La traves¨ªa de Abengoa del cielo al abismo
El grupo nombrar¨¢ hoy un nuevo consejo que deber¨¢ enfrentarse a su tercer rescate en cinco a?os
Este martes, 22 de diciembre, el d¨ªa de la Loter¨ªa de Navidad, Abengoa se la juega. La junta general extraordinaria, convocada para refrendar un nuevo consejo de administraci¨®n y el futuro del grupo, se presenta como el ¨²ltimo intento para que la firma andaluza no desaparezca tras m¨¢s de cinco a?os a la deriva, varios cambios de presidentes y otros tantos varios planes de salvaci¨®n.
Abengoa pas¨® de firma ejemplar que aparec¨ªa en los discursos de Barack Obama como modelo tecnol¨®gico en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y de tocar el cielo (como cuando sali¨® a cotizar en el Nasdaq en 20...
Este martes, 22 de diciembre, el d¨ªa de la Loter¨ªa de Navidad, Abengoa se la juega. La junta general extraordinaria, convocada para refrendar un nuevo consejo de administraci¨®n y el futuro del grupo, se presenta como el ¨²ltimo intento para que la firma andaluza no desaparezca tras m¨¢s de cinco a?os a la deriva, varios cambios de presidentes y otros tantos varios planes de salvaci¨®n.
Abengoa pas¨® de firma ejemplar que aparec¨ªa en los discursos de Barack Obama como modelo tecnol¨®gico en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y de tocar el cielo (como cuando sali¨® a cotizar en el Nasdaq en 2013 su filial Atlantica Yield) a derrumbarse casi de la noche a la ma?ana. No midi¨® bien el crecimiento y entr¨® en barrena. Entretanto, se produjo una sangr¨ªa de caja, p¨¦rdida de contratos, ¨¦xodo de directivos, reducci¨®n de plantilla (ha pasado de 26.000 a 14.000 empleos, 2.700 en Espa?a) y retrasos en las n¨®minas.
Fue el sue?o megal¨®mano de Felipe Benjumea, un hombre que dentro del grupo era considerado como un dios y que parec¨ªa convencido de que su misi¨®n era cambiar el modelo energ¨¦tico mundial. Para bien y para mal, ¨¦l fue el responsable tanto de su fulgor como de su ca¨ªda en los 24 a?os que presidi¨® el grupo. Dise?¨® una estrategia ambiciosa; se embarc¨® en una aventura infinita de construir plantas de energ¨ªa, desalinizadoras e infraestructuras que le llev¨® a casi 80 pa¨ªses; mont¨® un envidiable templo solar en Sanl¨²car la Mayor (Sevilla) e instal¨® una sede al ¨²ltimo grito tecnol¨®gico en el barrio de Palmas Altas.
Pero el imperio del sol se desmoron¨®. El grupo hab¨ªa crecido demasiado y demasiado deprisa sin que Benjumea lo quisiera ver, pese a que algunos miembros independientes del consejo que acabaron saliendo (Jos¨¦ Terceiro, Carlos Sebasti¨¢n, Daniel Villalba...) le advirtieran del excesivo apalancamiento. Esta circunstancia y los cambios regulatorios del Gobierno del PP minaron la fortaleza del grupo.
El v¨ªa crucis de Abengoa comenz¨® cuando en noviembre de 2014 la acci¨®n retrocedi¨® un 75% en dos d¨ªas. Como consecuencia, plante¨® una reestructuraci¨®n de la deuda, redujo su participaci¨®n en la filial estrella (Abengoa Yield) y realiz¨® importantes desinversiones (se hab¨ªa deshecho ya de Telvent y Befesa). Posteriormente, decidi¨® un plan de recapitalizaci¨®n, que sin embargo no logr¨® que las agencias de calificaci¨®n mejoraran el rating.
En el verano de 2015 se recrudeci¨® la situaci¨®n con nuevos castigos en Bolsa, hasta que en septiembre la banca dijo basta. Tom¨® cartas en el asunto y trat¨® de que entrara Gestamp mediante una ampliaci¨®n de capital en la que el grupo de la familia Riberas habr¨ªa tomado el 25%. El intento fracas¨® al no aceptar la inyecci¨®n de liquidez. Un golpe definitivo para forzar la dimisi¨®n de Benjumea, que fue sustituido por Jos¨¦ Dom¨ªnguez Abascal, un hombre de la casa del que luego Benjumea se vengar¨ªa al exigir su marcha haciendo uso de que ten¨ªa derechos pol¨ªticos de m¨¢s del 50%. Cogi¨® las riendas Antonio Fornielles, que hab¨ªa sido su auditor en KPMG y que ser¨ªa sustituido por Gonzalo Urquijo.
Mientras, la empresa se precipitaba al preconcurso de acreedores, que present¨® con una deuda financiera de 8.904 millones de euros y un pasivo total de cerca de 25.000. La junta que se celebra este martes se presenta con divergencias entre la direcci¨®n y los minoritarios, reunidos en Abengoashares, que en la anterior asamblea del 17 de noviembre derrocaron del consejo de Abengoa SA al presidente, Gonzalo Urquijo, y a los restantes seis miembros, que se enrocaron en la filial Abenewco1. Asimismo, impidieron que se nombrara un nuevo consejo presidido por Marcos de Quinto y propusieron un tr¨ªo para formar otro consejo reducido, que debe votarse hoy. Los minoritarios anunciaron la impugnaci¨®n y presentaron su triunvirato paralelo.
