna de las dos cosas. Las infecciones y las hospitalizaciones se disparar¨¢n a¨²n m¨¢s, y millones de estadounidenses perder¨¢n unos salvavidas econ¨®micos cruciales en pocas semanas. Los pr¨®ximos cuatro meses van a ser muy, muy feos.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020. Traduccion de News Clips