¡°El FMI debe ser la principal fuente de recursos para Latinoam¨¦rica; es el ¨²nico con capacidad¡±
La secretaria general Iberoamericana echa de menos m¨¢s apoyo econ¨®mico internacional para la regi¨®n, convertida hoy en epicentro de la pandemia, y pide a Europa que porte la voz de Latinoam¨¦rica ante los organismos internacionales
Am¨¦rica Latina est¨¢ en el momento m¨¢s cr¨ªtico en d¨¦cadas. Ahora el subcontinente es el bloque m¨¢s golpeado por el coronavirus tras desplazarse inicialmente la pandemia de Asia a Europa. Sus mimbres econ¨®micos han aguantado la primera embestida, y la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos mantienen a¨²n acceso a los mercados de deuda. Pero lo peor est¨¢ por llegar: la econom¨ªa regional se sumir¨¢ este a?o en una profund¨ªsima recesi¨®n, superior al 9%. En esta tesitura, la titular de la Secretar¨ªa General Iberoamericana ¡ªel organismo de coordinaci¨®n de los pa¨ªses iberoamericanos¡ª, Rebeca Grynspan (San Jos¨¦, Costa Rica, 1955), atiende por tel¨¦fono a EL PA?S desde su despacho de Madrid tras meses de confinamiento en los que no ha podido a ver a su familia, repartida ¡°por toda Am¨¦rica¡±: EE UU, M¨¦xico y su Costa Rica natal. ¡°Iban a venir ac¨¢, pero con las restricciones, desde todos los pa¨ªses a excepci¨®n de Uruguay, no se puede viajar a Europa¡±, dice resignada.
Pregunta. Empecemos por ah¨ª: ?c¨®mo valora la exclusi¨®n de pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Latina de la lista de naciones desde las que se puede viajar a la UE?
Respuesta. En esta normalizaci¨®n del tr¨¢fico internacional, los pa¨ªses ponderan todav¨ªa restricciones para limitar los contagios. Y es cierto que Am¨¦rica Latina es, en este momento, el epicentro de la crisis sanitaria: hay un dato triste, que a m¨ª me impresiona mucho: uno de cada dos nuevos fallecidos es latinoamericano, cuando Latinoam¨¦rica es solo el 8% de la poblaci¨®n mundial. Muchos pa¨ªses llegar¨¢n apenas ahora, en julio y en agosto, al pico de la pandemia.
P. El golpe econ¨®mico s¨ª se est¨¢ dejando sentir incluso antes de que se alcance ese pico.
R. Las ¨²ltimas proyecciones del FMI son dram¨¢ticas para el mundo entero, pero especialmente duras para la regi¨®n, con algunos pa¨ªses por encima del 10% de ca¨ªda y con consecuencias muy severas tanto sobre el empleo como sobre la pobreza y la desigualdad. Algo completamente inimaginable hace un a?o: nosotros hemos dicho que esta es la crisis m¨¢s severa de la regi¨®n en los 100 ¨²ltimos a?os, pero para el FMI ya es la m¨¢s profunda de la que tienen registro, ni siquiera comparable con la del 29. Estamos en terreno desconocido.
P. Pero la recuperaci¨®n, parece, tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s r¨¢pida que en crisis anteriores.
R. Ese es un buen punto, pero solo porque no hay destrucci¨®n de capital f¨ªsico como en una guerra. La capacidad de las empresas puede estar ah¨ª, para una recuperaci¨®n acelerada. Por eso hay que evitar que se destruya tejido empresarial y capital humano, porque esta crisis, que podr¨ªa ser de corto plazo, tiene el potencial de convertirse en una de largo plazo si no hacemos lo que hay que hacer ahora. Ser¨ªa inaceptable ver que los pa¨ªses mal llamados de renta media, muchos de ellos en Am¨¦rica Latina, caen en tierra de nadie; que no reciban el apoyo que requieren para evitar lo que la falta de espacio fiscal e inversi¨®n hoy puede provocar. Necesitamos la ayuda externa para evitar que sea as¨ª. Por s¨ª solos no tienen la capacidad de evitar el da?o sobre su tejido productivo y sobre las personas: m¨¢s del 50% de la fuerza laboral latinoamericana es informal, y las peque?as y medianas empresas representan el 97% del tejido empresarial y las dos terceras partes del empleo. Si no logramos proteger en este momento a las personas y a las empresas, nuestra recuperaci¨®n ser¨¢ mucho m¨¢s lenta y d¨¦bil.
P. ?Echa de menos m¨¢s apoyo econ¨®mico para Am¨¦rica Latina?
R. S¨ª. La regi¨®n tiene una tercera parte de los recursos para invertir en los programas de protecci¨®n social de los que disponen los pa¨ªses desarrollados, que han puesto en marcha paquetes fiscales de hasta el 20% del PIB. En Am¨¦rica Latina, en el mejor de los casos, estos ser¨¢n de entre la tercera parte y la mitad. Si bien el FMI, que ha comprometido 107.000 millones de d¨®lares, y los bancos de desarrollo han tratado de actuar r¨¢pidamente, los montos que hay disponibles son insuficientes para lo que va a requerir la recuperaci¨®n econ¨®mica de la regi¨®n.