La semana pasada, las dos partes alcanzaron un acuerdo con la mediaci¨®n del Banco Santander. El pacto, que supon¨ªa que los tres consejeros propuestos por los minoritarios ser¨ªan respaldados para despu¨¦s dimitir uno y dar entrada a otro representante de la direcci¨®n y aceptar las condiciones del rescate, dividi¨® a los minoritarios, que con una estrecha diferencia (55% por 45%) rechazaron finalmente el pacto forzando la renuncia de De Quinto. Los minoritarios eligieron a Clemente Fern¨¢ndez, expresidente de Amper, como nuevo candidato.
Se espera que en la junta se reproduzca esta relaci¨®n de fuerzas, de forma que los minoritarios, que ya han enviado sus delegaciones de voto, saldr¨¢n airosos. Una vez dado ese paso, est¨¢ previsto que Fern¨¢ndez se incorpore al consejo de la matriz en lugar de uno de los elegidos. Posteriormente, podr¨¢ asumir la presidencia de Abenewco1 tras celebrar juntas en las filiales.
Si se cumple, el ejecutivo c¨¢ntabro ser¨ªa el encargado de conducir la tercera reestructuraci¨®n. Su objetivo es, tras examinar la empresa, renegociar el rescate firmado el 6 de agosto e, incluso, pedir ayuda al fondo de reestructuraci¨®n de la SEPI. Urquijo acord¨® la financiaci¨®n de 230 millones con aval del ICO; l¨ªneas de avales de 300 millones con apoyo del Cesce; quita del 50% de la deuda con los acreedores financieros y una soluci¨®n para la deuda con los proveedores, a los que se les ofrece el 5% de flujos de caja y fondos por vender activos. Adem¨¢s, la matriz dejar¨ªa de ser la cabecera y solo tendr¨ªa el 2,7% de Abenewco1, para lo que se le exige que el 96% de los 153 millones que debe se conviertan en pr¨¦stamos participativos. Algo que ten¨ªa fuerte oposici¨®n de los minoritarios.
El contrato incluye, como condici¨®n suspensiva, que la Junta de Andaluc¨ªa aporte 20 de los 250 millones previstos. Sin embargo, la Junta asegura que nunca se comprometi¨® y que no est¨¢ en condiciones de hacerlo, lo que ha provocado que se llegue al final del plazo sin el acuerdo firmado. El resultado de la junta determinar¨¢ que los 20 millones los ponga el Santander, seg¨²n fuentes del grupo.
El grupo afront¨® una reestructuraci¨®n en 2017 en la que se realiz¨® una quita y recapitalizaci¨®n de deuda por 7.000 millones. Posteriormente, en 2019, en una segunda reconversi¨®n, se capitalizaron otros 3.000 millones. En total, una quita del 95%.
Un feudo de la burgues¨ªa sevillana
Varias familias de la burgues¨ªa industrial sevillana entroncan bajo la denominaci¨®n Abengoa, la firma que fundaron en enero de 1941 bajo los auspicios del incipiente franquismo para fabricar contadores monof¨¢sicos de cinco amperios en el barrio de Heli¨®polis de la capital andaluza. Recibi¨® ese nombre del acr¨®nimo de los apellidos Abaurre, Benjumea, Gallego y Ortueta. A ellos se unieron, v¨ªa matrimonial u otras circunstancias, los Sol¨ªs y los Aya, y todos estuvieron representados en el consejo de administraci¨®n hasta que estall¨® la crisis en 2015. Siempre bajo el mando de alg¨²n Benjumea, primero el patriarca Javier Benjumea Puigcerver y luego su hijo Felipe Benjumea Llorente, uno de los dos ¨²nicos varones de una prole de 13 hermanos, como poseedores del mayor paquete accionarial.
Durante a?os, gran parte del caudal de estas familias se nutri¨® de los dividendos de la empresa. Hoy se encuentran difuminados y divididos y los que se mantienen fieles en el capital de la compa?¨ªa lo hacen a trav¨¦s de la sociedad Inversi¨®n Colectiva, que controla menos del 2,5% y tiene una gran parte de las acciones pignoradas por el Santander.
Benjumea, que como el resto de familias encaj¨® mal la intervenci¨®n de la banca acreedora, reclamar¨ªa 1.005 millones despu¨¦s al Santander y HSBC, entidades a las que culpa de la ca¨ªda de la multinacional sevillana tras su destituci¨®n. Tambi¨¦n tuvo que sentarse en el banquillo, junto al consejero delegado, Manuel S¨¢nchez Ortega, por la indemnizaci¨®n de 11,4 y 4,4 millones de euros que recibieron cuando ya estaba el preconcurso en marcha acusados de administraci¨®n desleal y afrontaron penas de entre tres y cinco a?os de c¨¢rcel, que superaron.