?Cu¨¢ndo empieza a contar el permiso por mi viaje de novios?

Si hay una materia especialmente conflictiva en el mundo laboral es la de los permisos retribuidos. Empresario y trabajador interpretan a menudo de manera contraria lo dispuesto tanto en el Estatuto de los Trabajadores (ET) como en el convenio colectivo, provocando el correspondiente litigio. El problema es que la ley no especifica claramente algunas cuestiones b¨¢sicas sobre su c¨®mputo y disfrute por lo que, a pesar de que los tribunales van resolviendo poco a poco las dudas m¨¢s controvertidas, siempre surgen nuevos...

Si hay una materia especialmente conflictiva en el mundo laboral es la de los permisos retribuidos. Empresario y trabajador interpretan a menudo de manera contraria lo dispuesto tanto en el Estatuto de los Trabajadores (ET) como en el convenio colectivo, provocando el correspondiente litigio. El problema es que la ley no especifica claramente algunas cuestiones b¨¢sicas sobre su c¨®mputo y disfrute por lo que, a pesar de que los tribunales van resolviendo poco a poco las dudas m¨¢s controvertidas, siempre surgen nuevos matices que crean nuevos conflictos. Por otro lado, son habituales las interpretaciones contradictorias en instancias judiciales inferiores, por lo que los pleitos se alargan hasta que el Tribunal Supremo unifica doctrina.

Un conflicto t¨ªpico es el del inicio del disfrute del permiso. Por ejemplo, si la boda del trabajador se celebra en festivo ?cu¨¢ndo comienza a contar la licencia: el mismo d¨ªa del enlace o el siguiente laborable? Como se?ala Juan Ignacio Olmos, socio de Ceca Mag¨¢n, ante la disparidad de resoluciones se fue desarrollando una l¨ªnea jurisprudencial que diferenciaba el permiso largo (matrimonio) frente al corto (todos los dem¨¢s), ¡°entendi¨¦ndose que el primero est¨¢ referido a d¨ªas naturales, que incluyen laborables y no laborables, y que el segundo se disfruta a partir del primer d¨ªa h¨¢bil¡±. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha corregido este criterio, aclarando que, salvo que el convenio diga lo contrario, el permiso por boda no se inicia hasta la primera jornada de trabajo que le siga. Y ello con independencia de que los 15 d¨ªas legales sean ¡°naturales¡±, como as¨ª lo especifica el ET, y por tanto su c¨®mputo no excluya festivos. En cambio, los cortos se consumir¨¢n en jornadas laborables.

Esta jurisprudencia, confirmada en marzo de este a?o, se basa en que estas licencias no son un descanso para los empleados, sino que se conceden para liberarles de acudir al trabajo y que puedan atender as¨ª a distintas necesidades personales sin p¨¦rdida de sueldo. En este sentido, el alto tribunal tambi¨¦n ha aclarado que el permiso retribuido por hospitalizaci¨®n de c¨®nyuge y parientes no se extingue con el alta hospitalaria si la misma no va acompa?ada de alta m¨¦dica. Otro problema distinto a¨²n por resolver, se?ala Ferm¨ªn Guardiola, socio de Baker McKenzie, ¡°es el de la superposici¨®n del permiso con festivos, vacaciones o de suspensi¨®n del contrato¡±. No est¨¢ claro, explica, si cuando coincide con estos periodos puede disfrutarse en un momento posterior.

Esta cuesti¨®n es la que deber¨¢ decidir en breve la Audiencia Nacional en relaci¨®n con el convenio aplicable a los trabajadores de Dia. Estos plantearon que los d¨ªas de mudanza o por fallecimiento de un familiar usados durante las vacaciones deber¨ªan poder compensarse en un momento posterior. La base argumental de esta postura, explica Pilar Caballero, abogada de la Federaci¨®n de Servicios de Comisiones Obreras y una de las letradas del litigio, est¨¢ precisamente en la reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo que aplaza el c¨®mputo de la licencia por matrimonio al primer d¨ªa laborable para el trabajador.

Rev¨¦s para la tesis sindical

Sin embargo, hace unas semanas, el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) devolvi¨® la consulta a la Audiencia se?alando que seg¨²n el Derecho comunitario no hay obst¨¢culo alguno para que los permisos se solapen con las vacaciones, ya que solo tienen sentido cuando se necesitan porque se est¨¢ trabajando. Si bien esta respuesta es un rev¨¦s para la tesis sindical, Caballero advierte que a¨²n cabe que el tribunal nacional introduzca ciertos matices. ¡°Deber¨ªa seguir la tesis del Supremo sobre que los d¨ªas computables de los permisos cortos sean s¨®lo laborables¡±, explica, aunque tambi¨¦n admite que podr¨ªa hacerse una distinci¨®n entre vacaciones largas y fines de semana.

En todo caso, el disfrute del permiso remunerado viene condicionado por el previo aviso a la empresa y su posterior justificaci¨®n. Si est¨¢ autorizado, el trabajador podr¨¢ ausentarse el tiempo previsto en el convenio sin que se le reste de su sueldo. Eso s¨ª, como se?ala Guardiola, en ocasiones se ha admitido la exclusi¨®n de ciertos complementos del salario, como el de nocturnidad, ¡°siempre que no se incurra en discriminaciones¡±. En cambio, si el empresario no lo autoriza, a?ade Olmos, el trabajador no puede ¡°tomarse los d¨ªas por su cuenta¡±, ya que su comportamiento puede ser considerado una falta sancionable incluso con el despido en los casos m¨¢s graves. Sin embargo, como sentenci¨® el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco en 2008, el convenio tampoco puede exigir un plazo de preaviso excesivo, como, por ejemplo, tres meses para comunicar un enlace.

Las dudas sobre la aplicaci¨®n de estas licencias pagadas se multiplican porque la mayor¨ªa de los convenios recogen su propia regulaci¨®n, en la que pueden ampliar, mejorar o, incluso, crear nuevos permisos, siempre que se respete el m¨ªnimo legal.

De hecho, a trav¨¦s de la negociaci¨®n se han ido incorporando mejoras, como las horas no recuperables para asistir al m¨¦dico o la equiparaci¨®n de permisos entre las parejas de hecho regularizadas y las casadas. Sin embargo, advierte Olmos, mientras el convenio no contemple expresamente una licencia por inicio de vida en com¨²n, no se puede extender la aplicaci¨®n sin m¨¢s de los d¨ªas concedidos en caso de boda. As¨ª lo confirm¨® en 2019 el Tribunal Supremo respecto del convenio de Correos, apoy¨¢ndose en la doctrina constitucional que ve compatible la diferenciaci¨®n con el principio de igualdad porque, razon¨®, el matrimonio y las parejas de hecho son ¡°realidades diferentes y no equivalentes¡±.