¡°El BID no puede darse el lujo de tener un presidente que polarice¡±
La expresidenta de Costa Rica aspira a convertir el organismo en una suerte de OCDE para los pa¨ªses latinoamericanos de renta media y no descarta la necesidad de una ampliaci¨®n de capital
Laura Chinchilla (Carmen, 1959) era la gran favorita para convertirse en la nueva presidenta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta que en plena crisis sanitaria Donald Trump dio un golpe de mano para convertir a uno de sus fieles, el cubano-estadounidense Mauricio Claver-Carone, en el primer jefe no latinoamericano del multilateral. Preocupada por la pandemia y por el futuro de la instituci¨®n en caso de que caiga en manos de un candidato que ¡°pola...
Laura Chinchilla (Carmen, 1959) era la gran favorita para convertirse en la nueva presidenta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta que en plena crisis sanitaria Donald Trump dio un golpe de mano para convertir a uno de sus fieles, el cubano-estadounidense Mauricio Claver-Carone, en el primer jefe no latinoamericano del multilateral. Preocupada por la pandemia y por el futuro de la instituci¨®n en caso de que caiga en manos de un candidato que ¡°polarice¡±, pero a¨²n esperanzada sobre sus opciones de acceder al cargo expresidenta de Costa Rica conversa con EL PA?S desde su casa.
Pregunta. ?Qu¨¦ le lleva a aspirar a la presidencia del BID?
Respuesta. Es una oportunidad excepcional para colaborar con los Gobiernos de nuestra regi¨®n, con los sectores productivos y los ciudadanos en general para avanzar hacia un crecimiento econ¨®mico mucho m¨¢s din¨¢mico y una econom¨ªa m¨¢s solidaria y sostenible. No hay manera de que uno no sienta impaciencia por lo que ha pasado: Am¨¦rica Latina es una regi¨®n con grand¨ªsimas posibilidades, pero que ha tenido un desarrollo mediocre.
P. ?Cu¨¢ndo tom¨® la decisi¨®n de presentarse?
R. No es una cosa de ahora: la tomamos a principios de este a?o. Lo que Am¨¦rica Latina est¨¢ demandando en este momento y ahora, con la pandemia, a¨²n m¨¢s, es un liderazgo experimentado, capaz de trabajar con diferentes actores y sectores y que mire a la regi¨®n no solamente desde el punto de vista de balances financieros sino un punto de vista integral y complejo. Que permita a la regi¨®n tener mejores pol¨ªticas p¨²blicas. Tras la pandemia, el panorama es devastador y lo primero que debemos hacer es entender la magnitud de lo que se nos viene: si no, va a ser muy dif¨ªcil estar preparados para responder.
P. ?Cree que se est¨¢ entendiendo lo que se viene encima?
R. No lo veo. Hay que hacer mucho m¨¢s por entender lo que debemos evitar, que es otra d¨¦cada perdida, y apuntar hacia d¨®nde queremos avanzar. Y en esas tareas el Banco es el socio m¨¢s importante para nuestra regi¨®n: es el bien p¨²blico regional m¨¢s importante que hemos logrado construir los latinoamericanos.
P. La crisis en el peor momento para la regi¨®n.
R. S¨ª, pero tampoco es casual: nos hemos acostumbrado a ciclos de bajo crecimiento y estancamiento de los indicadores econ¨®micos, sin ning¨²n espacio fiscal y con una deuda externa que se ha incrementado 120% en los ¨²ltimos 10 a?os. A diferencia de la d¨¦cada perdida de los a?os ochenta, hoy hay desesperanza en los latinoamericanos. Temo, adem¨¢s, algunas tendencias: el proteccionismo en un momento en el que tenemos que hacer un gran esfuerzo de integraci¨®n de los mercados regionales; el clientelismo en el manejo de los fondos; el autoritarismo; y el ego¨ªsmo en el dise?o de las pol¨ªticas p¨²blicas que vienen: si hay algo que ha golpeado a la regi¨®n es la desigualdad y esto [la pandemia] va a profundizarla. Tenemos que sentar las bases de qui¨¦nes van a llevar a sus espaldas los costes del ajuste fiscal.
P. ?Y qui¨¦n deber¨ªa acarrear este coste?
R. No pueden ser los sectores m¨¢s d¨¦biles, eso est¨¢ claro. No solamente por razones ¨¦ticas sino tampoco desde el punto de vista de la conveniencia: viendo lo que pas¨® en 2019, cuando varios pa¨ªses vivieron escenarios de convulsi¨®n social y los Gobiernos no pudieron responder, no conviene que eso sea as¨ª.
P. ?Ha hecho el BID todo lo que estaba en su mano durante esta crisis?
R. Creo que ha hecho bastante por la regi¨®n. Pero vamos a ser claros: el Banco tampoco puede sustituir a las decisiones soberanas de los Gobiernos, con ciclos pol¨ªticos tan cortos y binarios como tenemos por la naturaleza presidencialista de nuestros sistemas pol¨ªticos. Eso atenta contra visiones estrat¨¦gicas de continuidad de los esfuerzos y de sostenibilidad de las pol¨ªticas p¨²blicas. Ah¨ª s¨ª, creo que se puede hacer m¨¢s: el Banco se tiene que convertir en un referente de buenas pr¨¢cticas y lecciones aprendidas. Tiene que ser una especie de OCDE para los pa¨ªses de renta media que no pueden acceder.
