Cuesta de enero
La historia apunta que Espa?a gestiona las crisis de forma regular
El cambio de a?o y primeros minutos de 2021 estuvieron marcados, en el ¨¢mbito televisivo, por las palabras emotivas y llenas de dignidad de Ana Garc¨ªa Obreg¨®n. En escasos 20 minutos se sintetizaron gran parte de los sentimientos de muchas personas. Aunque hay muchos elementos que las distancian, me recordaron a las palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, el mes pasado, cuando se?al¨® a su pueblo las grandes dificultades que se vienen encima. Ha faltado hasta ahora mucha empat¨ªa en los responsables p¨²blicos. En Espa?a se ha echado en falta adem¨¢s una planificaci¨®n y gesti¨®n m¨¢s eficaz e...
El cambio de a?o y primeros minutos de 2021 estuvieron marcados, en el ¨¢mbito televisivo, por las palabras emotivas y llenas de dignidad de Ana Garc¨ªa Obreg¨®n. En escasos 20 minutos se sintetizaron gran parte de los sentimientos de muchas personas. Aunque hay muchos elementos que las distancian, me recordaron a las palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, el mes pasado, cuando se?al¨® a su pueblo las grandes dificultades que se vienen encima. Ha faltado hasta ahora mucha empat¨ªa en los responsables p¨²blicos. En Espa?a se ha echado en falta adem¨¢s una planificaci¨®n y gesti¨®n m¨¢s eficaz en la terrible crisis sanitaria y econ¨®mica. Los pol¨ªticos han priorizado a menudo las batallas por el relato y sus problemas por encima de poner toda la carne en el asador para mejorar un desdichado manejo de la pandemia. No es nuevo.
La historia parece apuntar a que Espa?a gestiona solamente regular las crisis. Como referencia, las tres ¨²ltimas. En la de 1973, el Gobierno crey¨® que el aumento de precios del petr¨®leo durar¨ªa poco. En la de 2008, se pens¨® que nuestro sistema financiero no era vulnerable ante la mayor burbuja inmobiliaria de la historia. En la actual, la hip¨®tesis inicial era que ten¨ªamos el mejor sistema sanitario del mundo, que se podr¨ªa con todo. Las consecuencias fueron respuestas tard¨ªas e insuficientes.
En enero de 2021 hay algo de esperanza a medio plazo porque ya se est¨¢ vacunando. Hay una avalancha de fondos europeos en ciernes y confiamos en que lo peor haya pasado. Sin embargo, queda mucho por hacer. Por ejemplo, evitar que la t¨ªpica cuesta con que se conoce este mes se convierta en un obst¨¢culo insalvable para nuestro sistema sanitario y nuestra econom¨ªa. Es un momento clave. Primero, para ver los efectos de las vacaciones de Navidad y A?o Nuevo sobre los contagios e ingresos hospitalarios tras una gesti¨®n descoordinada entre comunidades aut¨®nomas y comportamientos inadecuados de parte de la poblaci¨®n. Si la tercera ola es nuevamente grave, se habr¨¢ perdido tambi¨¦n buena parte del terreno de la recuperaci¨®n econ¨®mica de este ejercicio. Si el panorama no est¨¢ despejado en primavera, nuestro pa¨ªs no podr¨¢ tener la (relativa) normalizaci¨®n econ¨®mica deseada en 2021.
Un gran parte de nuestro valor a?adido se genera en actividades de contacto personal, como el turismo, por lo que adem¨¢s Espa?a debe ser al menos tan eficaz como el mejor en la vacunaci¨®n. Por ahora hay poca informaci¨®n precisa sobre plazos y grupos a vacunar, lo que genera excesiva incertidumbre. Con el mensaje de que estamos siguiendo lo dictado por la Uni¨®n Europea se justifica de modo conformista la inexistencia de una clara hoja de ruta propia del proceso de inmunizaci¨®n.
Muchos pa¨ªses ya han vacunado a porcentajes significativos de la poblaci¨®n. Con urgencia, hay que acercarnos a esas mejores pr¨¢cticas para evitar nuevas tensiones hospitalarias y mayores p¨¦rdidas a la econom¨ªa. Se precisan certezas, generaci¨®n de confianza en nuestro entorno y una amplia mayor¨ªa de la poblaci¨®n vacunada a mitad de a?o. Para ello, estas primeras semanas del a?o ser¨¢n determinantes.