El mundo econ¨®mico inicia el rescate de Catalu?a
Ins¨®lito aterrizaje de jefes de Estado y gobierno en Barcelona tras una d¨¦cada de sequ¨ªa por el ¡®proc¨¦s¡¯
Tras un decenio de proc¨¦s secesionista, radicalizado desde oto?o de 2017, Catalu?a empieza a ser rescatada de su sima econ¨®mica y su par¨¢lisis pol¨ªtica.
Y eso se fragua sobre todo desde sus grandes foros econ¨®micos. El europe¨ªsta y liberal Cercle d¡¯Economia, que ayer culmin¨® su reuni¨®n anual m¨¢s influyente en m¨¢s de medio siglo, bajo el mandato de Javier Faus. Y la patronal Foment, re...
Tras un decenio de proc¨¦s secesionista, radicalizado desde oto?o de 2017, Catalu?a empieza a ser rescatada de su sima econ¨®mica y su par¨¢lisis pol¨ªtica.
Y eso se fragua sobre todo desde sus grandes foros econ¨®micos. El europe¨ªsta y liberal Cercle d¡¯Economia, que ayer culmin¨® su reuni¨®n anual m¨¢s influyente en m¨¢s de medio siglo, bajo el mandato de Javier Faus. Y la patronal Foment, renovada al estilo democristiano ¡ªexigente, pactista, integrador¡ª por Josep S¨¢nchez Llibre. Este acaba de augurar, precisamente en la conferencia de su instituci¨®n rival, que las empresas forzadas por el caos pol¨ªtico del refer¨¦ndum ilegal a trasladar su sede, ahora se inclinar¨¢n por ir volviendo.
Con ello se abrir¨ªa la posibilidad de revertir el s¨ªmbolo m¨¢s agrio de la p¨¦rdida de fuelle catal¨¢n (aunque no, todav¨ªa, de talento impulsor de start-ups): el sorpasso de Madrid a Catalu?a como primera locomotora econ¨®mica espa?ola en 2018, 2019 y (a confirmar) 2020.
Al signo de distensi¨®n pol¨ªtica tangible que supuso el anuncio de indultos desde el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, y al nuevo tono ¡ªrespetuoso¡ª del reci¨¦n estrenado presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, le han seguido tres d¨ªas trepidantes, en la convocatoria del Cercle, junto a la playa de la Barceloneta.
Han coincidido en ¨¦l ¡ªo sea, en territorio catal¨¢n¡ª dos jefes de Estado, Felipe VI y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el m¨¢s rutilante primer ministro europeo, Mario Draghi, adem¨¢s del presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, habitual conferenciante como sus predecesores.
Hace a?os acud¨ªan a Barcelona personalidades as¨ª. Desde hace un decenio, ya no, a causa del proc¨¦s. Y si en casos raros ven¨ªan, no se mezclaban con el poder auton¨®mico, como el comisario europeo Thierry Breton, quien visit¨® a final de este marzo la sede de la farmace¨²tica Reig Jofre en Sant Joan Desp¨ª, pero ni se le ocurri¨® ir a la Generalitat y tuvo que ser acompa?ado por la ministra de Industria.
Esa sequ¨ªa se acab¨®. Aragon¨¨s acudi¨® a saludar al Rey, sabedor de que fue el jefe del Estado quien personalmente facilit¨® que la visita del l¨ªder coreano culminase en Barcelona... Ese tipo de gesti¨®n discreta que redondean un perfil agudamente criticado por los procesistas por su discurso del 3-O de 2017.
El encuentro expresa un contraste claro con el plante que le dispens¨® el Govern en funciones. As¨ª como al presidente del Grupo Volkswagen en su visita a la sede de la Seat en Martorell... para afianzar el proyecto de f¨¢brica de bater¨ªas el¨¦ctricas. Que en parte ¡ªla parte de la empresa¡ª acaba de ser compensado por la posterior visita del consejero de Empresa, Roger Torrent, republicano como Aragon¨¨s.
Con pelos que repeinar, la rectificaci¨®n en el boicoteo a la primera autoridad va paso a paso, por presiones de los socios de Esquerra, Junts y la CUP. Pero es que el afianzamiento de Aragon¨¨s como primera autoridad catalana (y como representante ordinario del Estado en su territorio), y una autoridad que se pretende pragm¨¢tica y gestora, es tambi¨¦n pausado.
Y viene salpimentado por arduos retru¨¦canos protocolarios: un encuentro, s¨ª; una cena oficial, todav¨ªa no. Lo que hace las delicias de los mentideros barceloneses, al menos de los que no est¨¢n a¨²n saturados de ese tipo de incidencias.
Tambi¨¦n el discurso de Aragon¨¨s result¨® novedoso respecto a los de sus predecesores, salvo en el p¨¢rrafo que record¨® su conocida adscripci¨®n al independentismo. Habl¨® de gesti¨®n, gesti¨®n, gesti¨®n. Manej¨® n¨²meros, hasta hoy los exiliados de Quim Torra y Carles Puigdemont.
Y mostr¨® inter¨¦s por el puerto, el aeropuerto, las infraestructuras. Para reclamar su traspaso, tambi¨¦n. Pero antes las reconoce como importantes, y se muestra a favor de ampliar El Prat, lo que es una blasfemia para los o¨ªdos talibanes. ¡°Comparado con los otros, es de la noche al d¨ªa¡±, murmuraba un empresario conservador.
Mientras, los dirigentes del c¨ªrculo barcelon¨¦s completaban su tarea de tender puentes. Faus apoyaba p¨²blicamente los indultos, en la l¨ªnea de S¨¢nchez Llibre. Y ante el Rey. Y otra vez, ante Pedro S¨¢nchez, ahora agradeci¨¦ndoselo. Y el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, que tiene este asunto muy conversado con su colega de Foment, apoy¨® inequ¨ªvocamente las medidas de gracia. Dej¨® solo al l¨ªder popular, Pablo Casado en su no a todo, que defendi¨® tesoneramente ante un p¨²blico candado de falta de esas alternativas que recaban, en cascada, hasta pl¨¢cets episcopales.
La presencia del equipo gubernamental en las jornadas, habitual en ellas a?o tras a?o, constituy¨® otro s¨ªmbolo de puentes tendidos, porque el desembarco fue de alta densidad: junto a S¨¢nchez, las dos vicepresidentas del ¨¢rea econ¨®mica, Nadia Calvi?o y Yolanda D¨ªaz. Con la hoja de ruta del Plan de recuperaci¨®n espa?ol reci¨¦n aprobado por la Comisi¨®n: con el ¨¦nfasis de ¡°ambicioso¡±.
El presidente parec¨ªa arrebolado, en ¨¦xtasis, tras ser el primero ¡ªcon el portugu¨¦s Ant¨®nio Costa¡ª, en pasar la asignatura. Y m¨¢s discretamente encantado por los empujes ajenos a su plan de ¡°reencuentro¡± con toda la sociedad catalana, sus dos mitades.
Solo desenton¨® el nuevo titular de Econom¨ªa de una parte de esas partes, Jaume Gir¨®. Sorprendi¨® al personal amante de las buenas maneras acusando a Espa?a de mantener a los catalanes en r¨¦gimen de ¡°vasallaje¡±, por la letan¨ªa del d¨¦ficit fiscal, y mucho m¨¢s. Blandi¨® datos pretendidamente buenos de la evoluci¨®n econ¨®mica catalana entre 2014 y 2020, pero ocultando, claro, el retroceso respecto de Madrid, la gran rival. Y baj¨® del proscenio sin saludar siquiera al presidente del Cercle. Un estilo.