Los mimbres de la recuperaci¨®n
Cada d¨ªa, el Estado necesita 1.000 millones de dinero prestado para afrontar la crisis
Con el plan de ayudas a empresas y la renovaci¨®n de los principales dispositivos anticrisis, tales como los ERTE, Espa?a completa su arsenal normativo de protecci¨®n de la econom¨ªa. Veremos si los 7.000 millones en transferencias directas bastan para limitar la p¨¦rdida de tejido productivo, al menos hasta que la generalizaci¨®n de la vacunaci¨®n y el retorno de la movilidad faciliten una recuperaci¨®n. De momento, el dispositivo se queda corto en compara...
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Con el plan de ayudas a empresas y la renovaci¨®n de los principales dispositivos anticrisis, tales como los ERTE, Espa?a completa su arsenal normativo de protecci¨®n de la econom¨ªa. Veremos si los 7.000 millones en transferencias directas bastan para limitar la p¨¦rdida de tejido productivo, al menos hasta que la generalizaci¨®n de la vacunaci¨®n y el retorno de la movilidad faciliten una recuperaci¨®n. De momento, el dispositivo se queda corto en comparaci¨®n con Alemania y Francia, que vienen aplic¨¢ndolo desde el pasado oto?o con presupuestos muy superiores. Incluso Italia, pese a su maltrecha hacienda p¨²blica, dedica una cantidad ingente de recursos (25.000 millones). Pero lo importante es que el dispositivo se pueda ampliar, en funci¨®n de c¨®mo se aplica en todo el territorio ¡ªalgo que depender¨¢ de la celeridad con que las comunidades aut¨®nomas implementen las ayudas¡ª.
Ahora la prioridad es pasar a la ofensiva, es decir, poner los mimbres de un crecimiento sostenible. Porque la estrategia de protecci¨®n, crucial para la econom¨ªa como desde el punto de vista social, est¨¢ teniendo un coste elevado para los presupuestos p¨²blicos que pesar¨¢ como una losa si no se genera una verdadera expansi¨®n. Este a?o, entre las necesidades de financiaci¨®n del escudo protector y las amortizaciones de deuda, el Tesoro P¨²blico espa?ol tendr¨¢ que colocar en el mercado nada menos que 290.000 millones de euros. Esto es una media por d¨ªa laborable de cerca de 1.000 millones de dinero prestado para amortiguar los efectos de la crisis.
De momento, los mercados se muestran ben¨¦volos: las compras del BCE crean escasez de bonos para los inversores privados y abaratan el coste en intereses. Sin embargo, las condiciones de financiaci¨®n de la econom¨ªa, hoy por hoy excepcionalmente favorables, podr¨ªan alterarse. Seg¨²n las previsiones de la Comisi¨®n Eu?ropea, una mayor¨ªa de pa¨ªses, entre otros Alemania, habr¨¢n recuperado el terreno perdido por la pandemia a finales del presente ejercicio. Y todos, salvo Espa?a e Italia, habr¨ªan alcanzado ese umbral durante 2022. Por tanto, con el tiempo se ejercer¨¢n presiones para una cierta ¡°normalizaci¨®n¡± de la pol¨ªtica monetaria.
El retorno prematuro de las reglas fiscales europeas entra?a un riesgo a¨²n mayor. Seg¨²n el Panel de Funcas, el d¨¦ficit p¨²blico apenas bajar¨¢ hasta el 8,3% del PIB este a?o, y todav¨ªa estar¨ªa en el 6% en 2022. Esto es el doble del l¨ªmite establecido por la normativa europea. Sin embargo, los llamados pa¨ªses frugales se situar¨ªan por debajo de ese 3% (Alemania) o lo rozar¨ªan (Austria, Finlandia y Holanda). Incluso Portugal se acercar¨ªa a esa cota. Si bien es improbable que se apliquen los criterios de d¨¦ficit y sobre todo de deuda de la era precovid ¡ªpor sus previsibles efectos devastadores y porque en el pasado esos mecanismos se han mostrado contraproducentes¡ª, la negociaci¨®n de un nuevo marco fiscal europeo abre perspectivas inciertas. Los debates en el seno del Euro?grupo apuntan a numerosos escollos en el camino de una posible adaptaci¨®n de las reglas tras la crisis sanitaria.
En suma, la orientaci¨®n acertadamente expansiva de la pol¨ªtica macroecon¨®mica solo es factible gracias a una providencial conjunci¨®n de factores, que no durar¨¢n ¡ªcompras por parte del banco central de bonos por razones de pandemia, suspensi¨®n de las reglas fiscales europeas y flexibilizaci¨®n de los criterios de morosidad bancaria, cruciales para que el cr¨¦dito pueda fluir¡ª. Esta ventana de oportunidad, que podr¨ªa perdurar unos meses, deber¨ªa ser aprovechada para crear las condiciones de una s¨®lida recuperaci¨®n, algo que pasa por la puesta en marcha de mecanismos eficaces y transparentes de asignaci¨®n de los fondos europeos. Y por acometer reformas que nos ayuden a reducir el paro, elevar la productividad y afrontar la revoluci¨®n digital y la transici¨®n ecol¨®gica. En un contexto financiero extraordinariamente generoso, el momento es ideal para transformar el modelo productivo. No lo dejemos pasar en cuestiones perif¨¦ricas porque nos jugamos el futuro.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_