La pobreza severa baj¨® en Espa?a antes de la pandemia y afecta a 2,2 millones de personas

La pobreza y la desigualdad iban poco a poco corrigi¨¦ndose en Espa?a antes de la llegada del coronavirus. La tasa de pobreza severa descendi¨® en 2018 hasta el 4,7% de la poblaci¨®n, unos 2,2 millones de personas seg¨²n la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este martes por el INE. Aunque dista mucho del 3,6% registrado en 2008, la cifra representa una mejora sustancial frente al 5,4% anotado el a?o anterior y el 7,1% que se alcanz¨® en 2013, en el peor momento de la Gran Recesi¨®n. Adem¨¢s, es un punto inferior al 5,7% que se da de media en la UE. Gracias a la mejora del empleo que se vivi¨® e...

La pobreza y la desigualdad iban poco a poco corrigi¨¦ndose en Espa?a antes de la llegada del coronavirus. La tasa de pobreza severa descendi¨® en 2018 hasta el 4,7% de la poblaci¨®n, unos 2,2 millones de personas seg¨²n la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este martes por el INE. Aunque dista mucho del 3,6% registrado en 2008, la cifra representa una mejora sustancial frente al 5,4% anotado el a?o anterior y el 7,1% que se alcanz¨® en 2013, en el peor momento de la Gran Recesi¨®n. Adem¨¢s, es un punto inferior al 5,7% que se da de media en la UE. Gracias a la mejora del empleo que se vivi¨® en 2018, los ingresos medios por persona repuntaron un 2,3% hasta los 11.680 euros. Y la tasa de riesgo de la pobreza ¨Cun indicador que mide si los ingresos son bajos en relaci¨®n con la media y que por lo tanto mide la desigualdad¨C baj¨® al 25,3% frente al 26,1% del a?o anterior. En este par¨¢metro Espa?a figura, en cambio, bastante peor respecto al resto de la Uni¨®n, donde en el conjunto la media es unos tres puntos m¨¢s baja y roza el 22%. Es decir, en la comparativa europea Espa?a no est¨¢ tan mal en t¨¦rminos de carest¨ªa severa pero s¨ª en cuanto a desigualdad de rentas. Solo que esto era antes de que irrumpiese una pandemia que ha castigado especialmente a la econom¨ªa espa?ola.

Seg¨²n las encuestas del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, unos 2,2 millones de personas en Espa?a se enfrentaban antes de la covid a una situaci¨®n de pobreza severa, entendida como una privaci¨®n material de hasta cuatro necesidades declaradas de una lista de nueve: experimentan serias dificultades para llegar a fin de mes (el 7,4%, unos tres puntos menos que el a?o precedente y el menor porcentaje de una serie que arranca en 2004); no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (el 33,9%); han sufrido retrasos en el pago de gastos de la vivienda principal o en compras a plazos (el 6,9%); no pueden permitirse ir de vacaciones una semana al a?o (el 33,4%); no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada; no pueden permitirse una comida de carne o pescado cada dos d¨ªas; no pueden disponer de un autom¨®vil; un tel¨¦fono; un televisor o una lavadora.

Otro indicador distinto es la tasa de riesgo de pobreza o exclusi¨®n social, la llamada tasa Arope que dise?a la Comisi¨®n Europea y que arroja que un 25,3% de las personas en Espa?a est¨¢n en riesgo de pobreza. ?Significa eso que uno de cada cuatro es pobre? No exactamente. Esta estad¨ªstica se construye a partir de las personas cuyos ingresos est¨¢n por debajo del 60% de la mediana ajust¨¢ndola seg¨²n la composici¨®n del hogar. En 2018, el 20,7% se encontraba por debajo de ese umbral. Y adem¨¢s se suman las familias que padecen pobreza severa, el 4,7%, y aquellas en los que sus miembros trabajan pocas horas, un 10,8%. Fruto del cruce de estos tres grupos, la poblaci¨®n en riesgo de pobreza asciende al 25,3%. En realidad se trata por tanto m¨¢s bien de un indicador de desigualdad. En la UE esta tasa se coloc¨® en el 21,9% en el a?o precedente. De ah¨ª que Espa?a tenga como un reto pendiente corregir la desigualdad de ingresos.

Como se?ala el INE, el riesgo de pobreza es mayor en la poblaci¨®n con menos estudios y en las familias formadas por un adulto con hijos. El 46,8% de las personas que viv¨ªan en hogares de un adulto con ni?os a cargo se situaban en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social. Al haber menos adultos aportando ingresos, la renta per c¨¢pita de la familia disminuye significativamente.

Otra forma de medir la desigualdad es comparar las rentas del 20% con mayores ingresos frente a las del 20% que menos gana. En 2018, los primeros ganaban 5,9 veces m¨¢s que los segundos, una ratio que desciende una d¨¦cima respecto al a?o anterior. La media europea se sit¨²a en las 5,1 y otra vez deja a Espa?a retratada mal en este cap¨ªtulo. Si se toma el ¨ªndice Gini, que considera el valor cero como la equidad perfecta y el 100 como la situaci¨®n de m¨¢xima desigualdad, Espa?a arroja un 33,0, una leve mejora sobre el 33,2 anotado en 2017 pero lejos del 30,8 de la UE.

Seg¨²n el informe sobre la desigualdad que elabor¨® el Banco de Espa?a, la desigualdad por renta se ceba aqu¨ª en mayor medida con j¨®venes, inmigrantes y mujeres, y ocurre sobre todo porque trabajan menos horas al estar m¨¢s en el paro y acumular m¨¢s contratos temporales y parciales. Seg¨²n los datos de la encuesta del INE, por grupos de edad los mayores de 65 a?os son los que presentan un menor riesgo de pobreza: solo el 14,5% estaba por debajo del umbral del 60% de ingresos frente al 20,7% del total. Es m¨¢s: tienen incluso menos riesgo de exclusi¨®n que los ocupados, que est¨¢n en el 15%.