El retorno de los falsos halcones del d¨¦ficit
Escatimar ayuda en nombre de la prudencia fiscal har¨ªa padecer dificultades enormes a millones de ciudadanos
Parece que el Congreso aprobar¨¢ en breve la tan necesaria ley de asistencia econ¨®mica (no de est¨ªmulo) que ayudar¨¢ a los estadounidenses en apuros a superar los pr¨®ximos meses, mientras esperamos que la vacunaci¨®n generalizada prepare el terreno para la recuperaci¨®n econ¨®mica. Es una buena noticia, porque algo es mejor que nada, a pesar de que lo que sabemos de esta ley nos dice que va a tener numerosas deficiencias.
Pero la forma...
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Parece que el Congreso aprobar¨¢ en breve la tan necesaria ley de asistencia econ¨®mica (no de est¨ªmulo) que ayudar¨¢ a los estadounidenses en apuros a superar los pr¨®ximos meses, mientras esperamos que la vacunaci¨®n generalizada prepare el terreno para la recuperaci¨®n econ¨®mica. Es una buena noticia, porque algo es mejor que nada, a pesar de que lo que sabemos de esta ley nos dice que va a tener numerosas deficiencias.
Pero la forma en que se ha desarrollado este debate es un mal presagio para el futuro. Incluso algunos de los buenos parecen un poco confusos acerca de lo que intentan hacer. Y est¨¢ claro que los malos ¡ªMitch McConnell y compa?¨ªa¡ª solo hacen las cosas que hay que hacer en condiciones de presi¨®n pol¨ªtica extrema, y muestran todos los indicios de que torpedear¨¢n sistem¨¢ticamente la econom¨ªa en cuanto el presidente electo Joe Biden asuma el cargo.
Acerca de los buenos que se equivocan: la ley de ayuda econ¨®mica trata de proporcionar a individuos y familias un flotador econ¨®mico durante la pandemia. ?Pero qui¨¦n deber¨ªa recibir ese flotador? ?Deber¨ªa ir a una mayor¨ªa de la poblaci¨®n, como los cheques de 1.200 d¨®lares que se enviaron en primavera? ?O deber¨ªa centrarse en mejorar las prestaciones por desempleo para los millones de trabajadores que, por culpa de la pandemia, han perdido todos sus ingresos?
Seg¨²n The Washington Post, los senadores Bernie Sanders y Joe Manchin mantuvieron el pasado mi¨¦rcoles una ¡°acalorada discusi¨®n¡± sobre el tema durante una teleconferencia en la que Sanders defend¨ªa una ayuda generalizada y Manchin sosten¨ªa que era m¨¢s crucial mejorar las prestaciones por desempleo.
Pues bien, en la mayor¨ªa de los temas me siento mucho m¨¢s cerca de Sanders que de Manchin, el dem¨®crata m¨¢s conservador del Senado. Pero en este caso lamento decir que Manchin tiene raz¨®n. El sufrimiento econ¨®mico causado por el coronavirus se ha repartido de manera muy desigual: una minor¨ªa de la poblaci¨®n activa ha quedado devastada, mientras que a aquellos que han podido seguir trabajando les ha ido, en l¨ªneas generales, relativamente bien. Los sueldos y los salarios, en general, se han recuperado con rapidez.
De modo que, si la cantidad de ayuda que puede ofrecerse es limitada, es m¨¢s importante ayudar a los desempleados ¡ªy en especial sostener esa ayuda mucho m¨¢s all¨¢ de las 10 semanas que supuestamente contempla el acuerdo actual¡ª que enviar cheques a quienes han podido seguir trabajando. El mejor argumento que encuentro para los pagos generalizados es pol¨ªtico: quienes no han perdido el trabajo en la pandemia podr¨ªan estar m¨¢s dispuestos a apoyar la ayuda econ¨®mica a quienes s¨ª lo han perdido si ellos tambi¨¦n obtienen algo con el trato.
?Pero por qu¨¦ es limitada la cantidad de ayuda? Los republicanos parecen dispuestos a pactar porque temen que el obstruccionismo total les perjudique en la segunda vuelta de las elecciones para el Senado en Georgia. Pero est¨¢n decididos a mantener la suma por debajo del bill¨®n d¨®lares, de ah¨ª que se haya hablado de 900.000 millones.
Sin embargo, ese l¨ªmite de un bill¨®n de d¨®lares no tiene ning¨²n sentido. La cantidad que gastemos en ayuda de emergencia deber¨ªa estar determinada por cu¨¢nta ayuda hace falta, no por la sensaci¨®n de que un bill¨®n sea una cifra que asusta. Porque la asequibilidad no es un problema ahora mismo. La administraci¨®n p¨²blica estadounidense se ha endeudado en m¨¢s de tres billones de d¨®lares durante el a?o fiscal de 2020; los inversores se han mostrado muy dispuestos a prestar ese dinero, a tipos de inter¨¦s muy bajos. De hecho, ¨²ltimamente, el tipo de inter¨¦s real de la deuda estadounidense ¡ªel tipo ajustado a la inflaci¨®n¡ª ha sido sistem¨¢ticamente negativo, lo que significa que la deuda adicional ni siquiera supondr¨¢ una gran carga en el futuro.
Y hasta los economistas a los que normalmente les preocupan los d¨¦ficits coinciden en que, en casos de emergencia nacional, es correcto asumir grandes d¨¦ficits. Si una pandemia que sigue manteniendo sin empleo a 10 millones de trabajadores no es una emergencia, no s¨¦ qu¨¦ podr¨ªa serlo.
Naturalmente, sabemos qu¨¦ est¨¢ pasando aqu¨ª. Si bien los republicanos han hecho el c¨¢lculo pol¨ªtico de que deben soltar algo de dinero mientras el control del Senado siga estando en duda, claramente se est¨¢n preparando para invocar el miedo a los d¨¦ficits presupuestarios como raz¨®n para bloquear absolutamente todo lo que Biden proponga cuando por fin jure el cargo.
Ni que decir tiene que el giro inminente del Partido Republicano a la obsesi¨®n por el d¨¦ficit ser¨¢ completamente insincero. Los republicanos no tuvieron problema en aumentar el d¨¦ficit durante los tres a?os de mandato de Trump anteriores a la pandemia; aprobaron tranquilamente una rebaja fiscal de 1,9 billones de d¨®lares, que benefici¨® principalmente a las multinacionales y a los ricos.
Pero la cuesti¨®n principal en este caso no es la hipocres¨ªa. Lo m¨¢s importante es que escatimar ayuda en nombre de la prudencia fiscal har¨ªa padecer dificultades enormes e innecesarias a millones de estadounidenses. Soy optimista acerca de las perspectivas de recuperaci¨®n econ¨®mica en cuanto alcancemos la vacunaci¨®n generalizada. Pero eso no ocurrir¨¢ hasta bien entrado 2021, e incluso una recuperaci¨®n r¨¢pida tardar¨¢ meses en devolvernos a algo parecido al pleno empleo. Alcanzar un acuerdo que solo proporcione mejores prestaciones durante 10 semanas es como construir un puente que solo cubra la cuarta parte de un abismo.
Y las razones para aumentar el gasto no terminar¨¢n con la recuperaci¨®n econ¨®mica a corto plazo. Seguiremos necesitando inversiones enormes en infraestructuras, atenci¨®n a la infancia, energ¨ªas limpias, etc¨¦tera. Los republicanos intentar¨¢n parar todo esto, afirmando que es porque les preocupa la deuda. Estar¨¢n mintiendo y nosotros no deber¨ªamos tener miedo de decirlo.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020. Traducci¨®n de News Clips