P. ?Una OCDE a escala latinoamericana?
R. As¨ª es. Nada nos impide que el BID lo haga [ese papel] en la regi¨®n. Y lo otro que tenemos que hacer es que los recursos que muchas veces quedan muy contenidos en Washington vayan al terreno: estar mucho m¨¢s cerca de los pa¨ªses y acompa?arles, que las pol¨ªticas no sean acartonadas, de copy-paste¡ Am¨¦rica Latina es un mosaico de realidades muy diferenciadas y las estrategias tambi¨¦n deben serlo.
P. ?Valorar¨ªa el cambio de sede del BID; llevarla de Washington a alguna capital latinoamericana?
R. No s¨¦. Estar¨ªa mucho en funci¨®n de costos. M¨¢s que pensar en el simbolismo de una sede, lo que es m¨¢s importante es que los recursos fluyan hacia la regi¨®n: ya ha habido, con el presidente actual, procesos de descentralizaci¨®n de las operaciones. Pero los recursos humanos deben salir m¨¢s de la sede principal e ir al terreno. Y, tras la pandemia, hay que adelgazar la instituci¨®n y hacerla m¨¢s eficiente.
P. De ganar la votaci¨®n, ser¨ªa la primera mujer y la primera centroamericana en llegar a la presidencia del BID. ?Qu¨¦ importancia le da a esto?
R. Ciertamente hay s¨ªmbolos que hablan mucho del progreso de las instituciones y de las sociedades. No lo digo como un asunto de vanidad: podr¨ªa ser cualquier otra mujer o cualquier otro centroamericano, pero tendr¨ªa un gran simbolismo. Tambi¨¦n de democratizaci¨®n en la elecci¨®n de la persona que lo va a presidir: venimos de un pa¨ªs que no tiene siquiera un punto porcentual del capital accionario del banco. Y el hecho de ser una mujer mandar¨ªa un mensaje muy poderoso para muchas mujeres latinoamericanas que ambicionan moverse en la pir¨¢mide hacia los puestos de decisi¨®n.
P. ?Qu¨¦ c¨¢lculos maneja para hacerlo posible?
R. Soy realista y reconozco que hay una situaci¨®n compleja. Present¨¦ mi candidatura cuando solo hab¨ªa un candidato m¨¢s, el de Argentina, y luego en el proceso surgieron aspiraciones adicionales. Estaba convencida de que, como ha sucedido siempre en los procesos de elecci¨®n del BID, ¨ªbamos a llegar varios candidatos con un tono de debate edificante e iba a poder llegar a la ¨²ltima ronda de votaci¨®n. Ha surgido a ¨²ltima hora una candidatura de EE UU que ha generado un movimiento importante y no quiero adelantar temas que tengan que ver con la votaci¨®n. Me encantar¨ªa ganar esta elecci¨®n y estoy segura de tener las mejores condiciones para el puesto, y tengo la impresi¨®n de que hay naciones de que a¨²n est¨¢n a la expectativa de que no todo est¨¢ dictado. Una elecci¨®n sin competencia afectar¨ªa a la legitimidad del proceso: ser¨ªa un error garrafal forzar un resultado por aclamaci¨®n.
P. Lo que ha roto la baraja ha sido la irrupci¨®n, por primera vez en los 60 a?os de historia del BID, de un candidato no latinoamericano.
R. Por mi propia naturaleza y los principios que siempre me han orientado, no est¨¢ en m¨ª discutir la nacionalidad de quien aspire a cualquier puesto en un organismo internacional. La pregunta fundamental es si el candidato o la candidata tiene la visi¨®n que la regi¨®n requiere. Tiene que dar las garant¨ªas de poder convocar acuerdos: la instituci¨®n no se puede dar el lujo de tener un presidente que polarice. Nuestra candidatura se construye sobre la base de no polarizar m¨¢s a la regi¨®n: no nos podemos permitir eso. Y much¨ªsimo menos, polarizar en el pa¨ªs [EE UU] que aporta el 30% del capital y que, adem¨¢s, ejerce un veto sobre cualquier ampliaci¨®n de capital.
P. ?Tendr¨¢ que ampliar capital el BID para afrontar el escenario pospandemia?
R. Muy probablemente es un escenario que se va a tener que considerar, y si no hay ambiente en Washington para que eso suceda no vamos a poder avanzar.
P. ?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gica una candidatura latinoamericana, y no dos, para que haya m¨¢s opciones de que alguien de la regi¨®n sigue al frente del BID?
R. Ese es un asunto que solo las circunstancias podr¨¢n ir definiendo. No soy de forzar alianzas que solo tengan por prop¨®sito oponerse a algo: eso generalmente no funciona. Aqu¨ª lo m¨¢s importante es si en el camino nos vamos a poder encontrar en tesis comunes que refuercen al Banco: si eso sucede siempre estar¨¦ abierta a unirme a cualquier causa. Pero no por razones negativas, sino por razones positivas: no por precipitar alianzas nos podemos garantizar el resultado.
P. Pero el candidato estadounidense afirma haber asegurado ya el apoyo de 15 pa¨ªses, lo que le sit¨²a a las puertas de la presidencia.
R. Cada quien hace las campa?as a su estilo, y el m¨ªo es diferente: no voy a estar predicando los apoyos.
P. Flota tambi¨¦n en el ambiente la posibilidad de forzar que no haya qu¨®rum en la votaci¨®n para postergar la elecci¨®n hasta despu¨¦s de los comicios presidenciales en EE UU.
R. No est¨¢ en nosotros influenciar en temas de qu¨®rum o no qu¨®rum. Estoy trabajando en el escenario en el que habr¨¢ una elecci¨®n y tratar¨¦ de prepararme lo mejor posible para ello.