La cl¨¢usula guillotina
Un tratado UE-Reino Unido flexible exige una gobernanza r¨ªgida, con posibles retorsiones
La guillotina se emplea en Bruselas para dos usos, siempre definitivos, como es lo propio de esa cuchilla.
Uno es la fecha-guillotina: no da plazo adicional, ninguna pr¨®rroga, ni trucos como el de parar el reloj, contra lo que es costumbre. Para el pos-Brexit hay una fecha as¨ª, el 31 de diciembre. Pero ya se barruntan periodos de semi-transici¨®n encubiertos, si no se llega a pactar a tiempo: ambas cosas, pacto y plazo, nada f¨¢ciles.
Otro es la cl¨¢usula-guillotina de un documento: la que se aplica sin matices, a pelo, en vena. El que viene al caso: el probable, pero ...
La guillotina se emplea en Bruselas para dos usos, siempre definitivos, como es lo propio de esa cuchilla.
Uno es la fecha-guillotina: no da plazo adicional, ninguna pr¨®rroga, ni trucos como el de parar el reloj, contra lo que es costumbre. Para el pos-Brexit hay una fecha as¨ª, el 31 de diciembre. Pero ya se barruntan periodos de semi-transici¨®n encubiertos, si no se llega a pactar a tiempo: ambas cosas, pacto y plazo, nada f¨¢ciles.
Otro es la cl¨¢usula-guillotina de un documento: la que se aplica sin matices, a pelo, en vena. El que viene al caso: el probable, pero no seguro, tratado comercial bilateral UE-Reino Unido.
Los tratados comerciales suelen ser documentos prolijos y tasados. Especifican cada producto, cada variante y cada est¨¢ndar que deben cumplir: industrial, de seguridad, sanitario, laboral, medioambiental, fiscal...
A mayor concreci¨®n, obligaciones m¨¢s evidentes, autom¨¢ticas, r¨ªgidas. Y por tanto menor necesidad de un mecanismo potente de gobernanza o arbitraje para dirimir en casos de litigio. El sistema de alineamiento din¨¢mico de requisitos de la legislaci¨®n brit¨¢nica con la comunitaria para el futuro era la opci¨®n preferible (para todos) y preferida (por los europeos), por inequ¨ªvoco.
Asegurar¨ªa sin sombras un terreno de juego com¨²n ¡ªlevel playing field¡ª y, por tanto, una competencia leal y honesta, sin opciones de ventajismo a lo Singapur. Y adem¨¢s, por autom¨¢tico, no requer¨ªa una gobernanza potente.
Theresa May lo entend¨ªa. Boris Johnson lo rechaza. As¨ª que, en vez de un alineamiento estrecho, se pactan unos principios comunes que cada cual desarrolla aut¨®nomamente. Y como eso puede dejar intersticios a desencuentros, trampas y confusiones, se acuerda una gobernanza fuerte.
Porque si se es flexible en la materia, se es inflexible en c¨®mo gestionarla (y al rev¨¦s). M¨¢s a¨²n cuando media la desconfianza, no se olvide que la UE trata con un actor como Johnson, capaz de revertir unilateralmente un pacto fraguado por ¨¦l mismo, el Acuerdo de Retirada, que ya se ha visto obligado a restablecer.
As¨ª que lo ahora proyectado incluye un mecanismo poderoso: si una parte detecta que la otra viola lo acordado en est¨¢ndares, podr¨¢ legalmente aplicarle retorsiones en cualquiera otra materia. Y en un plazo muy breve. Hasta que se produzca el arbitraje.
Es un instrumento similar al modo de aplicaci¨®n de los aranceles en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Si otro socio te los impone por la brava, t¨² se los replicas por igual cuant¨ªa en otros art¨ªculos. Hasta que decide el panel de jueces de la OMC (que Donald Trump paraliz¨®).
Sin una garant¨ªa de ese tipo, un pacto comercial bilateral para el futuro es inviable. As¨ª que ser¨ªa ¡ªsi es potente¡ª, un second best. Pues un Brexit sin acuerdo ser¨ªa fatal para el Reino Unido (ca¨ªda del PIB entre el 4% y el 9,5%, seg¨²n distintos estudios), pero malo para la UE (de 0,5 a 1,5 puntos).
Y para Espa?a. Erosionar¨ªa su PIB en un 0,71%, estima el Banco de Espa?a. Aunque ser¨ªa peor para Holanda, Dinamarca, B¨¦lgica y Rep¨²blica Checa, seg¨²n el FMI.
Y es que los brit¨¢nicos absorben un buen pico de la oferta tur¨ªstica, que equivale al 2,5% del PIB espa?ol, y de la exportaci¨®n hortofrut¨ªcola, al 1,5%. Son dos (grandes) botones de muestra de lo que se expondr¨ªa en una ruptura salvaje. Si la cuchilla popularizada por el doctor Joseph-Ignace Guillotin la evita, bendita sea.