Reforma del mercado de trabajo: Medidas contra la dualidad laboral
Ha llegado el momento de adoptar una nueva estrategia: un contrato indefinido ¨²nico con indemnizaci¨®n creciente, o bien, tres contratos (indefinido, temporal y formativo)
La dualidad laboral es una de las caracter¨ªsticas m¨¢s negativas de nuestro mercado laboral. Espa?a cuenta con una temporalidad por encima de la media europea en todos los sectores, para todos los tama?os de empresa y para todas caracter¨ªsticas de los trabajadores, ya sea su nivel de formaci¨®n o edad. La dualidad laboral es una injusticia para las personas que la padecen, principalmente los j¨®venes, y genera incentivos perversos para la formaci¨®n de los trabajadores o en las empresas, potenciando actividades de bajo valor a?adido.
Esta perversi¨®n del sistema de relaciones laborales empez...
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La dualidad laboral es una de las caracter¨ªsticas m¨¢s negativas de nuestro mercado laboral. Espa?a cuenta con una temporalidad por encima de la media europea en todos los sectores, para todos los tama?os de empresa y para todas caracter¨ªsticas de los trabajadores, ya sea su nivel de formaci¨®n o edad. La dualidad laboral es una injusticia para las personas que la padecen, principalmente los j¨®venes, y genera incentivos perversos para la formaci¨®n de los trabajadores o en las empresas, potenciando actividades de bajo valor a?adido.
Esta perversi¨®n del sistema de relaciones laborales empez¨® en el a?o 1984 con la ¡°descausalizaci¨®n¡± de la contrataci¨®n temporal, corregida desde 1994 con una ¡°causalizaci¨®n¡± flexible, que gira sobre los contratos de obra y eventual. Las sucesivas reformas laborales no han conseguido superar la persistente dualidad utilizando las mismas estrategias: indemnizaciones por fin de contrato temporal, limitar el uso de temporalidad a trav¨¦s de duraciones m¨¢ximas y establecer l¨ªmites al encadenamiento contractual, con el complemento de bonificaciones sociales a la contrataci¨®n indefinida. Han sido reformas infructuosas.
Por ello, ha llegado ya el momento de afrontar este tipo de reformas con nuevas estrategias, capaces de reducir la dualidad laboral. El debate acad¨¦mico y pol¨ªtico muestra dos caminos para alcanzar este objetivo.
El primero, la articulaci¨®n de un contrato indefinido ¨²nico con indemnizaci¨®n creciente, acompa?ado de una mochila austr¨ªaca, sin romper la causalidad del despido. Esta v¨ªa restringe el contrato temporal a su m¨ªnima expresi¨®n, las sustituciones y la formaci¨®n, a la vez que articula un nuevo modelo de despido con las ventajas de la mochila indemnizatoria. Es la opci¨®n, probablemente, m¨¢s efectiva, pero de dif¨ªcil implementaci¨®n pol¨ªtica y con elevados costes de transici¨®n.
El segundo camino es un nuevo modelo de tres contratos, indefinido, temporal y formativo, que reconfigura la causa de temporalidad y establece medidas m¨¢s efectivas ante el fraude. Es la opci¨®n del componente 23 del Plan Nacional de Recuperaci¨®n y que va a determinar la pr¨®xima reforma laboral. Para evitar una nueva frustraci¨®n, este tipo de reforma debe afectar a los contratos temporales, a la flexibilidad interna y a los despidos, que son tres vasos comunicantes en la relaci¨®n laboral.
Del lado de los contratos, habr¨ªa que reubicar las causas de temporalidad en un espacio m¨¢s reducido que el vigente, pero sin sacrificar la utilizaci¨®n de contratos temporales ante necesidades transitorias reales, y elevar el coste indemnizatorio del fraude en la temporalidad laboral frente al de una contrataci¨®n directamente indefinida.
Del lado de los despidos, habr¨ªa que otorgar mayor certidumbre y seguridad jur¨ªdica a las causas objetivas empresariales, en el doble plano individual o colectivo, y se debe valorar una modulaci¨®n de costes extintivos para incentivar la generalizaci¨®n del contrato indefinido sin, por ello, reducir o aumentar la media actual de indemnizaciones.
Estas medidas deber¨ªan ir acompa?adas de otras dirigidas a aumentar la flexibilidad laboral interna de plantillas fijas, sobre todo en tiempo de trabajo. Es de especial inter¨¦s, en este sentido, flexibilizar los ERTE vigentes y a?adir ERTE espec¨ªficos, como los previstos en dicho componente 23. El dise?o de este nuevo sistema deber¨ªa usarse ¨²nicamente frente a ca¨ªdas temporales en la demanda y no ante disminuciones de naturaleza estructural.
Descartada pol¨ªticamente la v¨ªa de contrato ¨²nico con mochila austr¨ªaca, el camino acogido de los tres contratos necesita alcanzar este equilibrio de variables. Si s¨®lo se restringe legalmente la temporalidad, los resultados pueden ser contraproducentes, porque contratos, flexibilidad interna y despidos son vasos comunicantes por donde circulan las relaciones laborales. Se debe reducir la dualidad laboral sin el precio de obstaculizar el crecimiento econ¨®mico y del empleo.
Ignacio Conde-Ruiz es Catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad Complutense y subdirector FEDEA y Jes¨²s Lahera Forteza es Catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense.