Las pensiones y los juegos de magia
El sistema de pensiones es en Espa?a la clave de b¨®veda del Estado del bienestar
El sistema de pensiones es en Espa?a la clave de b¨®veda del Estado del bienestar; el gran factor de nivelaci¨®n frente a la desigualdad; y el amortiguador de las tensiones sociales que generan las crisis. Hay que conservarlo y fortalecerlo.
Al tiempo, se trata de un modelo generoso, en las contributivas. En el bienio 2019-2020, se habr¨¢n revalorizado un 2,2% sobre el coste de la vida. Y todo jubilado recibe una media de 1,74 euros por cada euro que aport¨® durante su vida laboral (Una estimaci¨®n del rendimiento financiero del sistema de pensiones, Banco de Espa?a, 2020). Aunque hay...
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El sistema de pensiones es en Espa?a la clave de b¨®veda del Estado del bienestar; el gran factor de nivelaci¨®n frente a la desigualdad; y el amortiguador de las tensiones sociales que generan las crisis. Hay que conservarlo y fortalecerlo.
Al tiempo, se trata de un modelo generoso, en las contributivas. En el bienio 2019-2020, se habr¨¢n revalorizado un 2,2% sobre el coste de la vida. Y todo jubilado recibe una media de 1,74 euros por cada euro que aport¨® durante su vida laboral (Una estimaci¨®n del rendimiento financiero del sistema de pensiones, Banco de Espa?a, 2020). Aunque hay grandes diferencias entre unos y otros, hasta triplicarse.
Ese es solo uno de los motivos del creciente desfase entre gastos e ingresos de la Seguridad Social, unos 18.000 millones de euros anuales.
Crece el n¨²mero de jubilados ¡ªcon la triste pausa del covid¡ª, al crecer la esperanza de vida por mejora de la salud p¨²blica. Crece el importe de las pensiones, por las nuevas incorporaciones, que vienen de sueldos tambi¨¦n m¨¢s altos: de octubre de 2019 al de 2020 la pensi¨®n media aument¨® un 7,28%. Y crece el gasto global al indexarse las pensiones a la previsi¨®n oficial de inflaci¨®n, que asegura la capacidad adquisitiva a los pensionistas, y a veces m¨¢s.
El caso es que el canciller Bismarck invent¨® en 1883 la jubilaci¨®n a los 65 a?os, para cortocircuitar a los socialdem¨®cratas. El equivalente de esa edad en Espa?a ser¨ªa hoy 81 a?os ¡ªmedidos en esperanza de vida, en la que los espa?oles son los cuartos del mundo¡ª ¨® 91, en porcentaje de individuos que alcanzan el jubileo.
Y que en 1970 uno pasaba 11 a?os de media en la jubilaci¨®n, y 18 en 2013. Y que en 2048 cuando los del babyboom se retiren, los 10 millones de pensionistas de hoy ser¨¢n 15, proyecta el Banco de Espa?a.
Algo poco sostenible, a falta de correcciones. El Pacto de Toledo ya ha adoptado una estrategia benem¨¦rita: financiar con impuestos y no con cotizaciones los gastos impropios: pensiones de orfandad, viudedad, tarifas planas... que totalizan m¨¢s de 20.000 millones. Y el Gobierno empieza a aplicarlo. As¨ª que en dos o tres a?os el d¨¦ficit podr¨¢ convertirse en super¨¢vit.
El problema vendr¨¢ inmediatamente despu¨¦s. Porque los recursos allegados por impuestos no ser¨¢n infinitos. Espa?a recauda un 7% menos que la medida de la UE, pero no porque sus tipos impositivos sean mucho m¨¢s bajos, sino por la demograf¨ªa empresarial, la econom¨ªa sumergida y los tipos marginales modestos.
O se tiene la valent¨ªa de limitar tambi¨¦n la generosidad y aplanar las pensiones futuras m¨¢s altas (y subir las bajas) ampliando el c¨®mputo de a?os de jubilaci¨®n para hacer sostenible el esquema. O se aumenta bruscamente otra vez (como hizo Zapatero en 2011) la edad oficial de jubilaci¨®n: la real a¨²n no llega a 65 a?os. Con las compensaciones ¡ªtambi¨¦n generacionales¡ª necesarias. Duros a cuatro pesetas, eso es magia.