La era de lo impensable
La inestabilidad pol¨ªtica en EE UU, alimentada por el asalto al Capitolio, complica la estabilidad financiera y la recuperaci¨®n
El comienzo de a?o ha sido movidito. Los malos datos sanitarios despu¨¦s de las fiestas se han generalizado en el mundo occidental. La tercera ola de la pandemia, con cepas nuevas del virus incluidas, est¨¢ ejerciendo mucha presi¨®n nuevamente en el sistema hospitalario. Est¨¢n siendo necesarias nuevas medidas restrictivas que van a afectar a la econom¨ªa. En particular, a la hosteler¨ªa y comercio. Va a llover sobre mojado para muchas empresas. No va a ser suficiente con medidas de liquidez. Los apoyos de solvencia, e incluso ayudas directas, ser¨¢n necesarios. La vacuna puede mejorar las perspectiv...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
El comienzo de a?o ha sido movidito. Los malos datos sanitarios despu¨¦s de las fiestas se han generalizado en el mundo occidental. La tercera ola de la pandemia, con cepas nuevas del virus incluidas, est¨¢ ejerciendo mucha presi¨®n nuevamente en el sistema hospitalario. Est¨¢n siendo necesarias nuevas medidas restrictivas que van a afectar a la econom¨ªa. En particular, a la hosteler¨ªa y comercio. Va a llover sobre mojado para muchas empresas. No va a ser suficiente con medidas de liquidez. Los apoyos de solvencia, e incluso ayudas directas, ser¨¢n necesarios. La vacuna puede mejorar las perspectivas econ¨®micas en unos meses, pero, en el corto plazo, la situaci¨®n es muy preocupante. Para muchas empresas, ag¨®nica.
Curiosamente los mercados financieros han comenzado 2021 al alza. No parecen verse afectados por el ruido exterior, sobre todo por el suceso, inimaginable hasta hace poco, del mi¨¦rcoles pasado con el ataque al Capitolio estadounidense. En 20 a?os de este siglo hemos vivido el 11 de septiembre ¨Cjunto a otros ataques terroristas, incluido nuestro pa¨ªs¨C, una grave crisis financiera, una pandemia y ahora una insurrecci¨®n en toda regla en la primera democracia del mundo. Este acontecimiento culmina malamente una desgraciada presidencia en ese pa¨ªs. Lo m¨¢s preocupante es lo que pueda venir despu¨¦s all¨ª y en otros lugares por imitaci¨®n.
La inestabilidad pol¨ªtica genera, normalmente, las peores consecuencias financieras. En pa¨ªses vulnerables incluso conllevan salida de capitales. Y deteriora las expectativas de inversi¨®n y consumo. La estabilidad pol¨ªtica es un pilar fundamental del sistema econ¨®mico. Lo m¨¢s urgente pasa porque haya una transici¨®n fluida a la administraci¨®n Biden, en la que tantas esperanzas hay. Ya crea suficientes dificultades la pandemia. No obstante, en Estados Unidos y m¨¢s all¨¢, parece a¨²n m¨¢s importante mantener la paz social. Con empat¨ªa, confianza y apoyos p¨²blicos donde sea necesario. No puede crecer la desigualdad ni las tensiones sociales, donde tambi¨¦n hay que actuar por delante de la curva. Calibrar c¨®mo ser¨¢ el panorama social en unos meses, cuando lo peor sanitariamente haya pasado, pero, en lo econ¨®mico estemos tocando fondo. Habr¨¢ muchas necesidades que cubrir. Si esperamos demasiado tiempo, no nos antepondremos a los problemas. Anecd¨®ticamente (todo suma), as¨ª ha ocurrido con la reciente subida de los precios de la luz.
En esta era de lo impensable, tambi¨¦n las referencias monetarias y financieras saltan por los aires. La fort¨ªsima apreciaci¨®n del bitcoin es una de las grandes paradojas. Ante la falta de instrumentos financieros que ofrezcan rentabilidades razonables, ha surgido el inter¨¦s por esta criptomoneda en un mundo con cada vez menos reglas y patrones. Todos hablan del bitcoin como refugio y se sugiere por casas de an¨¢lisis prestigiosas que puede superar los 100 mil d¨®lares. Los economistas tenemos dificultades para entender las razones de esa valoraci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la especulaci¨®n y el creciente inter¨¦s de inversores institucionales. Por eso nos preocupa. Lo que es cierto es que la econom¨ªa y los mercados, cada vez m¨¢s, deben gestionar lo inesperado e impensable y parece que hasta el momento, no lo han hecho mal del todo. Que dure.