P. ?De d¨®nde debe venir el dinero restante?
R. Hay que emitir nuevos derechos especiales de giro en el FMI, que sin duda tiene que ser la principal fuente de financiamiento y de recursos para la recuperaci¨®n de la regi¨®n porque es el ¨²nico que tiene la capacidad necesaria para hacerlo. Y los pa¨ªses que no van a usar sus derechos especiales de giro podr¨ªan cederlos a los pa¨ªses que s¨ª los necesitan: este podr¨ªa ser un gesto de los pa¨ªses europeos que, como tienen el BCE, no tiene que usar los derechos en el Fondo. Adem¨¢s, tendr¨ªamos que capitalizar los bancos de desarrollo: un 20% m¨¢s de capital podr¨ªa proveer un apalancamiento adicional con el sector privado de 800.000 millones de d¨®lares. La inversi¨®n en los sectores prioritarios debe venir de los bancos de desarrollo. Y, por ¨²ltimo, igual que EE UU tiene l¨ªneas de apoyo a Brasil y M¨¦xico, el BCE podr¨ªa hacer lo mismo. Eso, adem¨¢s, fortalecer¨ªa al euro. Necesitamos una coalici¨®n de pa¨ªses de ingreso medio en la que se planteen todos estos instrumentos.
P. ?Qu¨¦ papel debe jugar Europa?
R. Su fuerza en los foros financieros multilaterales podr¨ªa ser de enorme significado para poder proveer a Am¨¦rica Latina de lo que necesita para lograr una recuperaci¨®n mucho m¨¢s r¨¢pida. Debe darnos voz en un momento tan dif¨ªcil. Con todo, es importante subrayar que, a diferencia de en el pasado, el acceso a mercado de los pa¨ªses de la regi¨®n no se ha cerrado. Y que si en 2009 tuvimos que esperar dos a?os para que los capitales internacionales retornasen a Am¨¦rica Latina, ahora solo hemos tenido que esperar dos meses. Es un elemento positivo y una buena noticia: la regi¨®n sigue mostrando fortalezas que no ten¨ªamos en las crisis de los ochenta y los noventa. Tenemos m¨¢s flexibilidad y m¨¢s espacio macroecon¨®mico, pero los pa¨ªses ¡ªsobre todo caribe?os y centroamericanos¡ª que ya est¨¢n en procesos de reestructuraci¨®n de deuda o que se financian en condiciones muy onerosas necesitan r¨¢pidamente cr¨¦ditos flexibles del FMI y desembolsos sectoriales importantes de los bancos de desarrollo.
P. Y, sin embargo, sigue una cierta sensaci¨®n de s¨¢lvese quien pueda.
R. S¨ª, lo comparto. Hay que poner en la agenda pol¨ªtica internacional, tanto del G20 como de Naciones Unidas que la estabilidad de Am¨¦rica Latina es esencial para la del mundo entero porque representa la estabilidad de [todos] los pa¨ªses de ingreso medio y emergentes, que suman 5.000 millones de personas. Am¨¦rica Latina es una regi¨®n que no ha dado en los ¨²ltimos a?os problemas especiales desde el punto de vista econ¨®mico y ahora puede volver a darlos, con riesgo de contagio sobre el resto del mundo si no hay una acci¨®n r¨¢pida y decidida.
P. Aboga, entonces, por poner a los pa¨ªses de renta media en el centro.
R. Hay que ayudar a los pa¨ªses m¨¢s pobres, pero creer que solo con eso vamos a evitar una crisis humanitaria no es cierto: el 62% de las personas pobres en el mundo viven en pa¨ªses de renta media. Es la diferencia entre ayudar a los pa¨ªses pobres y ayudar a los pobres, y olvidar a Am¨¦rica Latina y a los pa¨ªses de renta media es el mayor riesgo en este momento. La regi¨®n podr¨ªa perder dos d¨¦cadas de progreso social, como en los ochenta, cuando en t¨¦rminos econ¨®micos se perdi¨® una d¨¦cada pero en t¨¦rminos sociales se perdieron dos.
P. ?Habr¨¢ defaults?
R. Si hay suficiente financiamiento, r¨¢pido y ¨¢gil, la mayor¨ªa de los pa¨ªses [latinoamericanos] no requerir¨¢ una reestructuraci¨®n. Pero si no lo hay tendremos m¨¢s casos de dificultad para hacer frente a sus obligaciones. Si el mundo internacional responde adecuadamente, ser¨¢n muchos menos los casos.
P. En la conferencia promovida recientemente por Espa?a para facilitar financiaci¨®n a Am¨¦rica Latina llam¨® mucho la atenci¨®n la ausencia de representantes de los dos pa¨ªses m¨¢s grandes del ¨¢rea, Brasil y M¨¦xico.
R. Esto habr¨ªa que pregunt¨¢rselo m¨¢s al Gobierno de Espa?a, que es el que curs¨® las invitaciones. Entiendo que M¨¦xico no pudo participar, pero no que no est¨¦ de acuerdo. En la cumbre iberoamericana de noviembre est¨¢n representados todos los pa¨ªses, donde esperamos llevar este asunto a la consideraci¨®n de todos y poder contar con su apoyo.
P. Incide en la importancia de los bancos de desarrollo. Parece que solo nos acordamos de ellos cuando vienen mal dadas.
R. No del todo. En el 2009 se recapitalizaron para enfrentar la crisis; m¨¢s bien lo que creo es que la respuesta esta vez ha sido menos contundente que entonces, cuando hab¨ªa una coalici¨®n internacional m¨¢s fuerte que promovi¨® su recapitalizaci¨®n. En este momento eso no ha pasado: el G20 hizo una declaraci¨®n muy buena, pero en la que no estaba la recapitalizaci¨®n de los bancos de desarrollo. Y tampoco se ha dado una nueva emisi¨®n de derechos [especiales] de giro [del FMI]. No ha habido una respuesta verdaderamente global: el FMI, el Banco Mundial y los bancos de desarrollo regionales han reaccionado r¨¢pido, pero requieren de instrumentos que solo pueden ser acordados en el espacio global multilateral.
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