Vienen 10 a?os de ajuste
Deshacerse del 5% de d¨¦ficit estructural ser¨¢ trabajo de una d¨¦cada, a medio punto por a?o
El pulso se promete intenso. En el segundo trimestre la UE decidir¨¢ si reactiva el Pacto de Estabilidad ¡ªen suspenso desde marzo¡ª para 2022, acaba de anunciar la presidencia semestral portuguesa. La agravaci¨®n de la pandemia y la consiguiente agudizaci¨®n de la crisis probablemente obstaculicen el retorno inmediato al rigor fiscal.
Pero la sola existencia de la discusi¨®n indica c¨®mo Europa hace a la vez el ejercicio simult¨¢neo de soplar y sorber: sopla con el despliegue de los est¨ªmulos del plan de recuperaci¨®n; sorbe con la preparaci¨®n del reequilibrio presupuestario, que si no se pauta...
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El pulso se promete intenso. En el segundo trimestre la UE decidir¨¢ si reactiva el Pacto de Estabilidad ¡ªen suspenso desde marzo¡ª para 2022, acaba de anunciar la presidencia semestral portuguesa. La agravaci¨®n de la pandemia y la consiguiente agudizaci¨®n de la crisis probablemente obstaculicen el retorno inmediato al rigor fiscal.
Pero la sola existencia de la discusi¨®n indica c¨®mo Europa hace a la vez el ejercicio simult¨¢neo de soplar y sorber: sopla con el despliegue de los est¨ªmulos del plan de recuperaci¨®n; sorbe con la preparaci¨®n del reequilibrio presupuestario, que si no se pauta para el a?o pr¨®ximo, tampoco tardar¨¢ mucho m¨¢s.
Por eso, Espa?a deber¨ªa a su vez hacer ya ese doble ejercicio. Mejor dicho, emprender su segunda parte: el reajuste a medio plazo. Lo reclaman una y otra vez desde mayo los m¨¢ximos representantes de los organismos independientes, con Cristina Herrero, presidenta de la Airef, y Pablo Hern¨¢ndez de Cos, gobernador del Banco de Espa?a, a la cabeza.
El momento propicio, adecuado, para presentar el plan de consolidaci¨®n fiscal hacia el futuro (mayores ingresos y contenci¨®n de los gastos; o ambas cosas), ser¨ªa en abril, coincidiendo con la remisi¨®n oficial a Bruselas del programa nacional definitivo de recuperaci¨®n y resiliencia que debe encajar las ayudas del europeo, bautizado como Next Generation EU.
El tope del plazo para ello es a final de ese mes. Hacer coincidir ambos emitir¨ªa una potente se?al de que este pa¨ªs opta a que los 140.000 millones de euros previstos sirvan de verdad para emprender las reformas de fondo, estructurales, necesarias (digitalizaci¨®n, I+D, educaci¨®n, energ¨ªa verde¡) y no solo para compensar con gasto corriente subsidiado, justo pero insuficiente, los da?os de la recesi¨®n.
Cierto que este debe continuar, incluso aumentarse. Lo record¨® Cos el martes, en el C¨ªrculo de Econom¨ªa de Barcelona: ¡°Las empresas ya est¨¢n muy endeudadas [con las facilidades y avales del ICO], y probablemente no tenga sentido endeudarlas a¨²n m¨¢s, debemos pensar en capitalizaciones y subvenciones directas¡±.
Pero a m¨¢s soplar, m¨¢s sorber. Discutir, preparar, dise?ar y tener dispuesto el plan de reequilibrio ¡ªaunque a¨²n no aplicarlo¡ª es urgente para anticiparse a posibles turbulencias y evitar su impacto contra la deuda espa?ola cuando se acerque la recuperaci¨®n.
Y por otras dos razones, apunta el gobernador. Una es la evidencia emp¨ªrica de que ¡°los multiplicadores fiscales [el mayor efecto de la inversi¨®n p¨²blica sobre el crecimiento econ¨®mico] aumentan de forma significativa con una mayor credibilidad de la pol¨ªtica econ¨®mica¡±, y esta crecer¨ªa con el plan: es una se?al a los mercados, los compradores de deuda, de que se actuar¨¢ con rigor inteligente, no con austeritarismo suicida.
Otra, que adelantar el anuncio del reequilibrio acredita seriedad, facilitando que la consolidaci¨®n futura, siempre inc¨®moda, ¡°sea m¨¢s gradual¡±. En su modo suave, sin asfixias, ¡°necesitar¨ªa una d¨¦cada¡±.
Esta periodificaci¨®n en diez a?os responde al c¨¢lculo de que el d¨¦ficit estructural se acercar¨¢ al 5% del PIB, como dijo el 23 de junio al Congreso: los tres puntos de 2019, a los que a?adir aumentos por el endeudamiento, el ingreso m¨ªnimo vital, el aumento del gasto sanitario¡
Reducirlo medio punto al a?o, lo m¨ªnimo previsto, ser¨ªa un esfuerzo sensible. Pero factible sin estrangular el crecimiento, ni abocar a la desigualdad. Esa transici¨®n suave no se improvisa. Hay que abonarla persuadiendo antes a los tenedores de nuestra deuda. Convencer es m¨¢s eficiente, y menos peligroso, que vencer.